El escuadrón del terror: el caso que expuso décadas de brutalidad policial en Mississippi

Un escándalo histórico de abuso policial y encubrimientos sacude al condado Rankin y deja una cicatriz legal, política y social en el sur de EE.UU.

Una resolución histórica en Mississippi ha puesto fin a uno de los casos más alarmantes de brutalidad policial en décadas. El condado de Rankin accedió a pagar 2,5 millones de dólares en concepto de indemnización a Michael Jenkins y Eddie Terrell Parker, dos hombres brutalizados por seis agentes del orden en una operación sin orden judicial que terminó en tortura y un disparo en la boca de Jenkins.

El caso que sacudió a Mississippi

En enero de 2023, Jenkins y Parker fueron víctimas de un acto de violencia indescriptible a manos de seis miembros de las fuerzas del orden público, quienes irrumpieron en la casa de Parker sin orden judicial. Lo que siguió fue un episodio de sevicia: esposaron, golpearon y electrocutaron con pistolas Taser a ambos hombres. Finalmente, uno de los agentes disparó a Jenkins en la boca.

Los responsables —los exagentes Brett McAlpin, Jeffrey Middleton, Christian Dedmon, Hunter Elward, Daniel Opdyke y el exoficial Joshua Hartfield— fueron condenados a penas de entre 10 y 40 años de prisión en 2024. Su grupo, conocido como el Goon Squad, actuaba como una célula de represión sistemática dentro de la oficina del sheriff del condado Rankin.

Una cultura de impunidad

El Goon Squad no era una anomalía personal, sino el reflejo de una estructura institucional podrida. Según investigaciones conjuntas de Mississippi Today y The New York Times, el escuadrón tenía incluso monedas conmemorativas con dibujos de mafiosos. Operaban bajo un mecanismo de terror interno, encubiertos, con humor negro y total impunidad.

Al menos nueve incidentes similares protagonizados por McAlpin salieron a la luz durante el juicio. Según el fiscal federal Christopher Perras: “McAlpin es quien moldeó a estos hombres para que se convirtieran en lo que fueron. Él modeló el comportamiento para oficiales inexpertos. No es raro que lo imitaran”.

Un acuerdo millonario, pero ¿suficiente?

El acuerdo de 2,5 millones de dólares fue calificado por el abogado Trent Walker como "histórico" para el estado. “No puedo pensar en un acuerdo por uso excesivo de la fuerza que haya sido mayor que este en Mississippi”, afirmó. De ese total, 2 millones serán cubiertos por la aseguradora del condado, y el medio millón restante será financiado con fondos públicos del sheriff.

Jason Dare, abogado de la oficina del sheriff, aseguró que los contribuyentes no tendrán que soportar un aumento presupuestario por esta cifra. Lo cierto es que este acuerdo no solo es un intento de cerrar el caso legalmente, sino también de reconstruir la imagen quebrantada del Departamento del Sheriff del Condado de Rankin.

¿El final o apenas el inicio de un ajuste de cuentas?

En teoría, con la condena de los seis oficiales y el pago de la indemnización, el caso está cerrado. Pero muchos activistas y miembros de la comunidad consideran que apenas empieza el trabajo real. La investigación reveló un reinsado de terror durante años por parte de por lo menos una veintena de oficiales del condado. A pesar de estas pruebas, solo seis enfrentaron cargos.

“Esto no acaba aquí”, declaró Jane Wilson, defensora de derechos civiles en Jackson. “Lo que vimos fue una forma moderna de linchamiento institucional. Y solo se ha juzgado la punta del iceberg”.

Impacto en la comunidad del condado Rankin

Los episodios de violencia dejaron una huella psicológica profunda no solo en Jenkins y Parker, sino en toda la comunidad. “Ha afectado no solo al señor Jenkins”, declaró Dare, “sino a toda la comunidad del condado Rankin y a los agentes que cumplen su labor con decoro y legalidad”.

Para tratar de remediar el daño y prevenir futuras atrocidades, la Oficina del Sheriff dice haber implementado mecanismos estrictos de control. Según Dare, ahora cuentan con un nuevo director de cumplimiento, el Capitán Wayne Carter, y un equipo de asuntos internos que “revisa absolutamente todo para evitar otro caso como el de enero de 2023”. Pero la comunidad permanece escéptica.

Brutalidad policial en Estados Unidos: un mal endémico

El caso del condado Rankin no es una excepción en EE.UU. Según datos de Mapping Police Violence, más de 1.200 personas murieron a manos de la policía en 2023, lo que representa el año más letal registrado para la violencia policial en el país. Los afroamericanos, como Jenkins y Parker, representan solo el 13% de la población, pero el 27% de las víctimas letales.

Los paralelos con otros casos, como el de George Floyd en Mineápolis o Tyre Nichols en Memphis, son inevitables. La historia se repite: detenciones por sospechas menores, escaladas sin fundamento, uso de fuerza excesiva, encubrimientos institucionales y reacciones judiciales cuando el escándalo es ya inocultable.

¿Qué sigue para Mississippi y otros estados?

En recientes encuestas, el 66% de los estadounidenses afroamericanos expresaron desconfianza hacia la policía. Y no es para menos. Casos como este solo afianzan una narrativa trágica y crónica de abuso, racismo y negligencia institucional.

Mississippi, con su historia profundamente entrelazada con la segregación racial y los derechos civiles, enfrenta una vez más sus demonios institucionales. Para muchos activistas, el objetivo ahora es usar este caso como catalizador para lograr reformas profundas y duraderas en el sistema judicial y policial estatal.

“Lo único que puede reparar algo tan grave es una reestructuración completa del sistema de justicia”, afirma Terrence McDonald, abogado de derechos humanos. “Hoy es Mississippi. Mañana puede ser cualquier ciudad de EE.UU.”

Un país pendiente de una transformación

Casos como el de Michael Jenkins y Eddie Parker son tanto tragedias personales como testamentos de cómo el abuso puede institucionalizarse en nombre de la ley y el orden. El acuerdo millonario es apenas una compensación simbólica por vidas y cuerpos destrozados.

Este escándalo no debe considerarse cerrado. La historia del Goon Squad de Rankin County es una advertencia para el resto de los Estados Unidos: las estructuras de poder sin esencial transparencia ni rendición de cuentas casi siempre terminan oprimiendo en lugar de proteger.

Como dijo alguna vez Martin Luther King Jr.: “La injusticia, donde quiera que exista, es una amenaza para la justicia en todas partes”. Mississippi tiene mucho trabajo por delante para sanar, reconstruir y, sobre todo, garantizar que nunca más un uniforme sea disfraz de terror.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press