“Friendship”: Cuando la Satira se Encuentra con la Soledad Masculina

La comedia oscura protagonizada por Paul Rudd y Tim Robinson desentraña la complejidad de la amistad masculina con humor incómodo, extrañeza y un toque de horror

¿Se puede tener una crisis de la mediana edad con estilo? ¿Qué tan lejos llega uno en busca de una conexión humana? Estas son las incómodas, cómicas y a veces tristes preguntas que plantea “Friendship”, la opera prima del director Andrew DeYoung, una película que ya comienza a generar conversaciones en torno a la fragilidad de la masculinidad moderna.

Una amistad platónica... ¿tóxica?

La trama sigue a Craig Waterman —interpretado con brillante torpeza por Tim Robinson—, un hombre de mediana edad que podría ser el arquetipo del padre suburbano norteamericano: viste chaquetas acojinadas ridículamente grandes, se obsesiona con la instalación de topes de velocidad en su calle y parece vivir en un carril paralelo al de su familia, que poco a poco se le escapa entre los dedos.

Todo cambia cuando Craig conoce a su nuevo vecino, Austin Carmichael —Paul Rudd derrochando carisma—: un presentador del clima con vibra de los 70, líder de una banda punk, con un séquito de amigos ultra cool que parecen vivir en un eterno episodio de Friends.

Este encuentro da inicio a una extraña obsesión amistosa. Craig anhela entrar al círculo social de Austin, una pandilla masculina donde la masculinidad no solo se redefine, sino que se celebra de formas tanto tradicionales como absurdamente modernas: forrajeo de hongos, peleas de boxeo suaves, sesiones musicales a capella y paseos nocturnos a un acueducto.

Una alegoría del hombre moderno

Lejos de ser una comedia simplista, “Friendship” se adentra en territorios incómodos y oscuros. DeYoung construye una alegoría sobre la soledad masculina, un tema poco explorado con sensibilidad en el cine contemporáneo.

Las estadísticas lo respaldan: según un estudio de Harvard, los hombres en la mediana edad tienen más probabilidades de experimentar soledad crónica debido a la pérdida de vínculos sociales significativos. La película refleja esto sin moralejas obvias ni sentimentalismo: Craig es un hombre que simplemente quiere un “compa”.

Entre Larry David y Charlie Kaufman

La crítica ha comparado Friendship con un improbable híbrido entre “Curb Your Enthusiasm” y “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos”. Craig es un personaje que, como Larry David, se mueve incómodo por un mundo donde sus códigos sociales ya no aplican. Su torpeza para integrarse al grupo de Austin genera momentos hilarantes y a veces dolorosamente vergonzosos. No tiene “rizz”, como diría la juventud actual: cero encanto, cero swing.

A medida que la amistad se convierte en obsesión, la película se desliza hacia lo surrealista. Hay secuencias bizarras: Craig alucinando mientras ordena comida rápida, adquiriendo ropa de un catálogo ficticio llamado “Ocean View Dining” —que, según él, es la única marca que le queda bien—, y soñando con integrar la banda musical de su nuevo mejor amigo. La película se fragmenta como su protagonista.

Una estructura bien construida... casi hasta el final

“Friendship” brilla especialmente por cómo entrelaza sus elementos argumentales. Un coche musculoso que se menciona casualmente en la primera escena, aparece más adelante en una escena crucial. Puertas corredizas, frases, incluso canciones reaparecen como ecos, construyendo una narrativa circular que atrapa.

Sin embargo, en su último tramo, DeYoung parece perder el timón. La sátira se diluye, y la historia se convierte en una espiral de caos protagonizada por un hombre en plena implosión emocional. El ritmo tambalea, y lo que había sido un análisis agudo de la necesidad de pertenencia, deriva en una especie de pesadilla kafkiana que no todos los espectadores sabrán digerir.

Paul Rudd, el amigo ideal

Paul Rudd ofrece una de sus mejores actuaciones en años. Irónicamente, interpreta una versión idealizada del amigo: encantador, confiado, misterioso, multifacético. Es como si “Ant-Man” se hubiera reencarnado en un gurú del estilo de vida masculino alternativo. Su presencia en pantalla genera un contraste perfecto con la patética desesperación de Craig.

Rudd no solo sostiene la carga de ser el “objeto de amistad” de la película, sino que juega con la idea de lo performático que puede ser el carisma masculino. Su personaje abre un espacio entre lo real e imaginado; nunca sabemos cuánto de él es genuino y cuánto es una proyección de las necesidades emocionales de Craig.

Kate Mara y la voz de la razón

Kate Mara interpreta a la distante esposa de Craig, ofreciendo una actuación sutil pero potente. Su personaje representa la voz de la razón, alguien que ve con claridad la deriva emocional de su pareja. Su frase “Tal vez te vendría bien tener un amigo…” resuena como un presagio de todo lo que está por venir.

También simboliza la dimensión más olvidada en muchas representaciones de la crisis masculina: el impacto en la pareja y la familia. Mientras Craig se lanza a un torbellino extraño de camadería masculina, su casa se desmorona.

Reflexiones sobre lo comercial y lo emocional

Uno de los aspectos más interesantes de “Friendship” es su crítica velada a la saturación comercial en nuestras vidas. A través de Craig, vemos como incluso sus emociones más genuinas están mediados por productos y marcas: su ropa, películas favoritas, comidas favoritas… todo parece extraído de un manual de comportamiento prefabricado.

La escena donde intenta drogarse para escapar de su realidad y termina pidiendo hamburguesas por una app es la más triste; su imaginación ha sido colonizada por el consumo. En esa banalidad, la película también encuentra lo trágico.

Bromance, pero con bisturí

“Friendship” llega en un momento clave para replantear lo que significa la masculinidad. Hollywood ha explorado ampliamente las amistades femeninas, pero las masculinas a menudo son reducidas a clichés. En esta cinta, la “bromance” se transforma en un análisis clínico del afecto male bonding y cómo este puede ser terreno fértil tanto para el crecimiento como para la destrucción.

¿Se puede ser amigo sin cruzar la línea emocionalmente? ¿Qué pasa cuando uno de los dos tiene expectativas afectivas que el otro no comparte? “Friendship” incomoda porque nos recuerda que muchos hombres no han aprendido a construir relaciones fuera del trabajo, la competencia o la adolescencia.

¿Recomendación? Absoluta

“Friendship”, distribuida por A24, se estrenará este viernes en salas selectas en EE. UU., y estará en cines a nivel nacional a partir del 23 de mayo. La película tiene una clasificación R por lenguaje fuerte y contenido de drogas, con una duración de 100 minutos.

Veredicto: ★★★★✰. Esta comedia negra no es para todos, pero definitivamente es un regalo para quienes disfrutan de historias que combinan sátira social con emociones crudas e incomodidades bien orquestadas.

Si tienes un grupo de amigos, llévalos al cine. Es probable que salgan del teatro hablando, incomodamente, de cosas que nunca antes habían verbalizado. Y si ves a alguien solo en la fila... quizás es el momento de practicar lo que predica la película.

“Tal vez te vendría bien tener un amigo”.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press