Redes sociales y comunidad LGBTQ+: ¿regresamos a la era del odio digital?
Un análisis crítico sobre cómo las mayores plataformas han debilitado la seguridad online para las personas LGBTQ+, revirtiendo años de avances
Las plataformas sociales bajo la lupa
En pleno 2024, cuando la conectividad global debería ser sinónimo de inclusión y protección digital, las principales redes sociales parecen estar retrocediendo en su compromiso con la comunidad LGBTQ+. Un informe reciente de GLAAD (Alianza Gay y Lésbica Contra la Difamación) revela que plataformas como TikTok, Instagram, X (anteriormente Twitter), y YouTube están fallando gravemente en la protección de sus usuarios ante discursos de odio y acoso.
Este hallazgo se basa en la última edición del Social Media Safety Index de GLAAD, un informe que evalúa de forma sistematizada las políticas de seguridad, privacidad y libertad de expresión centradas en usuarios LGBTQ+ en las plataformas digitales. El resultado es desalentador: todas obtienen calificaciones por debajo de la media, siendo X la peor evaluada con un 30 sobre 100.
Retrocesos políticos disfrazados de libertad de expresión
Uno de los datos más preocupantes es lo que GLAAD describe como “retrocesos sin precedentes” en políticas de protección contra el discurso de odio. En el caso de Meta (empresa matriz de Facebook, Instagram y Threads), ha habido un relajamiento explícito de restricciones que antes prohibían calificar a personas LGBTQ+ como “mentalmente enfermas”, entre otras formas de estigmatización.
Según Meta, estas modificaciones buscan alinearse con un nuevo paradigma discursivo más acorde con la supuesta “discusión popular”. Sin embargo, en palabras de Sarah Kate Ellis, presidenta y directora ejecutiva de GLAAD:
“En un momento donde el acoso y la violencia contra la comunidad LGBTQ+ están aumentando en el mundo real, las redes sociales están obteniendo ganancias alimentando las llamas del odio en lugar de garantizar la seguridad de sus usuarios.”
Google y YouTube: protección eliminada para las identidades de género
Otra sorpresa desagradable llegó de Google: YouTube eliminó la referencia a 'identidad y expresión de género' de su lista de características protegidas en lo relativo a discursos de odio. Esta omisión representa, según GLAAD, la pérdida explícita de salvaguardias para personas transgénero, no binarias y con expresiones de género diversas.
Google, sin embargo, niega que haya habido un cambio en su política y asegura que sigue aplicando normas estrictas contra contenidos que promuevan odio hacia la comunidad LGBTQ+. A pesar de ello, hasta el cierre de este artículo, dicha característica no ha sido reincorporada en la política oficial de discurso de odio en su web.
TikTok, el menos malo, pero aún insuficiente
Aunque TikTok encabeza el índice con 56 puntos, ser el "mejor entre los peores" no es motivo de celebración. La plataforma sigue teniendo numerosos casos de eliminación injustificada de contenidos LGBTQ+, ocultamiento (shadow banning) y masiva difusión de hashtags transfóbicos y homofóbicos que permanecen activos.
Cabe mencionar que, en TikTok, las denuncias de acoso no siempre se procesan adecuadamente, y muchas cuentas comprometidas con la visibilización y la educación LGBTQ+ ven borradas sus publicaciones bajo pretextos poco claros o vagos como "contenido sensible".
X (Twitter): desde la toma de control de Musk, caída libre
Desde que Elon Musk adquirió la red anteriormente conocida como Twitter, las medidas de protección disminuyeron drásticamente. Con una puntuación de apenas 30 en el índice de GLAAD, X se ha consolidado como el entorno más hostil para usuarios LGBTQ+.
Entre las decisiones controvertidas más notables se destacan:
- La restauración de cuentas previamente clausuradas por incitación al odio.
- La eliminación de políticas contra la “mención indebida” (deadnaming) y el uso intencional de pronombres incorrectos (misgendering).
- Reducción del equipo de moderación de contenido especializado en minorías.
La justificación de Musk ha sido tener una plataforma donde “la libertad de expresión sea suprema”. No obstante, esto parece haberse traducido en carta blanca para discursos discriminatorios bajo la apariencia de opiniones personales.
Violencia digital que alimenta la violencia real
Según un informe de Human Rights Campaign publicado en 2023, los crímenes de odio motivados por identidad de género u orientación sexual han aumentado más de un 25% en zonas donde es habitual la difusión masiva de contenidos de odio online. La correlación es clara: cuando las redes normalizan este discurso, los agresores se sienten legitimados.
Otros estudios, como el Informe Global de Ciberseguridad y Minorías de 2022, advierten que:
- Más del 70% de personas trans sufrían acoso digital sistemático semanalmente.
- El 55% de contenido LGBTQ+ en YouTube fue demonetizado, incluso sin incumplimientos claros.
- Facebook eliminó el 32% de publicaciones LGBTQ+ educativas por “contenido no apropiado”.
¿Qué proponen los expertos en derechos digitales?
Las organizaciones como GLAAD, Human Rights Watch y Access Now exigen una serie de pasos urgentes:
- Reincorporar identidad de género y expresión como categorías protegidas en las políticas contra discursos de odio.
- Prohibir explícitamente el misgendering y deadnaming intencionales.
- Implementar mecanismos automáticos de moderación que prioricen autodeterminación de identidad.
- Garantizar la neutralidad algorítmica que no oculte contenidos relacionados con temas LGBTQ+.
- Designar equipos de moderación especializados en enfoque interseccional.
Al respecto, GLAAD afirma: “La intención no es censurar, sino proteger los derechos humanos fundamentales. Las redes sociales tienen el deber de crear espacios seguros para sus comunidades diversas”.
¿Realmente les importa a las plataformas?
A pesar de los reportes, las reuniones con activistas y los boicots públicos, muchas plataformas siguen priorizando métricas de interacción sobre ética digital. El discurso de odio genera clics, comentarios e interacciones, lo que a su vez alimenta los ingresos publicitarios.
Durante el Social Media Accountability Summit de 2023, solo TikTok asistió a la mesa redonda con los principales grupos de derechos digitales. Meta y X declinaron participar argumentando conflictos de agenda.
Resistencia y visibilidad desde la comunidad
A pesar del retroceso institucional, influencers, activistas y creadores LGBTQ+ no han bajado la guardia. Espacios como QueerTech Latinoamérica, TransHackFeminist Collective y canales educativos como “El Armario Abierto” apuestan por recuperar la narrativa en las plataformas y documentar los abusos con evidencia sistemática.
En palabras de la influencer trans mexicana Amara Gamino:
“No estamos pidiendo favores. Exigir seguridad en internet también es un derecho humano”
La otra cara: los usuarios exigen transparencia
Una encuesta realizada por la empresa Digital Rights Pulse a 10.000 usuarios en EE. UU., Brasil, España y México mostró que el 69% de los usuarios creen que las redes deberían hacer más para proteger grupos vulnerables. El 52% afirmó haber dejado de publicar contenido LGBTQ+ por miedo al acoso.
Esto deja en claro que la seguridad digital, especialmente para la población LGBTQ+, sigue siendo una deuda abierta. Si las grandes plataformas no asumen su papel con responsabilidad, corren el riesgo de convertirse en reproductores de violencia en lugar de espacios de conexión y construcción colectiva.
Hasta entonces, queda en manos de la sociedad civil, los creadores de contenido y los usuarios mantener viva la resistencia digital.