Tory Lanez: Del estrellato al escándalo y una prisión marcada por la violencia
El caso del rapero canadiense revela los oscuros entresijos del sistema penitenciario y el impacto de la fama en contextos extremos
Una figura emergente en el rap
Daystar Peterson, conocido artísticamente como Tory Lanez, emergió como uno de los talentos más prometedores del hip-hop canadiense desde que empezó a lanzar mixtapes en 2009. Con una carrera en ascenso meteórico, dos de sus álbumes llegaron al top 10 del Billboard 200, consolidando su reputación como una figura versátil en el R&B y el rap.
Su éxito no solo se reflejaba en cifras y listas, sino también en colaboraciones con artistas de alto perfil, posicionándolo dentro de la élite urbana musical.
El incidente con Megan Thee Stallion
Todo cambió una noche de julio de 2020, cuando salió a la luz un grave incidente que involucró a Tory Lanez y la estrella del rap Megan Thee Stallion. Ella testificó que, tras abandonar una fiesta en casa de Kylie Jenner, Lanez disparó hacia sus pies mientras la insultaba. En el juicio celebrado en 2022, fue encontrado culpable de tres delitos: agresión con arma semiautomática, posesión de arma cargada y no registrada, y disparo con negligencia grave.
Los médicos extrajeron fragmentos de bala de ambos pies de la intérprete texana, quien no identificó públicamente a Lanez como el autor del disparo hasta meses después del incidente. Lanez siempre negó los cargos, aunque su petición de nuevo juicio fue denegada. En agosto de 2023, fue sentenciado a 10 años de prisión.
Violencia tras las rejas: El ataque en prisión
En marzo de 2024, Tory Lanez fue víctima de un violento ataque en la prisión estatal de Tehachapi, California, donde cumple su condena. Según declaraciones del vocero del Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California, Pedro Calderon Michel, Lanez fue atacado en una unidad residencial por otro recluso que cumple cadena perpetua por asesinato en segundo grado.
Las versiones aportadas por una publicación en la cuenta oficial de Instagram del artista afirman que habría sido apuñalado 14 veces, con colapsos pulmonares en ambas áreas torácicas incluidos. Las autoridades no han confirmado todos los detalles, pero Lanez se reportó en condición «estable», aunque con cuidados intensivos.
¿Quién es Santino Casio?
El atacante fue identificado como Santino Casio, un recluso de 42 años que ya contaba con un largo historial violento dentro del sistema penitenciario. Ingresó a la cárcel en 2004 con condenas por asesinato en segundo grado y tentativa de asesinato. Desde entonces, ha recibido dos condenas adicionales por asalto con arma mortal mientras estaba encarcelado (2008) y por fabricación y posesión de armas dentro del penal (2018).
Actualmente se encuentra en régimen de aislamiento mientras se desarrolla la investigación por parte de la prisión y la fiscalía del condado de Kern. La reincidencia de Casio pone en tela de juicio la eficacia del sistema para prevenir actos de violencia extrema entre reclusos.
La prisión y sus condiciones
El California Correctional Institution de Tehachapi, ubicado a unos 160 km al norte de Los Ángeles, alberga aproximadamente 1,700 prisioneros entre niveles de máxima y mediana seguridad. Si bien no es considerado uno de los peores penales del estado, los ataques entre reclusos no son infrecuentes.
Este nuevo incidente vuelve a abrir el debate en torno a la seguridad de reclusos de alto perfil y la necesidad de intervención estatal para mejorar las condiciones del sistema carcelario de California, catalogado por Human Rights Watch como uno de los más sobrepoblados en el país.
Una sombra mediática y legal
La historia de Lanez dentro y fuera de las rejas parece no tener fin. Además de cumplir con una sentencia firme, ha sido acusado recientemente por Megan Thee Stallion de acosarla desde prisión utilizando intermediarios. En enero de 2024, un juez emitió una orden de protección válida hasta 2030 para impedir cualquier contacto o intento de intimidación por parte del cantante.
La defensa de Lanez ha presentado apelaciones en busca de reducir su condena o llegar a una revisión del juicio. Hasta el momento, la justicia sigue firme en su decisión, y la figura de Lanez parece alejarse aún más de los escenarios musicales a los que una vez aspiró dominar.
La toxicidad de la fama
El caso de Tory Lanez debe analizarse también como reflejo del efecto perverso que puede ejercer la fama sobre algunas personalidades. El ascenso vertiginoso, seguido de una cadena de malas decisiones, violencia y desprecio por protocolos judiciales y sociales, dan paso a una caída estrepitosa difícil de revertir.
En la historia reciente del hip-hop, otros nombres como Tekashi 6ix9ine, XXXTentacion o Kodak Black también han atravesado procesos legales intensos, en muchos casos ligados a violencia de género, tráfico o posesión de armas, y hasta asesinato.
¿Hay redención para Tory Lanez?
El futuro de Lanez es, por el momento, incierto. La recuperación de sus heridas tras el ataque es una prioridad inmediata, pero los desafíos legales y sociales a largo plazo son complejos. Según su equipo de comunicación, Lanez se encuentra "de buen ánimo" y agradecido con Dios por haber sobrevivido al ataque. Pero más allá del dramatismo del momento, el artista enfrenta un largo camino si pretende redimirse ante el público y, más aún, ante sus víctimas.
Mientras tanto, Megan Thee Stallion continúa su carrera con notable éxito. En reiteradas ocasiones ha señalado el impacto psicológico y físico que le dejó el ataque, luchando a su vez por una mayor visibilidad de los derechos de las mujeres negras en el entretenimiento.
Reflexión final: música, poder y responsabilidad
Este caso representa la compleja intersección entre fama, violencia, justicia y redención. Tory Lanez tuvo una oportunidad invaluable para marcar una era en la música, pero se dejó arrastrar por impulsos destructivos. La sociedad debe cuestionarse cuánto peso le concedemos a las figuras públicas y si estamos preparados para exigirles responsabilidad moral, no solo éxito comercial.
En este contexto, la historia de Lanez no solo es un drama penal. Es también una advertencia de lo que ocurre cuando el poder mediático y artístico se desliga de la integridad personal. Porque el talento, por sí solo, no garantiza ni paz ni justicia.