La guerra por el Senado en Georgia: Trump, Kemp y la batalla interna del Partido Republicano

Con figuras prominentes fuera de la contienda, los republicanos de Georgia libran una nueva lucha por la supremacía ideológica mientras se preparan para desafiar a Jon Ossoff en 2026

Un tablero político en movimiento

En Georgia, el panorama político ha dado un nuevo giro tras el anuncio de que ni el gobernador Brian Kemp ni la polarizante congresista Marjorie Taylor Greene se postularán para el Senado de los EE.UU. en 2026. Esta decisión ha dejado a la escena republicana estatal bajo un renovado foco de atención, especialmente tras la entrada formal del congresista Buddy Carter y, poco después, del Comisionado de Seguros del estado, John King.

¿Quién se perfila para desafiar al demócrata Jon Ossoff, uno de los rostros más notables de la nueva generación política? Y más importante aún: ¿quién liderará el flanco republicano en un estado bisagra con un pasado reciente repleto de giros electorales inesperados?

El factor Trump: bendición o ancla

La maga del GOP en Georgia no puede lanzar sus dados sin el visto bueno de una figura: Donald Trump. El expresidente aún mantiene una influencia considerable sobre las bases del partido, y varios candidatos están esperando señales claras desde Mar-a-Lago.

Trump se reunió recientemente con Kemp en Washington, según el Atlanta Journal-Constitution, lo que ha desatado especulaciones sobre una posible unión pragmática entre ambas figuras, tradicionales antagonistas dentro del partido. Kemp, que se resistió a los intentos de Trump de revertir los resultados de las elecciones de 2020, ahora parece dispuesto a colaborar para evitar una primaria costosa e ideológicamente extrema.

Buddy Carter: el primero en mover ficha

El congresista Buddy Carter, exalcalde, farmacéutico y legislador estatal, fue el primer peso pesado del GOP en entrar a la carrera por el Senado para 2026. Reconocido por su postura conservadora, Carter intenta posicionarse como un punto intermedio entre el estilo incendiario de figuras como Greene y el ala empresarial más moderada del partido representada por Kemp.

Pero Carter enfrenta un reto mayúsculo: es poco conocido fuera de su distrito costero, lo que podría minar sus posibilidades en el área metropolitana de Atlanta, donde reside alrededor del 60% del electorado estatal.

Un desfile de nombres en la lista de espera

Además de Carter y King, cinco grandes nombres se perfilan como posibles contendientes:

  • Mike Collins: Representante del noreste de Georgia, con fama de ser el más "trumpiano" del lote.
  • Rick Allen y Rich McCormick: congresistas con base conservadora.
  • Brad Raffensperger: Secretario de Estado conocido internacionalmente por desafiar a Trump tras las elecciones de 2020.
  • Greg Dolezal: senador estatal con influencias dentro del movimiento conservador cristiano.
  • Tyler Harper: Comisionado de Agricultura, otro nombre respetado en el norte rural de Georgia.

Cada uno evaluando cuidadosamente cómo sintonizar con Trump sin alienar a los votantes más pragmáticos.

El dilema Raffensperger

Pocos nombres dentro del partido evocan sentimientos tan encontrados como Brad Raffensperger. Para muchos votantes moderados e independientes, su negativa a "encontrar votos" para Trump en 2020 lo convirtió en un héroe institucional. Sin embargo, esa misma postura lo volvió persona non grata entre los activistas republicanos más leales a Trump.

“La mejor carta que puede jugar Brad es que puede ganar,” dijo el estratega republicano Jay Morgan. Pero, ¿podrá superar una primaria en la que la ortodoxia trumpista dicta las reglas del juego?

Un campo de batalla ideológico: ¿quién representa al verdadero GOP?

La primaria republicana en Georgia de 2026 se perfila como un referéndum interno sobre el futuro del partido en el estado. Según Chip Lake, exestratega de la campaña de Herschel Walker en 2022, “los republicanos ya no quieren política tradicional, quieren disrupción”.

Pero el riesgo para el GOP es evidente: una carrera demasiado inclinada hacia la derecha podría dejar al ganador irremediablemente vulnerable en las generales, como ya pasó con Walker, que perdió su contienda contra Raphael Warnock.

“Si nominamos a alguien demasiado extremo, no nos irá bien en una elección general,” advirtió Eric Tanenblatt, un firme donante y colaborador de campañas conservadoras.

¿Vuelta de hoja en Georgia?

La historia reciente de las elecciones en Georgia convierte esta carrera en un caso de estudio sobre la volatilidad política. El estado le dio la victoria a Joe Biden en 2020. Luego, en 2021, escogió a Jon Ossoff y Raphael Warnock para el Senado, entregando el control de la cámara alta al Partido Demócrata. En 2022, Warnock reafirmó su posición derrotando al candidato de Trump.

Georgia ha demostrado una y otra vez que su electorado no responde a lealtades fijas. Los republicanos deben aprender que ganar una primaria no garantiza el triunfo en noviembre.

Ossoff: en la mira

Jon Ossoff, electo en una segunda vuelta histórica en enero 2021, se ha posicionado como una figura eficaz que trabaja con ambos partidos en el Senado. Pero también ha mantenido una retórica crítica hacia Trump, lo que asegura que será objetivo principal para el MAGAverse en 2026.

En un escenario nacional clave, los republicanos consideran que Georgia junto con Michigan representan sus mejores oportunidades para arrebatar escaños al bloque demócrata. La clave será presentar un candidato que pueda movilizar las bases y atraer a los independientes.

Kemp: ¿el hacedor de reyes?

Aunque no será candidato, el gobernador Brian Kemp ha hecho saber que planea involucrarse activamente para garantizar que su partido recupere el escaño. Su maquinaria política, considerada como la más efectiva del estado, podría ser el factor definitivo para consolidar un candidato competitivo contra Ossoff.

“Que mi nombre no esté en la papeleta no significa que no esté en el campo político”, dijo Kemp. Su participación puede ser el factor que incline la balanza hacia una figura híbrida, como Carter, que combine lealtad republicana con pragmatismo electoral.

La lucha apenas comienza

Con más de un año por delante para la definición formal de candidaturas, los aspirantes deben acelerar la recaudación de fondos, el posicionamiento en medios y los endorsements clave. Figuras como Brian Jack, exasesor de Trump y congresista de primer año, podrían entrar en la contienda de sorpresa si así lo decide el expresidente.

Mientras tanto, organizaciones como Club for Growth o Americans for Prosperity podrían inclinar la carrera con campañas paralelas que moldean la percepción pública antes de que se determine oficialmente el candidato.

En definitiva, esta carrera interna del Partido Republicano en Georgia es una batalla por el alma del partido. ¿Triunfará el legado tradicional conservador de Kemp? ¿O el movimiento MAGA volverá a imponer a su candidato pase lo que pase?

Sea como sea, el camino hacia el Senado por Georgia en 2026 será uno de los más observados —y reñidos— del ciclo electoral estadounidense.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press