Met Gala 2025: Rihanna, A$AP Rocky y Janelle Monáe lideran una noche histórica

Entre anuncios de embarazo, moda con conciencia social y joyas hechas de tequila, las estrellas redefinen la elegancia negra en la mayor gala de la moda

Una noche para recordar: el Met Gala se transforma en símbolo cultural

El Met Gala no es solo una de las noches más glamurosas del año, sino una plataforma donde moda, identidad y cultura se entrelazan con fuerza. La edición de 2025 superó toda expectativa, abriendo un nuevo capítulo en su historia con importantes hitos tanto en lo personal como en lo artístico.

Rihanna y A$AP Rocky: una familia en expansión

Entre luces, cámaras y flashes interminables, Rihanna acaparó todas las miradas incluso antes de pisar la alfombra roja. Junto a su pareja, el rapero A$AP Rocky, confirmó el embarazo de su tercer hijo. A$AP dijo con entusiasmo a la prensa:

“Se siente increíble. Ya era hora de mostrarle al mundo lo que estábamos cocinando.”

La pareja ha elegido con maestría momentos icónicos para dar estas noticias familiares. Recordemos que en 2023, Rihanna reveló su segundo embarazo durante su espectáculo en el Super Bowl. Su primogénito, RZA, nació en mayo de 2022, seguido de Riot Rose en 2023.

Co-presidente del evento de este año, Rocky profundizó:

“Nos sentimos felices y, sobre todo, agradecidos por el amor que hemos recibido. Hay mucha energía positiva.”

El rapero no solo estuvo presente por su vida familiar. Su papel como fashionista ha sido cada vez más prominente. Incluso durante su juicio por posesión ilegal de armas, que culminó en una absolución en febrero, lució elegantes trajes de YSL, mostrando su compromiso con la estética.

Janelle Monáe: dandismo negro con conciencia social

Si bien la noticia del embarazo de Rihanna fue un bombazo, Janelle Monáe robó suspiros por mérito propio. Fiel a su estilo, llegó enfundada en un traje al estilo dandy negro con rayas rojas y blancas, hombros puntiagudos y un sombrero de copa. Cerró su look con un reloj negro y dorado cubriendo su ojo izquierdo y una broche en forma de diamante producido a partir de tequila 1800.

Monáe explicó que su atuendo era un homenaje a sus antepasados y familiares dandys, así como una declaración sobre la sostenibilidad en la alta joyería:

“Sabiendo el impacto que la minería de diamantes ha tenido en las naciones africanas, era importante para mí usar una pieza más consciente.”

El diamante no fue extraído, sino sintetizado a partir de Cristalino tequila que fue añejado en barricas de roble americano y francés por 16 meses y terminado en barricas de vino de Oporto.

Paul Tazewell y Thom Browne: una colaboración para el recuerdo

El diseño del atuendo fue una colaboración con el diseñador Thom Browne (quien le regaló su primer traje a Monáe) y Paul Tazewell, reciente ganador del Oscar a mejor diseño de vestuario, siendo el primer hombre negro en ganar ese galardón en la categoría.

Para Monáe, esta alianza fue como volver a la escuela de arte en un “proyecto en grupo” y lo describió como “único en su clase”.

“Crear esto juntos ha sido lo más emocionante. Imaginamos libremente lo que queríamos. Ha sido una experiencia mágica.”

El renacer del dandismo negro en el foco de la moda global

La gala de este año giró en torno a la exposición “Superfine: Tailoring Black Style”, el primer show del Met dedicado exclusivamente a diseñadores negros y orientado hacia la moda masculina. El evento rindió homenaje al dandismo negro: una corriente estética donde la elegancia es resistencia, estilo y expresión radical de identidad.

Inspirado originalmente en figuras del siglo XIX como Beau Brummell pero reinterpretado a través del lente afroamericano, el dandismo negro ha ido emergiendo como una respuesta cargada de dignidad, orgullo e innovación cultural.

Monáe, junto a otras personalidades como Spike Lee, André 3000 y Simone Biles, integró el comité de anfitriones, marcando una celebración donde la estética fue acompañada de fuerte contenido simbólico.

La moda como discurso político y ético

El Met Gala se consagra una vez más como más que una pasarela: es un acto político, una declaración colectiva. Y más aún cuando sus protagonistas no dudan en incorporar activismo, memoria ancestral y sostenibilidad en sus prendas. Así lo hizo Monáe, quien añadió:

“Estoy enfocada en el futuro, y siento que así debería ser la fabricación de diamantes. Algo más ético. Algo seguro de usar.”

Estas palabras amplifican el mensaje que muchos portaron en la gala: la moda no solo es estética, también ética.

¿Dónde queda la provocación?

Años atrás, las figuras más provocativas del Met solían destacar por lo insólito de sus atuendos (piensen en la carne de Lady Gaga o la chaqueta de luces LED de Zayn Malik). Ahora, la provocación reside en la conciencia. En recordar que el glamour no tiene por qué estar reñido con la justicia social, y que el arte de vestirse puede (y debe) hablar de algo más.

El evento de este año demostró que cuando las celebridades se alinean con causas mayores, el impacto cultural es verdaderamente transformador.

Una gala inolvidable — con futuro

Al combinar la importancia de la familia (Rihanna y Rocky), la autenticidad artística (Monáe) y un homenaje a la tradición afrodescendiente más rica (el dandismo negro), la Met Gala 2025 ha trazado un nuevo camino que trasciende los vestidos de diseñador y se convierte en hoja de ruta para eventos venideros.

Si el pasado nos llevó al oro y el esplendor, el presente exige conciencia. Y este año, el Met Gala brilló especialmente por ello.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press