El Met Gala 2025 hace historia: una oda al estilo negro y a la elegancia como resistencia

Por primera vez, la gala más glamorosa del mundo se vistió para celebrar exclusivamente la moda negra masculina y sus raíces culturales profundas

La noche del lunes 5 de mayo de 2025 no fue una velada más en el calendario cultural de Nueva York. Fue una fecha histórica. El Met Gala, sinónimo de opulencia, creatividad y moda audaz, dedicó su edición anual por primera vez a celebrar la moda negra y el estilo sartorial masculino afrodescendiente. Bajo el título de la muestra “Superfine: Tailoring Black Style”, el evento no sólo recaudó la cifra récord de $31 millones de dólares para el Instituto del Vestuario del Met, sino que también envió un mensaje firme y necesario: la estética negra importa, y merece ser exaltada.

La importancia de un tema largamente esperado

Entre copas de champagne y trajes diseñados para provocar conversación, el cineasta Spike Lee resumió el sentir colectivo con una frase punzante: “Tardó, pero estamos aquí. Eso es lo importante.” Lee, con su gorra de los Knicks a juego con sus gafas naranjas, añadía: “Es un hito que llega tarde, pero que espero genere repercusiones alrededor del mundo.”

El director australiano Baz Luhrmann, conocido por su sensibilidad estética y su fascinación por los cambios culturales, reflexionó: “El poder sartorial negro ha sido enorme en la cultura, pero ¿cuántas veces se ha discutido en este tipo de plataformas?”.

Superfine: una exposición para el recuerdo

La exhibición presentada, curada por Monica L. Miller, profesora de Barnard y autora de “Slaves to Fashion”, traza la historia de la moda masculina negra desde el siglo XVIII hasta la actualidad. Siguiendo el hilo conductor del dandyismo negro, se explora cómo la vestimenta ha sido tanto una afirmación estética como política.

  • Desde los elegantes esclavos liberados del siglo XIX hasta las estrellas del hip-hop de los años 2000.
  • Desde atuendos sobrios con cortes precisos hasta diseñadores como Kerby Jean-Raymond o Fe Noel que reinterpretan el lujo y la elegancia.

Entre las piezas destacadas, un caftán del legendario André Leon Talley—editor de moda y figura icónica fallecida en 2022—fue uno de los objetos más emotivos de la muestra. Para Whoopi Goldberg, presente en el evento, “lo honraron como él se merecía”.

Definir al 'dandy': identidad, rebeldía y orgullo

La conversación inevitable entre muchos invitados giró en torno a la definición de “dandy negro”. Para algunos, como Spike Lee, es simplemente hacer las cosas a su manera. Para otros, como la actriz de Broadway Audra McDonald, se trata de “reclamar identidad y valor en un mundo que constantemente quiere limitarlos”.

El reverendo Al Sharpton fue más allá, llamándola una forma de activismo mudo: “Incluso cuando estás limitado socialmente, decides vestirte, alzar la barbilla, ponerte un sombrero y decir: no me quedo en lo mínimo. Es rebeldía sin palabras”.

Una atmósfera celestial y una cena inolvidable

Como ya es tradición, el Met transformó su Gran Salón en un escenario teatral. Este año, miles de pétalos suspendidos simulaban luciérnagas cósmicas bajo un cielo estrellado. A esto se sumaron delicadas piscinas reflectantes que hacían alusión al mito de Narciso, símbolo de introspección e identidad.

La música también jugó un papel crucial. Una orquesta entonó “Let’s Stay Together” de Al Green y “Don’t You Worry 'Bout a Thing” de Stevie Wonder, antes de que el High and Mighty Brass Band llamara a los invitados con tuba y tambor incluidos, para una cena de inspiración afrocaribeña y creole, con un menú creado por Kwame Onwuachi, uno de los chefs negros más reconocidos en la actualidad:

  • Entrada: Ensalada de papaya con piri piri.
  • Plato fuerte: Pollo creole con emulsión de limón, pan de maíz con mantequilla de curry y verduras al barbecue.
  • Postre: Brownie “cósmico” con mousse de dona con azúcar en polvo.

Un homenaje a Oscar Wilde y un encuentro intergeneracional

La actriz Sarah Snook, protagonista de Succession y ahora estrella del escenario neoyorquino en “The Picture of Dorian Gray”, canalizó al clásico dandy inglés Oscar Wilde con un traje negro aristocrático. “Oscar estaría contento”, dijo sonriendo.

Además de figuras veteranas como Lauryn Hill y Madonna, también hubo nuevas caras como Christian Latchman, modelo de 19 años y rostro de la portada del catálogo oficial del evento. “Asombro. Esa es la palabra”, dijo.

Keith Powers, actor y otro de los debutantes en la gala, lo expresó con sinceridad: “Es intimidante, abrumador... y a la vez inspirador”.

Representación en tiempos necesarios

Lo que distingue esta edición del Met Gala no son solo los vestidos o los trajes, sino el mensaje que proyecta. En un contexto donde la diversidad sigue siendo objeto de debate en las más altas esferas, el hecho de que uno de los eventos culturales más influyentes del planeta centre la atención en la moda negra masculina supone un acto político en sí mismo.

Así lo expresó Al Sharpton durante el evento: “Hacer esta declaración en uno de los niveles más altos de la cultura en un momento donde la diversidad está bajo ataque... es más valioso que hacer cien marchas”.

El actor de Broadway Alex Newell concluyó una idea que muchos compartieron: “Justo cuando más lo necesitábamos, el Met nos ve, y nos celebra”.

El Met Gala 2025 no solo fue una exposición de diseño e indulgencia estética. Fue una afirmación de existencia, historia y poder cultural de una comunidad que durante siglos ha utilizado la moda no solo para verse bien, sino también para resistir, reclamar y proyectar orgullo ante el mundo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press