Resistencia en las urnas: cómo los tribunales están desafiando los mapas políticos en EE.UU.
Entre manipulaciones partidistas, discriminación racial y elecciones decisivas, un vistazo a la batalla por la representación real en el sur de los Estados Unidos
El poder del trazo: cuando un mapa define el futuro político
La política estadounidense, tan conocida por sus dinámicas bipartidistas, es también escenario de conflictos menos visibles, pero de consecuencias profundas: los mapas distritales. Dibujados cada década con base en los censos, estos mapas definen quién vota dónde y, en última instancia, quién gana elecciones. Pero, ¿qué sucede cuando los mapas reflejan alianzas políticas más que demografía? ¿Qué pasa cuando las fronteras manipulan la representación de comunidades enteras, especialmente las minorías?
Este es precisamente el caso reciente en Mississippi, donde un panel de jueces federales anuló partes de un plan de redistribución legislativa aprobado en 2022. Según el fallo, los nuevos distritos diluyen el poder electoral de los votantes negros, vulnerando así la Ley de Derecho al Voto (Voting Rights Act).
Una historia que se repite: la pérdida del voto afroamericano
Mississippi tiene una historia larga y turbulenta con respecto a los derechos civiles y la segregación racial. Aunque representa la mayor proporción de población afroamericana de cualquier estado (alrededor del 38% según el censo de 2020), esa influencia demográfica rara vez se traduce en equiparable representación política.
Cuando en 2022 el estado rediseñó sus distritos legislativos para responder a los cambios poblacionales reportados por el censo, diversas organizaciones —entre ellas la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color)— presentaron demandas alegando violaciones al derecho al voto. La base del argumento: los mapas minimizan estratégicamente la capacidad de los votantes afroamericanos para elegir sus candidatos preferidos.
Una victoria judicial... parcialmente
El panel judicial que revisó el caso, compuesto por tres jueces nombrados por George W. Bush, emitió un dictamen que ordena la modificación del mapa del Senado en el condado DeSoto, una zona suburbana cerca de Memphis, con creciente población negra. Allí, según el fallo, se había creado un distrito que "une comunidades blancas de alta participación electoral con pueblos predominantemente negros del Delta del Mississippi", limitando así el poder real de los votantes negros.
Por otro lado, los jueces aceptaron la redistribución de distritos en Chickasaw County, aunque organizaciones defensoras de votantes negros habían manifestado también reparos sobre esa sección del plan. En resumen: la corte dio un paso correcto, aunque insuficiente.
Estadísticas que revelan exclusión
- Mississippi tiene más de un 30% de votantes afroamericanos registrados, pero menos del 15% de los escaños legislativos están ocupados por personas negras.
- En 2022, solo el 12% de los 52 distritos del Senado estatal fueron considerados "influenciados mayoritariamente por votantes negros".
- Desde 2010, más de 20 estados en EE.UU. han enfrentado litigios similares por supuesta manipulación partidista o racial de los mapas electorales (Brennan Center for Justice).
La ironía es cruda: aún en pleno siglo XXI, el acceso equitativo al voto sigue siendo una batalla constante. Y no sólo en Mississippi.
¿Qué es el “gerrymandering” y por qué importa?
El término "gerrymandering" data del siglo XIX, una combinación del apellido del gobernador Elbridge Gerry y la palabra "salamandra", debido a la forma estrambótica de un distrito que él aprobó. En términos simples, se refiere a la manipulación de los límites distritales a favor de un partido político o grupo étnico.
En Estados Unidos, donde más de un tercio de los estados permiten que las legislaturas controlen el proceso de redistribución de distritos, el gerrymandering se ha convertido en una herramienta poderosa para consolidar el poder partidista y excluir a minorías. Mississippi no es la excepción.
Calendario electoral: lo que viene en Mississippi
Con el nuevo dictamen judicial, el estado deberá redibujar el mapa del Senado para el área de DeSoto. El fallo también estableció fechas clave:
- 12 de mayo: difusión y entrega del nuevo mapa a autoridades locales.
- 2 - 9 de junio: plazo para inscripción de candidaturas.
- 21 de junio: inicio del voto anticipado por correo para las primarias del 5 de agosto.
- 20 de septiembre: comienza el voto anticipado para las elecciones generales del 4 de noviembre.
Estos plazos son esenciales porque permiten que las comunidades afectadas por la manipulación anterior tengan una nueva oportunidad para expresarse en las urnas.
¿Una tendencia nacional?
Mississippi no está solo. En Alabama, el Congreso estatal enfrentó una orden similar en 2023 por crear mapas que, según la Corte Suprema de EE. UU., violaban la Ley de Derecho al Voto. En Carolina del Norte, mapas fueron impugnados por gerrymandering partidista. En Texas, se registraron denuncias sobre cómo los distritos excluían áreas urbanas de gran población latina.
Lo curioso es que en casi todos los casos, los jueces nombrados en administraciones republicanas (como en el caso de Mississippi) son los que han determinado que las líneas fueron trazadas de forma injusta. Es una señal de que el problema escapa a la polarización partidista: es un asunto de democracia básica.
El mensaje entre líneas
Las decisiones sobre representación no sólo se dan en elecciones nacionales, sino también —y a menudo más decisivamente— a nivel local. Estados rurales y conservadores como Mississippi suelen ser terrenos fértiles para prácticas de exclusión electoral, revestidas de procedimientos institucionales. Pero las cortes, cuando funcionan adecuadamente, se vuelven también bastiones de equilibrio.
Como expresó la jueza Leslie Southwick en su voto concurrente: "El derecho al voto no es sólo poder depositar una boleta, sino saber que esa boleta tiene la misma fuerza que cualquier otra".
Un paso hacia la igualdad real
En tanto se desarrollan las elecciones especiales, queda claro que este tipo de intervenciones judiciales no solo corrigen mapas, sino que resignan el poder. Al obligar una reconfiguración más justa de los distritos, lo que se está garantizando es más que acceso: es influencia, liderazgo y representación sustantiva.
La lucha por el voto sigue siendo una historia sin un final claro. Pero episodios como el de Mississippi nos recuerdan que también es una historia que vale la pena seguir escribiendo.