Pete Rose y Shoeless Joe Jackson: ¿Justicia histórica o amenaza a la integridad del béisbol?

La decisión de Rob Manfred de reincorporar a los dos íconos proscritos reaviva el debate sobre la moral del Salón de la Fama

El béisbol es más que un deporte en Estados Unidos: es una institución cultural, un símbolo nacional y, para muchos, una religión secular. Por eso, cada decisión que toca el corazón del juego —el Salón de la Fama— genera intensas pasiones. Y pocas decisiones en la historia reciente han sacudido tanto los cimientos del béisbol como la que tomó el comisionado Rob Manfred al anunciar la reinstauración de Pete Rose y Shoeless Joe Jackson, quienes habían sido excluidos permanentemente por apuestas y escándalos de integridad.

El regreso de estos íconos a la consideración para el Salón de la Fama ha sido celebrado por algunos como un acto de justicia largamente demorado y criticado por otros como un golpe a la pureza del juego. En este análisis, exploramos los argumentos de ambos lados, las implicancias de esta medida y lo que significa para el futuro moral del béisbol.

¿Quiénes fueron Pete Rose y Shoeless Joe Jackson?

Pete Rose, conocido como "Charlie Hustle", es el líder histórico en hits de las Grandes Ligas con 4,256 imparables. En su carrera, que se extendió de 1963 a 1986, jugó para los Cincinnati Reds, los Philadelphia Phillies y los Montreal Expos. Fue 17 veces All-Star, ganó tres títulos de bateo y dos Guantes de Oro.

Shoeless Joe Jackson fue una estrella del béisbol en las primeras décadas del siglo XX. Su promedio de bateo de por vida fue de .356, el tercero más alto en la historia de MLB. Sin embargo, su legado fue eclipsado por el infame escándalo de los Black Sox en 1919, donde ocho jugadores de los Chicago White Sox fueron acusados de conspirar para arreglar la Serie Mundial a cambio de dinero de apostadores.

Los motivos de su expulsión

  • Pete Rose fue sancionado en 1989 por el comisionado A. Bartlett Giamatti después de que una investigación descubriera que había apostado en juegos mientras era mánager de los Reds, incluidos juegos de su propio equipo. Aunque inicialmente negó los cargos, luego los admitió.
  • Joe Jackson y otros siete jugadores fueron expulsados del béisbol de por vida por el comisionado Kenesaw Mountain Landis, a pesar de que Jackson tuvo un excelente desempeño en la Serie Mundial de 1919.

Ambos fueron colocados en la lista de inelegibles de por vida y, como resultado, excluidos de cualquier consideración para el Salón de la Fama.

La decisión histórica de Rob Manfred

El 21 de mayo de 2024, el comisionado Rob Manfred anunció que retiraba a Pete Rose y Shoeless Joe Jackson de la lista de inelegibles, abriendo la puerta a que los comités del Salón de la Fama los incluyan en futuras votaciones. Esta decisión, explicó Manfred, fue tomada tras "una revisión exhaustiva del contexto histórico, la duración del castigo y los estándares actuales del juego".

"No estoy diciendo que no cometieron errores, pero después de décadas de exclusión, creemos que merecen una oportunidad para ser evaluados con la lente correcta", sostuvo Manfred.

Reacciones encontradas

Las reacciones al anuncio no se hicieron esperar, y reflejan la profunda división en la comunidad del béisbol.

Apoyos notables:

  • Bruce Bochy, mánager de los Texas Rangers: "Nadie jugó más duro que Pete. Nadie. Era completamente entregado. Fue un jugador completo, ganador... increíble lo que logró".
  • Mike Schmidt, tercera base del Salón de la Fama: "Hoy es un gran día para el béisbol... Felicidades a la familia de Pete y a sus seguidores que esperaron años por esta oportunidad".
  • Bob Castellini, dueño principal de los Reds: "Pete es uno de los más grandes jugadores, y nosotros continuaremos celebrándolo como siempre lo hicimos".
  • John Rocker, ex lanzador de Grandes Ligas: "Pete Rose merecía ver su nombre en el Salón de la Fama".

Críticas enfáticas:

  • Marcus Giamatti, hijo del ex comisionado A. Bartlett Giamatti: "Estoy increíblemente decepcionado. Esto pone en peligro la integridad del juego, y todo lo que mi padre intentó proteger".
  • Gary Sheffield Jr., ex jardinero: "Patético que hayan esperado a que Pete muriera para darle su día en el sol. Reprochable".

¿Qué dice el reglamento?

La Regla 21 del béisbol prohíbe de manera explícita que jugadores, entrenadores o empleados apuesten en partidos de Grandes Ligas. Esta regla está publicada en todos los camerinos y ha sido considerado un pilar inquebrantable de la integridad deportiva del béisbol.

El argumento de muchos que se oponen a la reincorporación de Rose y Jackson es que, si esta regla se deja de hacer cumplir, se abre la puerta a reinterpretaciones de principios básicos cada vez que cambia la marea social o política.

¿Y ahora qué? El rol del Comité de Era del Béisbol Clásico

Con la decisión de Manfred, Rose y Jackson son ahora elegibles para consideración por el Comité de la Era Clásica del Béisbol, uno de los cuerpos que eligen a expeloteros para el Salón de la Fama además de los votantes de la Baseball Writers' Association of America (BBWAA). Este comité se reúne cada tres años y está compuesto por 16 miembros, entre ellos ejecutivos, historiadores y ex jugadores.

Se requiere un mínimo de 12 votos (75%) para ingresar al Salón. Aunque aún falta para la próxima reunión del comité, ya se especula que tanto Rose como Jackson podrían conseguir los votos requeridos, especialmente por el creciente cambio generacional en la opinión pública.

Datos históricos para poner en contexto

  • Pete Rose fue suspendido en 1989. Han pasado 35 años desde entonces.
  • Joe Jackson fue expulsado en 1921. Su exclusión duró más de 100 años.
  • Barry Bonds y Roger Clemens, también con controversias éticas (uso de esteroides), han sido rechazados reiteradamente pese a méritos estadísticos aplastantes.
  • Considerando métricas avanzadas como WAR (Wins Above Replacement), Rose está entre los 10 mejores jugadores de todos los tiempos (con un WAR de 79.6).

¿Un nuevo precedente moral?

La reincorporación de Rose y Jackson podría cambiar para siempre cómo se percibe la elegibilidad al Salón de la Fama. El mensaje es claro: hay espacio para la redención, incluso después del castigo más severo. Pero también plantea preguntas alarmantes: ¿ignorar la historia de infracciones no pone en juego el valor simbólico del Salón?

En tiempos donde las apuestas deportivas están cada vez más legalizadas y normalizadas, el gesto de Manfred podría leerse también como un intento por acercar el béisbol a una cultura más permisiva y comercial.

El ex comisionado Kennesaw Landis, al imponer la sanción contra los Black Sox, dijo: "Independientemente de la veracidad del delito, un jugador debe evitar incluso la apariencia de falta de ética". ¿Hemos abandonado ese principio en la búsqueda de reconciliación?

¿Merecen un lugar en el Salón?

Esta es, en última instancia, una cuestión moral tanto como deportiva. Nadie puede negar la grandeza de Pete Rose en el terreno, ni la excepcional carrera estadística de Shoeless Joe Jackson. Pero el Salón de la Fama es, también, un lugar para preservar la integridad histórica del juego.

Como escribió Joe Posnanski, autor del libro "The Baseball 100": "El Salón de la Fama no es un salón de los mejores, sino un museo de la historia". Bajo esa prisma, quizá sí tengan un lugar. Pero el debate está lejos de terminar.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press