Tensión nuclear entre India y Pakistán: un conflicto que vuelve a encenderse

Misiles, drones y acusaciones cruzadas marcan una peligrosa escalada militar entre las dos potencias nucleares tras una masacre en Cachemira

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ISLAMABAD / NUEVA DELHI – El sur de Asia vuelve a estar en vilo. Las tensiones históricas entre India y Pakistán han dado un giro alarmante en los últimos días con el uso de misiles balísticos, ataques aéreos y operaciones con drones que han dejado al mundo entero en alerta. El detonante: una masacre ocurrida el 22 de abril en un sitio turístico de Cachemira bajo control indio, que dejó 26 civiles muertos. India ha culpado a Pakistán del ataque, mientras que Islamabad niega toda implicación.

El conflicto que nunca desaparece

Desde la Partición de 1947, que dio origen a India y Pakistán como estados independientes, estos países han entrado en conflicto en al menos tres ocasiones a gran escala, además de innumerables escaramuzas a lo largo de la tensa Línea de Control en Cachemira. Ambos países reclaman esta región montañosa y de mayoría musulmana como propia, y las tensiones se han convertido casi en una constante geopolítica en el sur de Asia.

Sin embargo, el actual repunte de violencia tiene implicaciones inéditas por el empleo abierto de misiles balísticos y drones armados, algo que marca una escalada cualitativa en sus enfrentamientos.

Misiles desde ambos lados y una respuesta inmediata

El sábado, el portavoz del ejército paquistaní, el teniente general Ahmad Sharif, confirmó en un comunicado televisado que India había disparado misiles contra tres bases aéreas pakistaníes en Rawalpindi, Chakwal y el distrito de Jhang. Aunque la mayoría fueron interceptados, algunos impactaron dentro del territorio pakistaní.

El gobierno pakistaní, a través del canal estatal PTV, respondió anunciando ataques de represalia "en múltiples ubicaciones en India", incluyendo instalaciones militares en Pathankot, Udhampur y un almacén de misiles cerca de la frontera indo-paquistaní.

General Sharif fue contundente al acusar al gobierno indio de "provocación del más alto nivel" e informó que, incluso, uno de los misiles indios cayó en la ciudad india de Adampur, mientras otros impactaron en Amritsar y, sorpresivamente, uno habría llegado hasta Afganistán.

La nueva dimensión tecnológica del conflicto: drones y guerra electrónica

La noche del viernes, el ejército indio emitió un comunicado informando sobre avistamientos de drones en 26 ubicaciones distintas a lo largo de sus estados fronterizos con Pakistán, incluyendo Srinagar, la capital de verano de la región de Cachemira. Estos drones, de origen no especificado, fueron "rastreados y neutralizados", afirmó el parte oficial.

India también respondió con ataques aéreos contra lo que describió como objetivos militantes en suelo pakistaní, acciones que, según fuentes de seguridad en Islamabad, causaron la muerte de al menos 31 civiles. A su vez, Pakistán aseguró haber derribado cinco aviones de combate indios.

No sólo los drones entraron en juego: según informes no confirmados, misiles de origen chino y tecnología electrónica israelí habrían sido utilizados por ambos bandos, reflejando cómo el conflicto absorbe tecnología militar importada a gran escala.

Un conflicto rodeado de propaganda y diplomacia fallida

Syed Mohammad Ali, un analista de defensa con sede en Islamabad, aseguró que Pakistán "ejerció la máxima moderación" antes de lanzar sus ataques en represalia. “Dimos lugar a la diplomacia cuando países amigos intentaron mediar. Pero India continuó con su agresión”, dijo Ali en una entrevista televisiva.

Mientras tanto, India se ha mantenido en silencio oficial ante las acusaciones directas y ha optado por aplicar medidas defensivas intensas. Esto incluye patrullas aéreas constantes, refuerzo de defensas antimisiles, y la suspensión del torneo IPL de cricket por una semana, una decisión que ilustra la seriedad con que Nueva Delhi ve la situación.

Encrucijada nuclear y necesidad urgente de mediación internacional

India y Pakistán poseen alrededor de nuevas 160 y 165 ojivas nucleares respectivamente, según estimaciones del Federation of American Scientists. El último intercambio de misiles y drones ha colocado a ambas naciones peligrosamente cerca de una confrontación que podría trascender las hostilidades convencionales.

La comunidad internacional ha mantenido un silencio preocupante, pese al riesgo de que ocurra un evento irreversible. Las Naciones Unidas han hecho llamados genéricos a la calma y al diálogo, mientras actores clave como China, Rusia y Estados Unidos no han emitido posiciones firmes.

Pakistán ha buscado apoyo diplomático en la Organización de Cooperación Islámica (OCI), y se espera que convoque una sesión de emergencia. Por su parte, India ha reforzado su acercamiento a Francia y EE. UU., clave por su cooperación militar.

Historia repetida: la sombra del atentado de Pulwama (2019)

Los paralelismos con el atentado de Pulwama en 2019, donde un ataque suicida mató a 40 soldados indios y condujo a ataques aéreos de ambos bandos, son evidentes. Aquel episodio encendió alarmas similares de guerra, pero afortunadamente fue contenido en pocas semanas. Hoy, una década después, los riesgos se han multiplicado.

Desde entonces, India ha endurecido su postura respecto a Cachemira, revocando su estatus especial en 2019 y aumentando su control militar. Esto ha incrementado la frustración local y la percepción por parte de Pakistán de un conflicto ético y religioso subyacente.

¿Camino hacia la guerra o pavimento hacia la diplomacia?

La situación actual exige acciones contundentes de diplomacia preventiva, con intermediarios regionales como China, Turquía o Arabia Saudita actuando con urgencia para evitar una catástrofe.

En palabras del analista de conflictos, Ajay Sahni, de Nueva Delhi: “No es sólo un asunto de defensa. Es un tema de gestionar la percepción pública en dos países con movimientos nacionalistas en ascenso. Si los líderes apuestan todo a la defensa de la honra nacional, la guerra será inevitable”.

Las próximas horas y días serán clave para saber si este es otro episodio más en la larga lista de enfrentamientos indo-paquistaníes o el inicio de una crisis de dimensión global.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press