Sam Presti, el arquitecto del trueno: cómo OKC se convirtió en el nuevo gigante de la NBA
68 victorias, una visión a largo plazo y un premio merecido: el año histórico de los Thunder bajo la guía de su gerente general
Sam Presti lo ha vuelto a hacer. Aunque esta vez, el reconocimiento fue oficial: el Vicepresidente Ejecutivo y Gerente General de los Oklahoma City Thunder ha sido nombrado Ejecutivo del Año de la NBA, una distinción que representa más que una temporada exitosa. Es un homenaje a una visión paciente, meticulosa y cargada de apuestas a futuro que finalmente han dado sus frutos.
Una decisión unánime entre colegas
Presti recibió 10 votos de primer lugar de un panel compuesto por los 30 ejecutivos de franquicia de la NBA —uno por equipo— y fue mencionado en 22 de las 30 boletas. Es la primera vez que gana el premio en su carrera y la primera vez desde 1994 que un ejecutivo de la franquicia (entonces Seattle SuperSonics) era galardonado. Aquella vez fue Bob Whitsitt quien se llevó el premio.
“Es un privilegio enorme poder servir en esta posición. No lo veo como mi trabajo, sino como el trabajo del Thunder. Yo simplemente estoy ocupando el rol y trato de hacerlo lo mejor posible”, dijo Presti en declaraciones al inicio de la temporada.
68 victorias y un proyecto cohesionado
El Thunder terminó la temporada 2024-2025 con un récord impresionante de 68 victorias —el mejor de toda la NBA. Pero más allá del número, lo sorprendente fue la forma: un equipo joven, equilibrado, sin superestrellas de renombre global, pero con una química palpable y una identidad clara construida desde la oficina del gerente general.
El ascenso de Oklahoma City no fue una coincidencia. Fue consecuencia de una reconstrucción planeada cuidadosamente desde el famoso traspaso de Russell Westbrook en 2019, seguido de las salidas de Paul George, Chris Paul y otros veteranos, para acumular hasta 38 selecciones de draft entre 2020 y 2027. Este enfoque —tildado por muchos como arriesgado o incluso insólito— ahora se celebra como una obra maestra de gestión deportiva.
Los cimientos del éxito: Shai y los jóvenes
El corazón de este proyecto tiene nombre: Shai Gilgeous-Alexander. Adquirido en el trade de Paul George, Shai ha evolucionado en uno de los mejores jugadores de la liga (y es finalista al MVP esta temporada). A su alrededor, Presti ha tejido un núcleo joven y versátil con talentos como Chet Holmgren, Jalen Williams, Luguentz Dort y Josh Giddey.
Holmgren, tras perder su temporada de novato por lesión, tuvo un impacto inmediato como rim protector y amenaza ofensiva. Williams y Giddey se han consolidado como pilares creativos. Dort sigue siendo uno de los defensores más temidos del perímetro. Lo que une a todos estos jugadores es algo intangible pero vital: la confianza del front office y un sistema que prioriza la cultura y el desarrollo.
Competencia feroz, pero Presti se impuso
Otros ejecutivos también tenían buenos argumentos. Koby Altman de los Cavaliers fue segundo con 6 votos de primer lugar tras una campaña de 64 victorias y liderar el Este. Trajan Langdon de los Pistons —nuevo en el cargo— también recibió 6 votos, tras transformar al equipo de 14 a 44 victorias, un salto cuántico. Aun así, el panel reconoció que nada fue tan impresionante como la continuidad de visión de Presti y su ejecución casi quirúrgica.
También se reconocieron los trabajos de Rafael Stone (Rockets), Lawrence Frank (Clippers), Rob Pelinka (Lakers, quien trajo a Luka Doncic desde Dallas) y otros nombres como Sean Marks (Nets) y Brad Stevens (Celtics), el anterior ganador del premio.
Una historia de perseverancia
El nombre de Sam Presti no es nuevo para los conocedores. Fue responsable también de seleccionar a Kevin Durant, Russell Westbrook y James Harden al inicio de su era en OKC. Aunque ese trío nunca ganó el anillo junto, llegó a una Final de NBA y alimentó esperanzas de dinastía. Muchos pensaron que el “trueno” nunca volvería a sonar igual.
Pero en lugar de aferrarse al pasado, Presti eligió reiniciar desde cero. Desde 2020 sacrificó victorias momentáneas por proyecciones futuras inteligentes y, sobre todo, alineadas alrededor de un núcleo joven que pudiera crecer junto. Hoy, ese enfoque ha sido validado frente a toda la liga.
La revolución silenciosa en la NBA
La estrategia de tanking (perder juegos intencionadamente para priorizar picks de draft) siempre ha levantado polémica. Pero el caso de Presti demuestra que usar el draft como columna vertebral de una organización puede traducirse en éxito si se hace con inteligencia y paciencia.
El Thunder es hoy una de las plantillas más jóvenes de la liga, pero también una de las más letales. Son top 5 en eficiencia ofensiva y defensiva, lideran la liga en puntos en transición y tienen uno de los mejores clutch ratings del año. Todo esto sin necesidad de fichajes millonarios en la agencia libre ni trades espectaculares (aunque se rumora que Presti podría mover piezas importantes en verano).
El premio y lo que representa
El galardón de Ejecutivo del Año, a diferencia de otros premios de la NBA que son votados por periodistas y analistas, es seleccionado exclusivamente por sus pares: otros gerentes generales y presidentes de operaciones. Eso le da un peso especial. Es una declaración: Presti ha sido reconocido por quienes entienden mejor que nadie la dificultad de su tarea.
También es una bocanada de aire fresco para la narrativa NBA, que muchas veces se obsesiona con los destinos glamorosos como Los Ángeles o Miami. El éxito de un mercado pequeño como Oklahoma City demuestra que la excelencia organizacional puede brillar sin importar la latitud.
¿Y ahora qué sigue para OKC?
La temporada aún no termina, y aunque los Thunder cayeron en el primer juego de la serie ante Denver, siguen siendo un contendiente sólido. Con una pila de selecciones de draft aún en su poder y jóvenes en constante evolución, el techo de este equipo sigue subiendo.
Presti ha dicho que “él solo está sirviendo a la posición”, pero la realidad es que pocos la han definido como él. En una liga llena de urgencias, su ejemplo nos recuerda que la paciencia, cuando está bien fundamentada, puede ser la mejor arma.
“Encontramos una manera”, fue la frase que lanzó Nikola Jokic al acabar el juego 1 contra los Thunder. Pero en OKC, la manera fue Presti.