La Casta al Centro del Debate Socioeconómico en India: ¿Un Censo que Cambiará la Política del País?
Por primera vez en casi un siglo, India incluirá datos de casta en su próximo censo nacional, generando un sismo político y social en la democracia más grande del mundo
Una decisión histórica con implicaciones profundas
Después de más de 90 años, India ha prometido incluir información sobre casta en su próximo censo nacional, una decisión que sacude los cimientos sociopolíticos del país. El ministro de Información, Ashwini Vaishnaw, anunció oficialmente que el próximo censo, originalmente programado para 2021 pero retrasado por la pandemia de COVID-19, contendrá datos relacionados con este sistema social milenario.
En sus palabras, esta medida busca alinear los esfuerzos del gobierno con los “valores e intereses de la sociedad y del país”. Sin embargo, detrás de este discurso institucional se esconden debates complejos sobre identidad, justicia social y poder político.
La historia detrás de la casta y los censos en India
Durante la era colonial, los británicos empezaron a censar las castas de manera oficial en 1872. Esta práctica continuó hasta 1931, año en que dejaron de registrar castas individuales. Posteriormente, tras la independencia en 1947, los gobiernos democráticos de India solo han recogido datos de las castas “programadas” (Dalits) y “tribus programadas” (Adivasis), dejando al resto bajo la categoría de “general”.
El último censo completo, realizado en 2011, reportó una población de 1.210 millones de habitantes. De ellos, 201 millones eran Dalits y 104 millones eran Adivasis. Sin embargo, el resto del espectro castal -conocido como Otras Castas Rezagadas u OBC por sus siglas en inglés- ha permanecido sin una cuantificación oficial desde hace ocho décadas.
Esto podría cambiar radicalmente con el nuevo censo. Expertos señalan que los OBC podrían representar más del 50% de la población actual de India, lo que daría lugar a una transformación en las políticas de acción afirmativa.
¿Qué es el sistema de castas?
Originado en la antigüedad, el sistema de castas hindú divide a las personas por su ocupación hereditaria y, por extensión, su estatus social. Las castas superiores históricamente han tenido mayores oportunidades educativas, económicas y políticas, mientras que las castas rezagadas han sufrido discriminación sistemática, exclusión social, pobreza y violencia.
Durante décadas, el estado indio ha intentado corregir esta desigualdad mediante una política de reservas, asignando cuotas en empleos gubernamentales, educación y representación legislativa a castas desfavorecidas. Actualmente, la política de reservas está limitada al 50% de los puestos, una cifra establecida por la Corte Suprema. Dentro de ese 50%, los OBC tienen un 27% de cuota, mientras que el resto se divide entre castas y tribus programadas.
¿Por qué es polémico incluir la casta en el censo?
Para muchos, incluir la casta en el censo puede ser un arma de doble filo. Por un lado, permitiría una visión más precisa de la sociedad india, generando bases estadísticas más sólidas para políticas públicas inclusivas. Por otro lado, hay temores de que la visibilización de ciertas castas pueda intensificar tensiones sociales, buscar beneficios políticos o perpetuar la división social.
"Recopilar datos sobre casta no debería ser motivo de vergüenza. La verdadera vergüenza es ignorar a quienes han sido marginados durante siglos", afirmó el politólogo Christophe Jaffrelot en una entrevista con The Indian Express. Por su parte, críticos del gobierno temen que esta decisión responda más a cálculos electorales que a un verdadero compromiso con la equidad.
El impacto sobre las políticas de reservas: ¿un nuevo paradigma?
El impacto más inmediato y potencialmente explosivo es sobre la cuota de reservas. Si los datos del censo muestran que los OBC constituyen más de la mitad de la población, se reabrirá inevitablemente el debate sobre la actual limitación del 50%. En estados como Bihar y Uttar Pradesh, donde la política castal es clave, partidos regionales como el RJD (Rashtriya Janata Dal) o SP (Samajwadi Party) han reclamado durante años una expansión de cuotas.
En este contexto, figuras como Rahul Gandhi del Congreso Nacional Indio, han exigido al gobierno un cronograma claro para iniciar y finalizar el censo. “No podemos diseñar una sociedad justa sin saber quiénes somos y cómo vivimos”, declaró recientemente en una manifestación en Patna.
¿Un censo con implicaciones electorales?
Este cambio en el censo también se da en un contexto político convulsionado. En pocos meses se celebrarán elecciones estatales clave, comenzando por Bihar, el estado más pobre de India y uno de los más influidos por la política castal. Allí, el BJP (Bharatiya Janata Party), partido del primer ministro Narendra Modi, gobierna en coalición, pero enfrenta desafíos internos y presión de sus aliados regionales.
No es coincidencia entonces que esta decisión ocurra ahora. Los analistas concuerdan en que incluir la casta en el censo puede ser usado como una herramienta electoral tanto por el oficialismo como por la oposición, buscando ganar el favor de los grupos sociales más amplios.
Datos clave: las castas en cifras
- Población total estimada de India (2023): 1.428 millones
- Censo de 2011:
- Dalits: 201 millones
- Adivasis: 104 millones
- OBC estimados por diversas encuestas: entre 45% y 52% de la población
- Límite actual de cuota en reservas: 50%
- Distribución dentro de la cuota:
- OBC: 27%
- Castas programadas: 15%
- Tribus programadas: 7.5%
¿Qué dicen los expertos?
“El sistema de cuotas nació de la necesidad de nivelar un campo minado de desigualdades. Pero sin datos, difícilmente podemos evaluar si estamos siendo efectivos”, explica Suraj Yengde, investigador de Harvard y experto en estudios Dalit. Yengde sostiene que India vive una “déficit de verdad estadística”, y que los datos sobre casta podrían dar origen a un nuevo contrato social.
Desde una perspectiva internacional, especialistas concuerdan en que este movimiento ofrece una ventana para rediseñar el estado de bienestar indio. "No basta con tener el censo más poblado del mundo si no registras sus diversidades internas", señala el sociólogo belga Jean Drèze.
¿Y qué opina la sociedad?
El país parece dividido. Mientras numerosas organizaciones sociales celebran este avance, algunos sectores de las castas altas critican lo que ven como una "excesiva política de cuotas". En redes sociales proliferan campañas tanto a favor como en contra. Hashtags como #CasteCensusNow y #ReservationReforms han sido tendencia en Twitter durante semanas.
A nivel de calle, madres que sueñan con una educación universitaria para sus hijas, jóvenes que aspiran a un empleo público y comunidades rurales que claman por agua potable ven en el nuevo censo una posibilidad de justicia largamente esperada.
¿Una nueva narrativa para un país milenario?
En sus 76 años de independencia, India ha recorrido un largo camino hacia la modernización económica, el crecimiento tecnológico y la proyección internacional. Sin embargo, la lucha por la equidad social interna sigue siendo incompleta. El nuevo censo con información castal podría representar el intento más ambicioso por redefinir qué significa hoy justicia en una democracia contemporánea.
No se trata simplemente de recoger datos. Se trata de mirarse al espejo como nación. Y como todo espejo, lo que revele puede ser incómodo, movilizador... o transformador.