La “renovación industrial” de Trump: propaganda política o realidad económica
JD Vance y la narrativa del resurgimiento manufacturero en EE. UU. entre fábricas de acero, reestructuración militar y controversias migratorias
La retórica del renacimiento. El acero como símbolo. Las tropas como herramienta de eficiencia. Y la política migratoria como arma. La narrativa que conforma los primeros 100 días del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha sido desplegada con fuerza en eventos públicos, discursos y restructuraciones federales. El vicepresidente JD Vance ha sido una de las caras visibles de esta agenda, con una gira reciente por Carolina del Sur para celebrar iniciativas industriales y con una serie de anuncios que encienden tanto el entusiasmo como la alarma.
Visita a Nucor Steel: un escenario fabricado para el mensaje
En Huger, Carolina del Sur, JD Vance se presentó ante cientos de trabajadores de Nucor Steel, una compañía conocida por su apoyo a las políticas proteccionistas de Trump. Entre elogios al “orgullo por construir América” y frases como “drill, baby, drill”, Vance pintó una imagen eufórica de una superpotencia industrial en recuperación.
“Espero que todos ustedes sientan orgullo, porque estos son los productos que hacen que Estados Unidos funcione,” dijo Vance. Este discurso, aunque bien recibido por los trabajadores y ejecutivos de Nucor (cuyo valor en bolsa subió un 6% tras el anuncio de nuevos aranceles al acero importado), también pone de manifiesto el uso político del optimismo laboral y la manufactura.
La planta elegida no es casual. Carolina del Sur es un bastión republicano e industrial. La visita no solo celebró lo económico, sino que reforzó alianzas políticas con figuras locales como la vicegobernadora Pam Evette y la congresista Nancy Mace.
¿Una “renovación industrial”? Datos, dudas y discurso
- Según el CEO de Nucor, Leon Topalian, la cartera de pedidos ha aumentado un 25% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
- Esto se presenta como una señal clara de una economía resurgente.
Pero la realidad macroeconómica es más compleja. Varios economistas a nivel nacional han discrepado con el discurso triunfalista del “renacimiento industrial”. De hecho, algunos indicadores de manufactura en EE. UU. han mostrado estancamiento o crecimiento marginal, más influenciado por ciclos globales que por decisiones políticas puntuales.
Las políticas arancelarias de Trump en su primer mandato provocaron tensiones comerciales que afectaron ampliamente exportaciones agrícolas y causaron represalias, especialmente por parte de China.
La cara militar del ajuste: el nuevo Ejército es más pequeño, pero más letal
Mientras Vance promociona un país más fuerte industrialmente, el Departamento de Defensa —bajo dirección del secretario Pete Hegseth— ha desplegado un ambicioso plan de reestructuración del Ejército, buscando reducir costos y aumentar eficiencia.
Los cambios planeados:
- Fusión de los comandos Army Futures Command y Training and Doctrine Command.
- Fusión de Forces Command, Army North y Army South en un solo comando.
- Eliminación de programas obsoletos como el Humvee.
- Reducción de hasta 1,000 empleados del Pentágono y 40 oficiales generales.
Hegseth lo declaró claramente: “Construiremos una fuerza más letal y ágil, con prioridades en defensa aérea, ciberseguridad y guerra electrónica.”
No obstante, estas acciones provocan temor en comunidades locales y congresistas cuyos distritos dependen económicamente de bases y programas militares. Un conflicto típico entre eficiencia federal y realidades locales.
Energía dominada, ¿pero a qué costo ecológico?
Durante su discurso en Nucor, JD Vance también reiteró la postura del actual gobierno: impulsar la autoficiencia energética mediante perforación petrolera. Utilizó el eslogan clásico de campañas pasadas: “drill, baby, drill”.
- Trump derogó la prohibición de perforación en aguas del Atlántico establecida por Biden en 2020.
- Esto afecta directamente a estados como Carolina del Sur, donde la perforación offshore es un tema altamente sensible.
Diversos estudios indican que la perforación en dicha zona podría tener afectaciones directas a ecosistemas marinos y a la industria turística costera. El gobernador de Florida Ron DeSantis, también republicano, ha rechazado propuestas similares.
¿Hay real necesidad energética? EE. UU. ha mantenido niveles récord de producción energética en los últimos años, y ha dependido cada vez menos del petróleo importado. Muchas voces acusan estas medidas de responder a intereses empresariales y no a necesidades nacionales reales.
La detención de Badar Khan Suri: libre expresión bajo ataque
En el ámbito judicial, otra acción del gobierno ha encendido las alarmas de organizaciones de derechos civiles: la detención y proceso de deportación de Badar Khan Suri, académico de origen indio y catedrático en Georgetown, acusado de “promover propaganda de Hamás” en redes sociales.
Fue detenido por agentes encubiertos en Virginia, trasladado a centros de detención en Texas tras acusaciones relacionadas con delitos de expresión. La ACLU (Unión Americana de Libertades Civiles) sostiene que su arresto es una clara violación de la Primera Enmienda.
Datos clave:
- Khan Suri llegó con visa J-1 en 2022.
- Su esposa es hija de un exfuncionario del gobierno de Gaza antes del ataque de Hamás en 2023.
- Khan Suri publicaba críticas a Israel y apoyo a Palestina.
Los abogados del gobierno han intentado mover el caso a Texas, donde las cortes son más conservadoras. La jueza Patricia Tolliver se mostró escéptica ante el argumento logístico: “No me voy a fiar de eso. Pero gracias,” dijo en tono irónico durante una audiencia.
La congresista Don Beyer, académicos de Georgetown y familiares de Khan Suri se manifestaron frente al tribunal en Virginia, denunciando un intento del gobierno de “manipular la jurisdicción” y silenciar opiniones impopulares.
Una doctrina Trump-Vance en construcción
La narrativa que construyen Trump y Vance para estos primeros 100 días parece tener tres pilares:
- Revisión industrial: relocalizar producción, proteger empresas nacionales mediante aranceles y reducir dependencia exterior.
- Ejército racionalizado: menos burocracia, priorizar tecnología bélica moderna y redistribuir tropas.
- Tolerancia cero con expresión política disidente: incluso a costa de derechos constitucionales básicos.
Todo esto dentro de un marco político que busca reafirmar el poderío estadounidense —económico, militar y cultural— bajo los preceptos del llamado “America First”.
¿Realidad o propaganda? La línea es cada vez más difícil de trazar. Y como en toda narrativa cuidadosamente construida, lo importante es quién sostiene el micrófono y quién queda fuera del escenario.