Evan Longoria: el eterno Ray se despide del diamante como una leyenda
El ícono de Tampa Bay firmará un contrato simbólico de un día para retirarse con el equipo que lo vio brillar. Repasamos su legado, sus momentos icónicos y su impacto duradero en la MLB.
Un adiós con aroma a gloria
Después de una carrera brillante de más de 15 años en las Grandes Ligas, Evan Longoria ha decidido poner punto final a su trayectoria profesional, de la única manera que parecía apropiada: como un Tampa Bay Ray.
El próximo 7 de junio, Longoria firmará un contrato simbólico de un día con Tampa Bay para retirarse oficialmente como miembro del equipo donde cimentó su legado. Es un homenaje a la medida del jugador más importante en la historia de la franquicia.
El inicio de una era: el gran draft de 2006
Longoria fue seleccionado como la tercera elección global del Draft de 2006 por los entonces Devil Rays. Desde el principio, demostró un talento y carisma innegables, que encendieron la esperanza de una franquicia que por entonces luchaba por encontrar identidad y protagonismo en las Grandes Ligas.
Debutó en 2008 y de inmediato fue nombrado Novato del Año de la Liga Americana, gracias a sus 27 cuadrangulares y 85 empujadas en 122 partidos. Con él en tercera base, los Rays llegaron a su primera Serie Mundial ese mismo año, cayendo ante los Philadelphia Phillies en cinco juegos.
Ray por siempre: los récords de Longoria
Durante su etapa con Tampa Bay (2008-2017), Longoria se convirtió en el líder absoluto del equipo en múltiples estadísticas ofensivas:
- WAR (Wins Above Replacement): 51.7
- Juegos disputados: 1,435
- Jonrones: 261
- Carreras impulsadas: 892
- Carreras anotadas: 780
- Hits de extrabase: 618
- Bases por bolas: 569
Gracias a estos números, el presidente de operaciones de béisbol de los Rays, Erik Neander, lo describió como el jugador que "definió una era en el equipo".
Un All-Star dentro y fuera del campo
Longoria fue tres veces All-Star (2008, 2009 y 2010), ganador de tres Guantes de Oro (2009, 2010 y 2017), y un Silver Slugger en 2009, año en que también finalizó sexto en la votación al MVP de la Liga Americana, posición que repitió en 2013.
Pero más allá de los galardones, Longoria se distinguió por su liderazgo silencioso, su entrega constante y su rol fundamental en consolidar a Tampa Bay como un equipo competente y respetado dentro de las Grandes Ligas.
El jonrón más icónico en la historia del equipo
Uno de los momentos más recordados de su carrera —y quizás de toda la historia de la franquicia— ocurrió el 28 de septiembre de 2011. Cuando parecía que los Rays quedarían fuera de la postemporada, Longoria conectó un jonrón walk-off en la 12ª entrada contra los Yankees, que clasificó a Tampa Bay a los playoffs, eliminando a los Red Sox en una noche de drama inolvidable.
Ese jonrón fue inmortalizado en una estatua que hoy se encuentra fuera de la Puerta 4 del Tropicana Field, un tributo más que merecido a su contribución al equipo y a la ciudad.
Los últimos años: de San Francisco a Arizona
En diciembre de 2017, Longoria fue traspasado a los San Francisco Giants, equipo con el que estuvo durante cinco campañas (2018-2022). Su última aparición en Grandes Ligas fue en 2023 con los Arizona Diamondbacks, equipo al que ayudó a llegar a la Serie Mundial, aunque ya con un rol más limitado debido a la edad y las lesiones.
Aunque no jugó en 2024, nunca anunció oficialmente su retiro, lo cual hizo crecer la expectativa de que volvería a Tampa para colgar los spikes, como finalmente lo hará este 7 de junio.
Un legado más allá del béisbol
En una era de inmediatez y de jugadores que cambian de equipo con facilidad, Longoria representa algo mucho más profundo: la lealtad, el compromiso y el significado de ser la piedra angular de una franquicia.
Además de sus méritos dentro del terreno, su trabajo en la comunidad de St. Petersburg y su cercanía con los fanáticos contribuyeron a consolidarlo como una figura querida y respetada.
Palabras que resumen una carrera
“Evan Longoria’s place in Rays history is unmatched... He not only defined an era of Rays baseball — he helped put us on the map.”
En efecto, Longoria no solo jugó para los Rays: ayudó a crear la identidad deportiva del equipo, elevándolo de ser una franquicia marginal a convertirse en un animador constante en la Liga Americana.
La ceremonia del adiós
El homenaje oficial tendrá lugar antes del juego entre los Rays y los Marlins en el Steinbrenner Field, la casa de entrenamiento primaveral de los Yankees, ubicada en Tampa. Se espera una ceremonia emotiva, con antiguos compañeros y personal de la organización en un acto que cerrará con broche de oro una carrera ejemplar.
Longoria y la historia de los terceros bases
Con toda justicia, Longoria debe ser considerado uno de los mejores antesalistas de este siglo. Si bien nombres como Scott Rolen, Adrián Beltré o Nolan Arenado deslumbran por su consistencia ofensiva y defensiva, Evan se ganó un lugar en ese grupo cerrado gracias a una combinación de poder, solvencia defensiva y liderazgo silencioso.
Con su retiro, se cierra una era que nos recuerda el valor de los jugadores que hacen carrera en una sola franquicia (durante su pico) y que logran dejar una huella no solo en las estadísticas, sino en la memoria colectiva de sus fanáticos.
¿Salón de la Fama?
Una pregunta inevitable es si Longoria tendrá un lugar en el Salón de la Fama de Cooperstown. Aunque sus números totales pueden no compararse a los de otros bateadores destacados, su impacto con la franquicia, sus logros individuales y su estatus como ícono de los Rays juegan a su favor.
Queda en manos de los votantes, pero sin duda alguna, en el corazón de Tampa Bay, Longoria ya es inmortal.