El ajedrez geopolítico del Indo-Pacífico: Filipinas teje alianzas militares ante la amenaza china
Manila refuerza su red de seguridad con acuerdos de defensa ante un mar de tensiones en el Pacífico Sur
Un nuevo jugador en el tablero: Nueva Zelanda y Filipinas firman un acuerdo crucial
En un giro significativo dentro del tenso ajedrez geopolítico del Indo-Pacífico, Filipinas firmó recientemente un Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas Visitantes con Nueva Zelanda, marcando un nuevo hito en su creciente red de alianzas militares en la región. El convenio, suscrito por los ministros de Defensa de ambos países, Gilberto Teodoro Jry Judith Collins, permite operaciones conjuntas, ejercicios militares y cooperación bilateral en los territorios de ambas naciones.
El presidente filipino Ferdinand Marcos Jr. subrayó la importancia de esta asociación estratégica en medio del avance agresivo de China en el Mar de China Meridional. "Estas asociaciones se han vuelto fundamentales frente a todo lo que está ocurriendo", afirmó Marcos durante la ceremonia en el Palacio de Malacañang.
El contexto: la batalla por el Mar de China Meridional
El Mar de China Meridional es uno de los espacios marítimos más disputados del mundo. China reclama casi el 90% de este mar bajo su controvertida "línea de los nueve trazos", una delimitación que choca directamente con las pretensiones soberanas de Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán.
La creciente militarización del área por parte de China incluye la construcción de islas artificiales con bases militares, el despliegue de guardacostas armados e incluso maniobras peligrosas contra barcos filipinos. Según cifras oficiales de Manila, ha habido múltiples enfrentamientos con la armada china, incluyendo el uso de cañones de agua y colisiones que han causado daños e incluso heridos entre el personal filipino.
El Mar de China Meridional no sólo es crucial por las soberanías en disputa, sino que es una arteria vital del comercio global, por donde transita alrededor del 30% del comercio marítimo mundial, estimado en más de 3 billones de dólares anuales.
La alianza con Nueva Zelanda: más que ejercicios conjuntos
El acuerdo con Nueva Zelanda no se limita a realizar maniobras militares. Según Collins, ministra neozelandesa de Defensa, “estamos comprometidos a revitalizar nuestras relaciones de seguridad y trabajar con socios regionales como Filipinas para preservar el orden internacional basado en reglas.”
Este pacto se inscribe dentro de una estrategia de diversificación de alianzas de Filipinas, que busca reducir su dependencia de Estados Unidos sin abandonar su vínculo con Washington. Teodoro ha afirmado en múltiples ocasiones la intención de Manila de crear una densa red de cooperación con democracias afines para contener la amenaza china.
Japón, Australia y más: la constelación de alianzas filipinas
El de Nueva Zelanda no es el único acuerdo de este tipo firmado recientemente por Filipinas. En los últimos años, se han establecido tratados muy similares con Estados Unidos, Australia y Japón. De hecho, el Senado filipino ratificó en 2024 un tratado con Japón, mientras se espera que el Parlamento japonés haga lo propio pronto.
Paralelamente, Filipinas ha concluido conversaciones con Canadá para firmar un convenio similar, y mantiene diálogos iniciales con Francia al respecto. Estas medidas se producen en un contexto donde China ha criticado duramente estos "bloques militares" emergentes, acusándolos de exacerbar tensiones e incitar una nueva Guerra Fría.
En palabras del Ministerio de Exteriores chino ante el acuerdo Japón-Filipinas: “La región no necesita bloques militares, mucho menos pequeños grupos que fomentan confrontaciones de bloque.”
Una jugada estratégica para disuadir a Beijing
Para Manila, reforzar la cooperación militar mediante acuerdos multilaterales no sólo disuade una escalada con China, sino que también asegura que el Mar de China Meridional siga siendo una vía accesible y segura para el comercio global.
Teodoro ha destacado que la agresividad china representa no sólo una amenaza regional sino una amenaza global: “Si continúan estas tácticas, se podría restringir el movimiento de bienes y personas a través de esta ruta crucial para las cadenas de suministro mundiales.”
Expertos en geopolítica como Graham Allison, autor del influyente libro “Destined for War”, advierten del riesgo creciente de una colisión entre China y EE.UU. en el Pacífico, algo que sin duda implicaría a países como Filipinas, dada su ubicación y sus tratados militares.
¿Está Asia entrando en una era de bloques militares?
Con estos nuevos tratados bilaterales emergiendo rápidamente en Asia-Pacífico, hay un debate geoestratégico sobre si la región está entrando en una nueva etapa de rivalidad de bloques al estilo de la Guerra Fría, pero adaptada a realidades globalizadas.
- El bloque liderado por China incluiría a países con gobiernos cercanos a Pekín, como Camboya, Laos o incluso Pakistán.
- El bloque pro-occidental se amplía con Filipinas, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y probablemente India, aunque esta última aún mantiene cierto juego equidistante.
Sobre esto, el analista de seguridad Richard Heydarian dijo en una entrevista reciente con Bloomberg: “Estamos observando una competencia geopolítica cada vez más estructurada en el Indo-Pacífico. Filipinas claramente se está posicionando como un actor clave en un nuevo arco defensivo democrático.”
Estados Unidos y su rol como protector regional
Históricamente, Estados Unidos ha sido el principal garante de la seguridad marítima en Asia-Pacífico. Su Tratado de Defensa Mutua de 1951 con Filipinas sigue vigente y recientemente ha sido reforzado con ejercicios conjuntos a gran escala, incluyendo simulacros de guerra en islas del norte filipino cerca de Taiwán.
La relación también se materializa en ayuda militar y en el acceso de tropas estadounidenses a al menos cinco bases clave en Filipinas, lo que ha generado fuertes críticas de sectores nacionalistas locali que temen involucrarse demasiado en conflictos con China.
China endurece su postura: provocaciones y diplomacia coactiva
Mientras tanto, las acciones de China en el mar continúan intensificándose. En 2023 y 2024, la guardia costera china ha estado involucrada en múltiples bloqueos e interceptaciones a barcos filipinos, según han denunciado autoridades de Manila.
Estas maniobras, que incluyen cañones de agua, acosos láser y embestidas directas, violan a menudo el derecho internacional marítimo consagrado en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS), cuyos dictámenes China ha ignorado de forma reiterada, especialmente tras el fallo de 2016 que invalidó sus reclamaciones expansivas.
¿Qué sigue para la geopolítica en Asia?
Con tantas tensiones acumuladas, la pregunta clave es si los esfuerzos liderados por Filipinas para formar una red de aliados regionales lograrán frenar la expansión china o simplemente provocarán una mayor rivalidad. En este juego de poder, más cercano al ajedrez que a la guerra total, los movimientos diplomáticos valen tanto como los despliegues militares.
Como indicó el almirante John Aquilino del Comando Indo-Pacífico de EE.UU., “la disuasión integrada es nuestra mejor herramienta para evitar que cualquier país modifique unilateralmente el statu quo por la fuerza.”
No está claro si el equilibrio de poder se mantendrá mediante tratados y pactos o si una chispa lo hará estallar todo. Lo cierto es que, en esta parte del mundo, el mar no sólo separa territorios, sino intereses e ideologías.