Latinos, economía y elecciones: ¿Está el Partido Demócrata perdiendo el pulso del votante hispano?
El enfoque tradicional en inmigración deja de ser suficiente: los votantes latinos priorizan el costo de vida en un año electoral decisivo
Una comunidad diversa con prioridades económicas comunes
Durante años, los estrategas demócratas han basado su acercamiento a los votantes latinos en temas como la inmigración, los derechos civiles y promesas de inclusión cultural. Sin embargo, las elecciones recientes y los cambios demográficos indican un cambio de paradigma: la economía se ha convertido en el eje central del voto latino en Estados Unidos.
De acuerdo con AP VoteCast, en las elecciones de 2024, la inflación y los altos costos de vivienda fueron las principales preocupaciones para una mayoría significativa de latinos, por encima de la inmigración o cuestiones sociales. Esto supone un reto y una oportunidad para los partidos políticos, especialmente para los demócratas.
“La economía es lo primero”
La frase no es solo un eslogan: líderes comunitarios, activistas y estrategas están viendo un patrón claro. Latinoamericanos de múltiples nacionalidades —mexicanos, puertorriqueños, venezolanos, colombianos y cubanos, entre otros— comparten una preocupación común: el aumento del costo de vida.
“Affordability, affordability, affordability,” repite Chuck Rocha, estratega demócrata que trabajó en la campaña de Bernie Sanders y en la de Rubén Gallego. “La asequibilidad es lo único que importa porque eso es lo que enfrentan cada día.”
La gasolina sube, el alquiler ya no se puede pagar, y comprar huevos se ha vuelto un lujo para algunos hogares. Este contexto ha llevado a muchos votantes latinos a reconsiderar por quién votar, e incluso a abstenerse completamente.
Donald Trump y su mensaje económico para los latinos
Durante la campaña presidencial de 2024, Donald Trump logró avances inesperados en zonas de mayoría hispana. En los barrios puertorriqueños del este de Pensilvania, en el Valle del Río Grande en Texas, y a lo largo del conocido corredor de la Interestatal 4 de Florida, el expresidente apeló directamente a preocupaciones cotidianas.
En lugar de discursos sobre inmigración, Trump enfocó su mensaje en tres pilares: empleo, reducción de impuestos y seguridad en la frontera para proteger los salarios de los ciudadanos. Y funcionó. Logró invertir tendencias que habían favorecido históricamente a los demócratas.
Según la organización conservadora Libre Initiative, el impacto de los recortes fiscales durante el primer mandato de Trump sigue resonando en algunas comunidades latinas. Daniel Garza, presidente del grupo, afirma que “hay nerviosismo” entre los votantes, pero también una disposición a ser pacientes: “Aguantamos mucho”, dijo refiriéndose a la capacidad de resiliencia del votante latino.
El fracaso de los eslóganes vacíos
Alex Berrios, cofundador de Mi Vecino, organización que moviliza votantes latinos en Florida, Arizona y Maine, sostiene que gran parte de la desconexión entre los demócratas y los votantes hispanos se debe a una campaña superficial. “Era como si sacaran el guion venezolano, o el guion cubano. No. Primero hay que ser relatable.”
Ese guion personalizado, pero excesivamente calculado, ha creado desconfianza. Muchos latinos sienten que los políticos solo los buscan durante las elecciones y que no reconocen sus verdaderas necesidades.
New Jersey, laboratorio de prueba para los demócratas
Las primarias del Partido Demócrata para gobernador en New Jersey se están convirtiendo en un ejemplo de las tensiones internas del partido. En 2020, Trump perdió varios pueblos con mayoría hispana por enormes márgenes. En 2024, los ganó.
La congresista Mikie Sherrill, quien aspira a la gubernatura, está cambiando de estrategia: en lugar de enfocarse en temas identitarios, utiliza su biografía militar e insiste en bajar los costos de salud y vivienda en sus campañas. Su equipo lanzó un memo resaltando que su prioridad es conectar cara a cara con los votantes latinos de dos condados suburbanos que han votado consecutivamente en primarias demócratas.
Una izquierda en busca de reinvención
Tom Perez, exdirector del Comité Nacional Demócrata y asesor de Joe Biden, acepta que el partido se enfocó demasiado en la “política de identidad”. “No supimos entender a fondo los problemas económicos básicos que los estaban motivando.”
¿Un giro a la derecha?
En estados como Florida y Texas, el creciente número de latinos conservadores sugiere un cambio ideológico de proporciones históricas. El Partido Republicano ha sabido aprovechar fallos demócratas y ha conseguido votos en lugares otrora inalcanzables.
Pero también hay incertidumbre. La política fiscal y comercial de Trump —con despidos en el gobierno federal, guerras comerciales y una economía que se contrajo entre enero y marzo— despierta dudas. A muchos latinos les preocupa que promesas de manufactura y autosuficiencia se traduzcan en más inflación.
Voto latino en cifras
- Más de 36 millones de latinos votaron en 2024, un récord histórico (Pew Research).
- El 38% de los adultos hispanos aprueba el manejo económico de Trump, según AP/NORC (mayo 2025).
- Uno de cada dos latinos encuestados considera la inflación la principal preocupación a la hora de votar.
El fantasma de la abstención
Grupos como Way to Win realizaron grupos focales con latinos que optaron por no votar en 2024. La conclusión fue contundente: los estadounidenses latinos ya no se sienten representados por ningún partido. Y por lo tanto, no se movilizan.
“Los votantes latinos no son monolíticos”, afirma Tory Gavito, cofundadora de Way to Win. “Pero en algo sí fueron monolíticos: la frustración con el sistema.”
¿Qué significa esto? Que quien logre realmente conectar con esa frustración y ofrecer soluciones tangibles, gana las elecciones. Ya no basta con lanzar campañas en español con ritmos tropicales. Hay que escuchar. Hay que proponer —y cumplir.
¿Qué nos dice el futuro?
La carrera hacia noviembre está llena de incógnitas. Donald Trump, a pesar de las controversias, ha conseguido una conexión emocional con una parte del votante latino. Los demócratas, si quieren evitar un colapso electoral, deben enterrar los viejos guiones e ir al corazón del asunto: ayudar a las familias trabajadoras a vivir mejor.