Hollywood arde: Marvel lidera taquilla mientras se encienden tensiones políticas por derechos de autor en EE.UU.
‘Thunderbolts’ arrasa en cines mientras la Casa Blanca despide a la máxima autoridad en derechos de autor en medio de un debate clave sobre inteligencia artificial
El rugir de Marvel en la taquilla: ‘Thunderbolts’ pone orden en la pantalla
Marvel ha vuelto a demostrar su poderío en la gran pantalla con el estreno de “Thunderbolts”, una película que no solo encabeza la taquilla, sino que también promete dejar una huella más duradera de lo que muchos esperaban. En su segunda semana, ya ha acumulado más de $272 millones a nivel global, superando incluso a otros títulos importantes del universo cinematográfico de Marvel como “Captain America: Brave New World”.
Aunque la película sufrió una caída del 55% en su segunda semana —típica en grandes estrenos— aún conserva una fuerte presencia gracias a las opiniones positivas del público. Como apuntó Paul Dergarabedian, analista de Comscore, “El poder de permanencia de este filme recuerda la época dorada de Marvel”.
Este fenómeno no ocurre en un vacío cinematográfico. Mientras Thunderbolts lidera, otras producciones como “Sinners” y “A Minecraft Movie” también destacan. “Sinners”, por ejemplo, ha superado la barrera de los $200 millones en EE.UU. en tiempo récord para una cinta original y clasificación R. “Minecraft” ya bordea los $910 millones globales.
La otra pantalla: despidos, derechos de autor e inteligencia artificial
Pero mientras las luces brillan en los cines, otra historia menos glamurosa se cuece en las oficinas gubernamentales: la destitución de Shira Perlmutter, máxima autoridad de derechos de autor de EE.UU., sacudió el ecosistema cultural y tecnológico.
El despido llega justo después de que también fuera relevada de su cargo Carla Hayden, la primera mujer afroamericana en liderar la Biblioteca del Congreso. Ambas destituciones se perciben como parte de un esfuerzo del expresidente Donald Trump por desplazar a figuras críticas con su política, según argumentan diversos representantes demócratas en el Congreso. El representante Joe Morelle calificó la decisión como “un descarado e inédito intento de concentrar poder sin base legal alguna”.
La remoción de Perlmutter se produce en el momento más sensible: su oficina acababa de publicar una importante serie de reportes sobre inteligencia artificial y derechos de autor. En enero de este año, declaró que “extender la protección de copyright a contenido generado exclusivamente por máquinas iría en contra de los fundamentos constitucionales de la ley de derecho de autor”.
¿Quién controla la creatividad en la era digital?
El debate sobre los derechos de autor y la inteligencia artificial está lejos de ser solo legal: es profundo, filosófico y económico. Cada año, la oficina de derechos de autor de EE.UU. recibe casi medio millón de solicitudes, cubriendo millones de obras creativas. ¿Qué sucede cuando los sistemas de IA empiezan a imitar o incluso superar la creatividad humana?
El informe publicado por la oficina bajo la dirección de Perlmutter fue el tercer volumen de una extensa serie iniciada en 2023. El estudio recogió opiniones de una diversidad de sectores: desarrolladores de IA, actores, cantantes de country y expertos legales. Todos buscaban respuesta a una pregunta esencial: ¿Puede la IA generar contenido con derechos de autor?
La conclusión fue clara: debe existir intervención humana significativa para que la obra sea registrada legalmente. De otro modo, se corre el riesgo de proteger expresiones que no tienen una base creativa humana, lo cual contraviene el espíritu del artículo I, sección 8 de la Constitución de EE.UU., que autoriza al Congreso a promover el progreso de la ciencia y las artes útiles mediante la concesión de derechos exclusivos a los autores e inventores.
Hollywood y la IA: ¿crear o replicar?
