Robert De Niro y Cannes: Una historia de amor cinematográfico que se corona en 2025
El ícono de Hollywood recibe la Palma de Oro honorífica en un festival que ha sido su escenario durante casi 50 años
Robert De Niro, uno de los actores más influyentes de la historia del cine, ha sido galardonado con la Palma de Oro honorífica del Festival de Cine de Cannes 2025. Este tributo no solo reconoce una carrera estelar en la pantalla, sino también una relación única y duradera con el festival más prestigioso del mundo. En este artículo analizamos, desde un enfoque de análisis, la profunda conexión entre De Niro y Cannes, así como las huellas que ambos han dejado en el arte cinematográfico internacional.
El nacimiento de una leyenda: De Niro y Cannes, 1976
Fue en 1976 cuando De Niro consolidó su estatus como leyenda viviente. Ese año, el neoyorquino protagonizó dos filmes legendarios que se presentaron en competencia oficial en Cannes: “Taxi Driver” de Martin Scorsese y “1900” de Bernardo Bertolucci. Taxi Driver, una obra cruda y provocadora sobre la alienación urbana, se convirtió en un fenómeno cinematográfico instantáneo y se alzó con la Palma de Oro.
El impacto de Taxi Driver fue tan rotundo que su victoria en Cannes se convirtió en un hito dentro de la historia del festival. Robert De Niro, con su inolvidable interpretación de Travis Bickle, entró no solo en la historia del cine estadounidense sino también en la del cine mundial. La famosa frase “You talkin’ to me?” resonó en la Croisette, y desde entonces, Cannes y De Niro parecían destinados a reencontrarse una y otra vez.
Una estrella recurrente en la Croisette
Tras su triunfo con Taxi Driver, De Niro volvió a Cannes en múltiples ocasiones con cintas que dejaron huella:
- 1983 – The King of Comedy, nuevamente bajo la dirección de Scorsese, donde De Niro encarnó a un extravagante comediante obsesionado con la fama.
- 1984 – Once Upon a Time in America, de Sergio Leone, una epopeya mafiosa que desde su estreno fue aclamada como una obra maestra.
- 1986 – The Mission, de Roland Joffé, que también se alzó con la Palma de Oro ese año. Así, De Niro se convirtió en uno de los pocos actores en estelarizar dos películas ganadoras.
Su presencia no se limitó a interpretar personajes memorables. En 1991, el actor recibió la Medalla de las Artes y Letras de manos del Ministro de Cultura francés, Jack Lang, consolidando aún más su estrecha relación con Francia y su cultura.
Ese mismo año presentó en Cannes la película “Guilty by Suspicion”, junto a Sam Wanamaker e Irwin Winkler, consolidando aún más su fuerte presencia tras la Cortina de Cannes.
De actor a presidente del jurado: su evolución en el festival
De Niro no solo ha sido protagonista en la pantalla; también ha desempeñado un papel central en la estructura del festival. En 2011, fue el presidente del jurado de la 64ª edición, donde se premió a “The Tree of Life” de Terrence Malick. Según sus propias palabras:
“Tengo sentimientos muy profundos por el Festival de Cannes. Especialmente ahora, cuando hay tantas cosas en el mundo que nos dividen, Cannes nos une: narradores, cineastas, fans y amigos. Es como volver a casa.”
El festival fue también el escenario para el estreno internacional de “Killers of the Flower Moon” en 2023, un reencuentro entre De Niro y Scorsese que recordó a los asistentes por qué esta dupla es de oro en la historia del cine.
Palma de Oro honorífica: una corona a su carrera
El 13 de mayo de 2025, Robert De Niro fue premiado en la ceremonia inaugural del Festival de Cannes con la Palma de Oro honorífica. Este galardón, reservado para figuras que han tenido una enorme influencia en el mundo del cine, lo sitúa junto a otros homenajeados como Agnès Varda, Jane Fonda o Alain Delon.
Esta distinción no solo reconoce su calidad actoral, sino su compromiso continuo con el cine de autor, la diversidad, y su papel como impulsor de nuevos talentos a través del Tribeca Film Festival, fundado por él en 2002 en respuesta al 11S.
De Niro y el cine como lenguaje universal
Además de su innegable talento, De Niro ha sido un puente entre Hollywood y el cine mundial. Su versatilidad le ha permitido participar tanto en megaproducciones como en películas independientes, prestando su nombre y prestigio a proyectos arriesgados que, de otra manera, quizás nunca se hubieran realizado.
Analizando su filmografía, encontramos títulos que han desafiado las convenciones narrativas y estéticas del cine, como:
- Raging Bull (1980)
- Heat (1995)
- Cape Fear (1991)
- Awakenings (1990)
Cada uno ofrece una faceta diferente del actor: violento, sensible, calculador, emocional, siempre camaleónico.
El legado de De Niro en Cannes: más allá del premio
El papel de De Niro en Cannes es más profundo de lo que sugiere un simple recorrido filmográfico. Ha sido parte esencial de la historia del festival, propulsando obras, apadrinando talentos, y manteniendo una presencia constante que ha ayudado a fortalecer su prestigio.
Como Martin Scorsese declaró una vez: “Nadie comprende la dualidad humana como Bob. Lleva consigo la furia contenida de Travis Bickle, pero también la ternura de un padre italiano.”
¿Qué representa Cannes para De Niro?
En palabras del propio actor:
“Cada vez que vuelvo a Cannes siento que regreso a casa. Aquí nacieron muchos de mis proyectos más queridos y aquí me reencontré con viejos amigos. Aquí celebramos el poder del cine.”
Ese sentimiento de pertenencia mutua entre un actor y un festival no es común. Cannes ha sido un hogar artístico para De Niro y él, a su vez, ha alimentado al festival con su presencia magnética y su admiración sincera por el arte del cine.
Una despedida o un nuevo comienzo
Con 81 años, De Niro no muestra signos de retiro. Continúa actuando, produciendo, dirigiendo y descubriendo talentos. Pero este galardón podría marcar el cierre de un ciclo trascendental: cinco décadas de colaboración constante con el festival que representa la esencia del cine de autor, revolucionario y provocador, tal como lo es él.
Más allá del premio, la Palma de Oro honorífica encierra un mensaje simbólico: el reconocimiento a un actor que ha moldeado el arte cinematográfico contemporáneo y que ha sido testigo —e impulsor— del crecimiento de Cannes como faro cultural mundial.
Como espectadores, solo nos queda aplaudir, volver a ver Taxi Driver, y agradecer que vivamos en la misma era que Robert De Niro. Porque mientras él siga apareciendo en escena, el cine seguirá siendo, como Cannes, un lugar donde nos reencontramos para soñar juntos.