Alerta turquesa: una respuesta largamente esperada ante la crisis de desapariciones en comunidades indígenas
El caso de Emily Pike impulsa un cambio legislativo en Arizona y destaca la urgencia nacional de abordar la invisibilidad de las víctimas indígenas
Una deuda histórica con las comunidades indígenas
Durante décadas, las desapariciones y asesinatos de personas indígenas en Estados Unidos han sido pasados por alto por autoridades y medios de comunicación. Hoy, una tragedia conmueve a Arizona y pone en el centro del debate una situación que, desde mucho antes, ya era una emergencia nacional.
El asesinato de Emily Pike, una adolescente de la nación San Carlos Apache, ha resonado con fuerza en comunidades indígenas y en el ámbito legislativo. Su desaparición, el 25 de enero de 2025, pasó desapercibida por varios días. Su cuerpo fue hallado semanas después a más de 160 km del lugar donde fue vista por última vez. Emily tenía apenas 14 años.
Esta tragedia, aunque devastadora, ha generado un cambio político en Arizona: la creación del sistema de “alerta turquesa”, también conocido como Emily's Law, que busca mejorar la respuesta institucional en casos de desapariciones de personas indígenas.
¿Qué es la “alerta turquesa”?
La alerta turquesa es un nuevo sistema de notificación estatal diseñado para la búsqueda rápida de personas desaparecidas, especialmente indígenas. Es un mecanismo similar al Amber Alert, pero enfocado en una población históricamente desatendida: los pueblos nativos.
Este tipo de sistema no es exclusivo de Arizona. La idea nació en el estado de Washington en 2022 como respuesta a décadas de abandono por parte del sistema judicial y policial. Otros estados, como California, Colorado, Nuevo México y Dakota del Norte, han adoptado sus propias versiones: alerta turquesa, alerta pluma y otras variantes con nombres que simbolizan elementos espirituales para las comunidades nativas.
Por qué era necesaria una alerta dedicada
De acuerdo con la Federal Communications Commission (FCC), solo en 2023, más de 188,000 personas desaparecieron sin cumplir los criterios para una alerta Amber. Un porcentaje significativo de ellas pertenecía a comunidades indígenas, afrodescendientes o nativas de Alaska. Estas comunidades representan un 40% de las desapariciones nacionales, a pesar de ser una proporción mucho menor de la población total.
“No puedo aceptar que como estado no hayamos siquiera buscado a esta niña”, dijo entre lágrimas la Representante Teresa Martinez durante el debate de la legislación. “No podemos permitir que niños simplemente desaparezcan sin que nadie sea alertado.”
Los vacíos del sistema actual
Las alertas tradicionales como Amber o Silver Alerts tienen criterios bastante rígidos: normalmente solo se activan en caso de secuestro confirmado (Amber) o personas mayores con discapacidades cognitivas (Silver). Muchos de los casos de desaparición en comunidades indígenas ocurren bajo circunstancias que no cumplen esas normas, pero que claramente son urgentes y trágicas.
Emily Pike salió de un hogar grupal en Mesa, Arizona. Su madre, Steff Dosela, declaró que no fue notificada de la desaparición de su hija hasta una semana después. El sistema falló. La alerta turquesa busca cerrar ese vacío institucional.
Las cifras detrás del silencio
- En algunos estados como Nuevo México, las mujeres indígenas son asesinadas a una tasa tres veces mayor que las mujeres blancas.
- Un informe del Urban Indian Health Institute identificó 506 casos no resueltos de mujeres y niñas indígenas desaparecidas o asesinadas en 71 ciudades estadounidenses.
- En más del 70% de esos casos, no existía información demográfica completa en los reportes policiales.
Estos datos demuestran no solo la invisibilidad de las víctimas para el sistema de justicia, sino también la negligencia sistémica que ha impedido su adecuada protección.
La dimensión espiritual del color turquesa
El nombre de la alerta no es un simple gesto cromático sino un acto de reconocimiento cultural. El color turquesa tiene profundo significado espiritual para muchas naciones indígenas del suroeste estadounidense. Simboliza protección, sabiduría y salud. Vincular la lucha contra las desapariciones con un símbolo tan reverenciado es también una forma de devolver dignidad a quienes fueron invisibilizadas.
La reacción de las familias: dolor, pero también esperanza
“Aunque Emily ya no está con nosotros, todavía está haciendo una diferencia”, declaró su tío, Allred Pike Jr. Su sobrina se ha convertido en el rostro de una causa mucho más amplia, una que apela a la justicia y a la visibilidad.
Desde que se conoció su muerte, se han intensificado los esfuerzos para revisar y modificar la forma en que los hogares grupales —como donde residía Emily— reportan desapariciones de menores. El Senado de Arizona ha abierto una investigación sobre las prácticas del Departamento de Servicios Infantiles.
Además, el FBI ofreció una recompensa de $75,000 dólares para quien proporcione información que lleve a los responsables del asesinato de Emily. Esta suma se suma a otra equivalente ofrecida por la tribu San Carlos Apache.
Un modelo para el resto del país
La alerta turquesa de Arizona podría convertirse en un referente nacional. Los casos de desapariciones de personas indígenas no son exclusivos del suroeste del país. Desde Alaska hasta Nueva York, se reportan patrones similares: víctimas olvidadas, falta de atención mediática, negligencia policial.
En enero de 2024, California lanzó la “ebony alert”, destinada a niños y jóvenes afrodescendientes desaparecidos. Cada vez son más los estados que reconocen que los sistemas de alerta tradicionales no son suficientes para abordar la diversidad de amenazas que enfrentan diferentes comunidades.
El componente federal: ¿quién debe tomar la delantera?
Algunas organizaciones como Missing and Murdered Indigenous Women USA (MMIW USA) han instado al gobierno federal a crear un sistema nacional unificado que incorpore alertas especiales para víctimas indígenas, negras, hispanas y otras minorías.
Si bien la FCC ya aprobó un nuevo código para informar al público a través de medios masivos sobre personas en peligro (más allá de los Amber Alerts), aún existe desigualdad en su implementación a nivel estatal. Las comunidades tribales también enfrentan barreras jurisdiccionales, ya que muchas autoridades locales no tienen autoridad en territorios nativos, lo que complica más aún las investigaciones.
¿Qué sigue?
La ley ya ha sido firmada por la gobernadora Katie Hobbs. A partir de ahora, la policía en Arizona tendrá que notificar y emitir una alerta inmediata por desapariciones que se consideren sospechosas y que involucran a personas indígenas menores de 65 años.
Este nuevo sistema busca coordinar a agencias policiales, medios y ciudadanos, combinando herramientas digitales y análogas para maximizar las posibilidades de encontrar con vida a la persona desaparecida.
La aprobación de la alerta turquesa no resuelve todos los errores del sistema, pero sí da un gran paso para que futuras Emilys no sean olvidadas, y para que las comunidades indígenas no sigan siendo invisibles ante una tragedia que las ha afectado por generaciones.
Emily Pike ya no está, pero su nombre vivirá como emblema de un cambio que era urgente e inevitable.