Celebraciones bajo presión: La resistencia estudiantil ante el desmantelamiento de la diversidad en las universidades de EE. UU.

Mientras la administración Trump arremete contra iniciativas de equidad e inclusión, estudiantes de Kentucky muestran cómo resistir con orgullo y dignidad

La diversidad bajo ataque legislativo

En medio de una serie de decisiones políticas que buscan erradicar programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en el sistema educativo público de los Estados Unidos, los estudiantes han decidido tomar cartas en el asunto. En las últimas semanas, se ha desatado una ola de protestas y estrategias alternativas lideradas por jóvenes que buscan preservar espacios de celebración, reconocimiento e identidad.

Un claro ejemplo de esta resistencia tuvo lugar en Lexington, Kentucky, donde estudiantes afroamericanos y de otras minorías se organizaron para llevar a cabo su propia ceremonia de graduación, luego de que la Universidad de Kentucky cancelara oficialmente los eventos destinados a estudiantes de grupos históricamente marginados.

El contexto nacional: la política contra la identidad

El expresidente Donald Trump y sectores republicanos conservadores han encabezado una cruzada contra cualquier forma de reconocimiento institucional que se perciba como trato diferenciado según raza, género o preferencia sexual. En febrero de 2025, el Departamento de Educación envió una directiva a las universidades exigiendo el fin de actividades asociadas a la DEI. Según sus argumentos, iniciativas como ceremonias de graduación específicas para estudiantes afroamericanos, latinos, LGBTQ+ o de primera generación violarían la sentencia del Tribunal Supremo de EE. UU. de 2023, que anuló el uso de preferencias raciales en admisiones universitarias.

Estados como Kentucky, cuyo legislativo es dominado por republicanos, han acogido esta narrativa con entusiasmo. En solo seis meses, se han aprobado leyes que prohíben explícitamente el financiamiento público de actividades relacionadas con DEI en universidades.

La “Senior Salute”: una respuesta simbólica e inspiradora

Frente a esta ola represiva, estudiantes de la fraternidad histórica Alpha Phi Alpha lideraron la organización de una ceremonia alternativa: la Senior Salute. El evento se realizó en el Lyric Theatre, un centro cultural emblemático para la comunidad afroamericana de Lexington.

Varias docenas de graduados, vestidos con toga y birrete, recibieron estolas y cordones que atestiguan su esfuerzo académico y orgullo identitario. Sus familias los vitorearon mientras líderes comunitarios y religiosos, como el rabino David Wirtschafter, les dirigieron palabras emotivas: “Kudos a ellos por tomar la iniciativa y liderar esta celebración en circunstancias tan lamentables”.

Un liderazgo estudiantil que inspira

Kristopher Washington, organizador principal del evento y miembro de Alpha Phi Alpha, enfatizó la importancia de la acción directa: “Si quieres que algo suceda, hazlo tú mismo. No hay que esperar a que lo haga alguien más”. Su mensaje resonó profundamente entre los asistentes, especialmente entre aquellos que han experimentado exclusión sistemática por sus identidades.

Para muchos de estos jóvenes, la cancelación de las celebraciones oficiales fue más que una pérdida simbólica. Fue una traición institucional. La estudiante graduada Marshae Dorsey expresó: “Fue como una bofetada en la cara. Estas ceremonias son inofensivas, solo buscan celebrar nuestros logros”.

¿Inclusión o retroceso institucional?

El presidente de la universidad, Eli Capilouto, justificó su decisión en un video publicado recientemente: “Cada parte de nuestra universidad está bajo escrutinio. Cancelar celebraciones para estudiantes que no siempre se han visto reflejados en nuestra comunidad es lamentable, pero necesario según la ley”.

Sin embargo, este tipo de decisiones no solo han despertado indignación entre los estudiantes. Brandy Robinson, tía de uno de los graduados, calificó la cancelación como un acto de cobardía: “Quitarles estos momentos por miedo es simplemente decepcionante”.

La historia de graduaciones por afinidad

Las ceremonias por afinidad tienen una historia larga en América del Norte. Desde las décadas de 1970 y 1980, universidades de prestigio como Harvard, Yale y Stanford han promovido graduaciones opcionales para estudiantes afroamericanos, latinos, LGBTQ+ y otros grupos históricamente excluidos. Estas ceremonias buscan reafirmar la identidad de los estudiantes y resaltar las luchas particulares que enfrentan en su camino académico.

Investigaciones como las del American Association of Colleges and Universities han demostrado que estos actos tienen un impacto positivo en el sentido de pertenencia y bienestar emocional del estudiantado. Según un informe publicado en 2022, el 82% de los participantes en estas ceremonias afirmaron sentirse más valorados por su comunidad universitaria.

¿Un futuro sin DEI?

A pesar del entusiasmo en algunos sectores conservadores por eliminar los programas DEI, múltiples universidades continúan defendiéndolos como vitales para mantener una comunidad sana, diversa y equitativa. La Universidad de Columbia, por ejemplo, emitió un comunicado reciente reafirmando su compromiso con la equidad racial a pesar de las amenazas de corte de fondos por parte del Departamento de Educación.

Sin embargo, el miedo a represalias está obligando a muchas instituciones a revisar o eliminar estas iniciativas. Según la base de datos de Diverse: Issues in Higher Education, al menos 34 universidades públicas han cerrado sus oficinas de diversidad entre enero de 2023 y abril de 2025.

Una comunidad que no se rinde

Aunque la presión institucional y política es fuerte, la juventud organizada ha demostrado estar a la altura del reto. Las palabras de Pierre PetitFrere, presidente de Alpha Phi Alpha, resumen bien el sentir colectivo: “Este evento brinda algo que recordar a los estudiantes, mostrando que, a pesar de las dificultades, su esfuerzo es visto y celebrado”.

En última instancia, la historia del Senior Salute en Kentucky no se trata solo de un acto simbólico, sino de un ejemplo poderoso de agencia estudiantil frente a un entorno hostil. Nos recuerda que las instituciones pueden retroceder, pero la comunidad —cuando se organiza— siempre encuentra cómo avanzar.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press