León queda fuera del Mundial de Clubes: una decisión polémica con sabor amargo para el fútbol mexicano
El fallo del TAS ratifica la exclusión del club mexicano por conflicto de propiedad con Pachuca; se abre paso a un nuevo debate sobre las normativas de FIFA
León no irá al Mundial de Clubes 2025 y el fútbol mexicano se queda sin uno de sus campeones continentales entre los 32 equipos que competirán en Estados Unidos. El fallo, emitido esta semana por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), avala la postura de la FIFA y levanta una espesa capa de controversia alrededor de la normativa de integridad de la competición.
El trasfondo: una doble clasificación con un solo dueño
A primera vista, parecería una historia de éxito. Club León se consagró campeón de la Liga de Campeones de la CONCACAF 2023, asegurando su pase al Mundial de Clubes 2025, un certamen que promete más exposición y competencia que nunca con su nuevo formato de 32 equipos. Sin embargo, esa misma historia tuvo un giro abrupto. León comparte propietario con Pachuca, que también obtuvo su boleto tras ganar la edición 2024 del mismo torneo.
Ambos clubes pertenecen al Grupo Pachuca, lo que viola las regulaciones de la FIFA que prohíben que dos equipos del mismo grupo empresarial participen en el mismo torneo. La FIFA argumenta que esta situación compromete la integridad de la competencia. León, consciente del conflicto, trató de presentar un fideicomiso para separar sus operaciones de las de Pachuca, pero el TAS concluyó que esa medida no era suficiente.
Una batalla legal perdida y apresurada
El recurso interpuesto por León ante el TAS fue resuelto prácticamente en tiempo récord: la audiencia se realizó un día antes del fallo. Este nivel de urgencia dejó un sabor amargo para directivos, jugadores y aficionados del club.
Según el comunicado del TAS:
“El panel examinó la evidencia, incluido el fideicomiso del Club León establecido por los propietarios del club, y concluyó que dicho fideicomiso era insuficiente para cumplir con las regulaciones.”
La pronta decisión tenía un objetivo: permitir que la FIFA reorganizara el calendario del torneo, incluyendo un partido de repechaje entre LAFC y Club América para ocupar la plaza vacía dejada por León.
Reacciones encontradas: ¿justa la expulsión?
La decisión ha generado un debate intenso tanto en México como a nivel internacional. ¿Es justo excluir a un equipo por un tecnicismo de propiedad? ¿O se trata de salvaguardar la equidad competitiva?
El Grupo Pachuca aseguró que consideraron vender uno de los clubes, pero que no hubo forma de completar el proceso antes del arranque del certamen. Por otro lado, la FIFA insiste en que el reglamento es claro y que se deben evitar los potenciales conflictos de interés. Aquí se enfrenta la rigidez normativa con el sentido común competitivo.
El precedente: una amenaza para el fútbol de conglomerados
La situación del Club León sienta un precedente inquietante para otros grupos inversores que poseen varios equipos en distintas ligas o confederaciones. Casos como Red Bull (Salzburgo y Leipzig), City Football Group (Manchester City, Girona, Montevideo City Torque, entre otros) y incluso MultiClub Ownerships en América Latina quedan bajo la lupa.
FIFA ha dejado claro que en el nuevo Mundial de Clubes —una suerte de “mini Copa del Mundo de selecciones” para equipos— no habrá tolerancia frente a conflictos industriales. Esta política redefine las estrategias de inversión y expansión de los conglomerados futbolísticos.
¿Y ahora qué sigue para el León?
El club esmeralda no sólo pierde una vitrina internacional histórica, sino también una gran oportunidad económica. Participar en este torneo implica acceso a premios significativos, más de $3 millones de dólares solo por asistir, sin contar los ingresos por publicidad y marketing.
Deportivamente, será una ausencia notable. León iba a debutar el 16 de junio contra el poderoso Chelsea en Atlanta, seguido de encuentros contra Espérance (Túnez) y Flamengo (Brasil). Clubes de élite ante los que cualquier victoria significaría una hazaña que quedaría marcada en la historia del fútbol mexicano.
La postura de Alajuelense
En medio del conflicto, el club costarricense Alajuelense intentó apelar para ocupar la plaza de León como subcampeón de la Liga de Campeones 2023. Sin embargo, esta propuesta también fue desestimada por el TAS, sin mayor desarrollo. La FIFA mantuvo firme su intención de resolver el problema internamente con equipos bajo su jurisdicción directa.
El Club América gana posibilidades
Con la exclusión de León, el Club América enfrentará a Los Angeles FC en un playoff por ese último cupo al Mundial de Clubes. América, semifinalista de la última Liga de Campeones de la CONCACAF, ve ampliadas sus posibilidades de figurar en el torneo más importante de su historia reciente a nivel internacional.
Este tipo de decisiones, aunque duras, reconfiguran el escenario del fútbol global. Y México, un país habituado a dominar la CONCACAF, ahora tendrá que adaptarse a las nuevas reglas del juego.
¿Hipocresía de la FIFA o protección necesaria?
Los críticos argumentan que la FIFA ha sido inconsistente en la aplicación de estos principios. Algunos señalan cómo Manchester City y Girona han coexistido en torneos UEFA bajo una misma propiedad sin sanciones drásticas, bajo argumentos de “separación funcional”.
Pero otros aplauden la medida por establecer un estándar mínimo de transparencia y equidad. En un mercado donde los magnates y fondos de inversión han transformado a los clubes en activos financieros, ¿cómo asegurar que los partidos se jueguen en igualdad de condiciones y no según conveniencias empresariales?
El mega torneo que todos esperan
El Mundial de Clubes 2025 será el primero con 32 equipos, albergado en Estados Unidos. Habrá clubes emblemáticos como Real Madrid, Manchester City, Chelsea, Flamengo, Boca Juniors y Seattle Sounders, entre otros.
Según datos de FIFA, se espera que el torneo alcance una audiencia global de más de 1.5 mil millones de personas y genere más de $1.000 millones en ingresos. Para México, la pérdida de uno de sus representantes en este panorama es doble: económica y simbólica.
¿Qué deben aprender los clubes mexicanos?
Primero, que los tiempos de una CONCACAF sin exigencias reglamentarias han cambiado. Segundo, que la expansión empresarial necesita cuidar los matices legales internacionales. Y tercero, que representar a la región en un torneo de calibre mundial exige no sólo ganar en la cancha, sino también jugar bien las reglas del tablero corporativo.
León, pese a la derrota administrativa, deja una lección valiosa para los clubes latinoamericanos: el éxito no se asegura solo con goles, también con estructuras claras, inversiones transparentes y decisiones oportunas.