Arabian Gazelles: Las mujeres que están cambiando el juego en el mundo de los superautos

Un análisis del primer club de mujeres apasionadas por los superdeportivos en Medio Oriente y cómo están desafiando estereotipos desde Dubái

Una revolución sobre ruedas en el corazón del desierto

En una región donde la tradición suele pesar más que la modernidad, un grupo de mujeres ha irrumpido en una escena dominada históricamente por los hombres: la de los superautos. Bajo el abrasador sol de los Emiratos Árabes Unidos, la iniciativa conocida como Arabian Gazelles ha encendido los motores, no solo de sus flamantes carros deportivos, sino también de un movimiento que busca empoderar y visibilizar a las mujeres apasionadas por el automovilismo.

Este artículo ofrece una mirada analítica a esta iniciativa revolucionaria, cimentada en la pasión, el desafío social y el rugir de motores a más de 300 km/h.

¿Quiénes son las Arabian Gazelles?

Fundado hace más de ocho años por Hanan Mazouzi Sobati, el club Arabian Gazelles es el primer colectivo femenino de dueñas de superautos en el mundo. Nació en Dubái con una intención clara: desafiar la idea de que los autos deportivos de gama alta pertenecen exclusivamente al universo masculino.

Es producto de una frustración pura... porque las mujeres eran ignoradas en la escena automotriz”, declaró Sobati en una entrevista en la que confesó que su pasión por los autos comenzó viendo Fórmula 1, en lugar de las caricaturas infantiles esperadas de su edad.

Los miembros del grupo incluyen todo tipo de perfiles: ingenieras, empresarias, amas de casa y emprendedoras que comparten una afición común por los motores potentes y el diseño aerodinámico de los superautos.

Una marcha hacia la igualdad sobre el asfalto

Durante años, el sector automotriz de lujo fue un espacio eclipsado para las mujeres. Hanan Mazouzi recuerda que al principio, los organizadores de eventos automovilísticos invitaban únicamente a su esposo, aunque a él no le interesaban los autos.

Queremos que la gente deje de asumir que porque una mujer tiene un superauto, tiene que haber un hombre detrás: un esposo, un patrocinador, un sugar daddy”, comenta Sobati.

En los primeros años, incluso las marcas se mostraban reticentes a apoyar iniciativas enfocadas exclusivamente en mujeres. Pero el movimiento ha crecido exponencialmente. En la actualidad, las Arabian Gazelles son invitadas a eventos de pruebas de manejo, como ocurrió con BMW y su experiencia en la pista en territorio emiratí.

No pedimos permiso: el coche como extensión de la libertad femenina

Uno de los principios del club es que conducir un superauto no debería estar limitado por el género. Sobati es enfática: “No necesitamos permiso para conducir, ni para elegir qué clase de auto manejar. Si no hay asiento para nosotras, construimos nuestra propia mesa”.

Y eso están haciendo: construyendo una comunidad paralela, vibrante y ruidosa —como el rugido de un Lamborghini Huracán EVO.

Más que estética: potencia, precisión y técnica

Muchos todavía asumen que el interés de las mujeres por los superautos se limita al diseño o al estatus. Pero en el corazón de este club, hay un conocimiento técnico profundo: caballos de fuerza, sistemas de suspensión, aerodinámica activa, tracción integral… conceptos que las Arabian Gazelles discuten con la misma soltura que cualquier entusiasta.

De hecho, muchas de ellas participan activamente en mejoras mecánicas de sus autos, seguimiento de mantenimiento quirúrgico y configuraciones de pista, lo cual contradice los estereotipos superficiales que aún perduran.

Un rally por la sororidad y la velocidad

Durante un reciente rally organizado en Dubái, 30 mujeres provenientes de diferentes nacionalidades y ciudades —algunas residencias locales, otras internacionales— se unieron para una travesía de cuatro días recorriendo distintas ciudades de los Emiratos Árabes Unidos. El evento no solo sirvió para exhibir sus vehículos, sino también para consolidar una red internacional de apoyo femenino sobre ruedas.

Desde las arenas de Dubái hasta las montañas de Fujairah, los superautos en tonos escarlata, negro mate y neón atravesaron geografías y mentalidades, dejando huella no solo en el asfalto, sino en el imaginario social de una región en transformación.

La evolución cultural en Medio Oriente y el símbolo del volante

El surgimiento de colectivos como Arabian Gazelles se enmarca en una ola progresiva de cambios en la región. Recordemos que, hasta 2018, en Arabia Saudita —vecino geográfico de los Emiratos— a las mujeres no se les permitía conducir vehículos. Este pequeño dato histórico pone en perspectiva la dimensión de lo que este club representa.

Arabian Gazelles desafía no solo estereotipos automovilísticos, sino también estructuras patriarcales muy arraigadas en el Medio Oriente. Con cada rally, cada encuentro y cada test de conducción, estas mujeres están abriendo camino, o mejor dicho, asfalto.

Automóviles y feminismo en la era del lujo digital

Las Arabian Gazelles también dominan el terreno digital. Sus miembros comparten contenido en redes sociales donde combinan estética, técnica y un poderoso mensaje de empoderamiento, alcanzando audiencias internacionales. Instagram, TikTok y YouTube se han convertido en herramientas clave para viralizar su mensaje y visibilizar sus acciones.

En una era en la que las influencers dominan sectores de moda, belleza y estilo de vida, las Gazelles reclaman un nuevo espacio digital para las mujeres en el mundo de los autos deportivos.

Reacciones mixtas: apoyo, curiosidad y resistencia

El crecimiento del club no ha estado exento de controversia. Mientras una parte de la población aplaude el movimiento, otra —más conservadora— percibe estas iniciativas como una ruptura con los “valores tradicionales”. Pero el colectivo sigue firme.

Siempre habrá quienes intenten frenar el cambio, pero lo maravilloso es que una vez que el motor arranca, no se detiene mientras tenga combustible”, dice Sobati, sonriendo junto a su McLaren 720S.

Un faro inspirador para el mundo

Lo que comenzó como una pasión personal de una niña fanática de la Fórmula 1 se ha convertido en una plataforma transformadora que inspira a muchas otras alrededor del mundo. Ya existen iniciativas similares en lugares como Los Ángeles, Londres, Berlín y São Paulo, donde colectivos de mujeres empiezan a organizarse con inspiración en las Arabian Gazelles.

Este club, más que un grupo de mujeres en autos veloces, representa una idea poderosa: que el volante también puede ser una herramienta de igualdad, que la ruta del progreso también se puede recorrer a 320 kilómetros por hora, con tacones o sin ellos, pero siempre con determinación.

Velocidad, sororidad y futuro

Las Arabian Gazelles no solo conducen superautos. Conducen ideas nuevas, dirigen motores de cambio y aceleran hacia un futuro más igualitario. Lejos de ser solo un club de élite, cada kilómetro que recorren es también un recorrido simbólico hacia una sociedad más inclusiva. Y el rugir de sus motores no es solo sonido: es manifestación feminista sobre ruedas.

No esperamos nuestro turno en la pista de la vida. Aceleramos para llegar primero”, concluyó una de las miembros mientras se colocaba su casco de carreras. Y con eso, encendió un fenómeno global que apenas comienza a acelerar.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press