Este debate no es nuevo para la industria del entretenimiento. En 2023 y 2024, asociaciones de guionistas y actores lucharon en huelgas prolongadas, exigiendo límites al uso de IA generativa por parte de estudios como Netflix o Disney. La WGA y el sindicato SAG-AFTRA finalmente llegaron a acuerdos que establecen la necesidad de contar con aprobación humana y vías de compensación cuando se utilicen voces o imágenes generadas por IA.
Por eso, no es casual que Marvel —cuyas películas generan ya el 30% de los ingresos cinematográficos de Disney— esté teniendo cuidado con el tratamiento del contenido en la era post-huelgas. “Thunderbolts” destaca no solo por su narrativa, sino por su clara aspiración a mantener estándares de calidad reconocibles en relación con la producción y trabajo humano creativo.
El nexo legal y económico: una bomba de tiempo
La remoción de Perlmutter podría tener consecuencias profundas. Aunque muchos ven su despido como una cruzada ideológica, el momento es especialmente delicado. Empresas como OpenAI, Google y Meta están involucradas en litigios sobre si tienen derecho a entrenar sus modelos con material protegido con copyright sin permiso.
Una estimación de Reuters indica que actualmente hay más de 15 demandas federales pendientes sólo en EE.UU. por el uso no autorizado de contenido para alimentar modelos de inteligencia artificial. En este sentido, la oficina de copyrights juega un rol fundamental como árbitro técnico e interpretativo en la definición de futuras leyes.
Un vacío que preocupa a creadores
Organizaciones que representan a músicos, cineastas y escritores han denunciado el despido de Perlmutter ante lo que ven como una estrategia para aflojar controles legales justo cuando la defensa de los derechos de autor requiere posicionamientos firmes. Además, si el reemplazo favorece intereses tecnológicos, la balanza podría inclinarse peligrosamente hacia una permisividad amplia en modelos de entrenamiento AI.
“No se trata de proteger el negocio tanto como proteger el alma del arte”, dijo recientemente Alicia Keys durante su intervención en un panel sobre IA y propiedad intelectual en el festival de Sundance. La frase resonó especialmente porque la industria musical ya vive en carne propia el avance de sistemas como Suno o Udio, capaces de generar canciones con calidad casi profesional en segundos.
La ironía de Disney en medio del conflicto
Una de las imágenes más simbólicas del fin de semana fue la de Bob Iger, CEO de Disney, posando junto a Kevin Feige en la alfombra roja del estreno de “Thunderbolts”. Ambos son figuras críticas del poder creativo en Hollywood, pero también representan a empresas que están profundamente interesadas en aprovechar las nuevas tecnologías, incluyendo la IA.
Bob Iger, CEO de Walt Disney Company, junto a Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, en el estreno de “Thunderbolts”.
Es probable que las discusiones internas sobre el uso de IA —tanto en procesos creativos como administrativos— avancen mientras las ventas de taquilla resucitan el entusiasmo en la industria post-pandemia. Pero todo apunta a que sin una legislación clara —y sin figuras como Perlmutter que sostengan argumentos técnicos sólidos—, el equilibrio entre innovación y derechos humanos seguirá en peligro.
Expectativas para el verano: ¿una explosión o una redefinición?
Con títulos como “The Fantastic Four: First Steps”, “Lilo & Stitch” (remake live-action) y la explosiva final de “Mission: Impossible – The Final Reckoning” en camino, esta temporada de verano promete ser una de las más importantes en años para Hollywood. Pero más allá de las cifras, las películas que triunfen deberán responder a las nuevas exigencias éticas del público: ¿estamos viendo arte humano o proyecciones algorítmicas?
Coloquialmente, muchos aún se maravillan al ver un blockbuster lleno de efectos especiales y acción vertiginosa. Pero en lo más profundo, la conversación cultural está cambiando: ¿quién debe tener el control sobre las historias que nos definen como sociedad?
Y la respuesta, como en todo buen guion de Marvel, llega después de mucho conflicto, pérdida y, quizá, alguna esperanza inesperada.