Día del Trabajador: Historia, Luchas Actuales e Impacto Global del 1 de Mayo
Desde las raíces en Chicago hasta las protestas contemporáneas por los derechos laborales e inmigrantes, el 1 de mayo sigue siendo una fecha clave en la lucha social global.
Origen sangriento de una fecha emblemática
Muchos conocen el 1 de mayo como el Día Internacional de los Trabajadores, pero pocos recuerdan que esta conmemoración tiene raíces en un evento marcado por la violencia y el sacrificio. Remontémonos a Chicago, 1886, una época en la que los obreros luchaban por condiciones dignas y una jornada laboral de ocho horas. El 4 de mayo de ese año, una manifestación pacífica en la Plaza Haymarket terminó en tragedia cuando una bomba fue lanzada contra la policía, que respondió con fuego. Murieron al menos siete policías y varios manifestantes.
Más tarde, ocho líderes sindicales, en su mayoría inmigrantes, fueron condenados por incitar violencia. Cuatro de ellos fueron ejecutados, convirtiéndose en mártires del movimiento obrero. Este evento motivó a los sindicatos internacionales a establecer el 1 de mayo como día para recordar sus luchas. En palabras del monumento en Haymarket Square: “Dedicado a todos los trabajadores del mundo”.
Una fecha de lucha global
Actualmente, el Día del Trabajador se celebra en más de 80 países como feriado oficial, incluyendo naciones como Francia, China, Rusia y Kenia. Algunas lo celebran con desfiles y actos oficiales, otras con huelgas, marchas o incluso disturbios.
En Francia, la escena se ha visto marcada en los últimos años por tensiones entre manifestantes y policías. En 2023, por ejemplo, se usaron gases lacrimógenos contra protestas multitudinarias que demandaban mayores salarios. En Nueva York, las reivindicaciones se entremezclaron con protestas por Palestina, lo cual elevó la tensión en campus universitarios.
La conmemoración no siempre es combativa. En Hawái, por ejemplo, se celebra el “Lei Day”, una festividad cultural relacionada con la primavera, donde se regalan collares de flores y se celebra el espíritu aloha, desconectado por completo de los temas laborales.
Estados Unidos: entre la memoria obrera y la lucha migrante
En Estados Unidos, el 1 de mayo no es feriado oficial, pero año tras año se convierte en una jornada de activismo. Aunque nació como una fecha laboral, en 2006 se transformó en bastión de la lucha pro-inmigrante tras proposiciones legislativas que criminalizaban a quienes vivieran sin papeles. Esa movilización sacó a más de 1 millón de personas a la calle solo ese año, con medio millón marchando en Chicago.
Desde entonces, las convocatorias han perdido fuerza, aunque las razones para marchar siguen vigentes: reivindicaciones laborales, denuncias contra el racismo institucional, protestas contra políticas antiinmigrantes y crisis económicas que continúan golpeando a las clases trabajadoras.
2024: unidad frente a la represión y la desigualdad
Este año, organizaciones como la American Civil Liberties Union (ACLU) hicieron un llamado a la unidad: “Estamos organizándonos por un mundo en el que cada familia tenga vivienda, salud, salarios justos, protección sindical y seguridad —sin importar raza, estatus migratorio o código postal”.
En Chicago, los actos se extenderán hasta el 5 de mayo, incluyendo boicots y paros laborales. Se enfatiza no solo el rechazo a políticas del expresidente Trump, sino a la violencia sistemática contra comunidades migrantes. El miedo parece haber vuelto a muchas comunidades latinas ante medidas de control migratorio, incluso en ciudades santuario como Chicago.
“Hay mucho miedo ahí fuera”, afirma Omar López, un veterano organizador chicano. Esto no ha impedido que nuevos sindicatos, como los de maestros y enfermeros, se sumen a la lucha. La ampliación de alianzas parece ser la estrategia para reforzar la movilización.
Más allá de EE.UU.: impacto internacional y controversias
Fuera de Estados Unidos, el Día del Trabajador continúa siendo motivo de manifestaciones. En muchos países europeos, África y América Latina, sindicatos salieron a las calles para denunciar falta de empleo digno, políticas neoliberales e inflación imparable.
- En París, se repitieron tensiones entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
- En Latinoamérica —especialmente Argentina y Colombia— las marchas se centraron en la precarización laboral y reformas laborales promovidas por gobiernos conservadores.
- En Asia, mercados clave como Tokio y Seúl cerraron por feriados oficiales, pero movimientos civiles marcaron la fecha con debates sobre derechos laborales en plataformas digitales.
La incertidumbre económica: otra protagonista del Primero de Mayo
El clima económico también jugó un rol en las conmemoraciones. En Estados Unidos, el 1 de mayo llegó en medio de una fuerte incertidumbre económica potenciada por la guerra comercial heredada de la administración Trump, y los efectos inflacionarios que continúan golpeando a las familias trabajadoras.
Justo antes del Día del Trabajador, el informe del Producto Interno Bruto (PIB) mostró una desaceleración inesperada, mientras los índices bursátiles experimentaban fluctuaciones históricas. El S&P 500 logró cerrar ligeramente al alza tras siete jornadas ganadoras, aunque se temía lo peor durante el día.
La perspectiva parte del temor a una posible “estanflación”: estancamiento económico con inflación elevada. Mientras la Reserva Federal intenta controlar la inflación, los datos laborales dan señales negativas. Un ejemplo fue el dato de contratación, que estuvo muy por debajo de las expectativas, lo que señala una potencial fragilidad del empleo fuera del sector público.
El renacer de una causa: impuestos y derechos sociales
En este contexto también destaca la ciudad de Santa Cruz, California, que desafió a la industria de bebidas azucaradas al imponer una nueva tasa local aprobada por votación popular. Aunque la fiscalidad sobre refrescos ha sido bloqueada en muchas partes de EE.UU. desde 2018, Santa Cruz reabrió el debate al priorizar la salud pública sobre la presión corporativa.
Según Shebreh Kalantari-Johnson, vicealcaldesa de Santa Cruz: “Se trata de democracia y de oponernos a los intereses especiales”. Y es que, a pesar de haberse enfrentado a campañas multimillonarias en contra (el “no” gastó $2.8 millones frente a menos de $100 mil del “sí”), lograron aprobar un impuesto de 2 centavos por onza, que se destinará a programas comunitarios de salud.
Este movimiento recuerda a anteriores acciones en ciudades como Berkeley o Filadelfia, que también implementaron tasas similares. La diferencia es que Santa Cruz desafía directamente una ley estatal que impide nuevos impuestos locales hasta 2031.
¿Futuro esperanzador o repetición del pasado?
A más de 130 años de la matanza de Haymarket, el Día del Trabajador sigue siendo un símbolo de resistencia. Hoy, en plena era de inteligencia artificial, cambio climático y neoliberalismo hegemónico, los desafíos laborales son distintos, pero igual de urgentes.
Sean los derechos de los inmigrantes, la precarización digital, el desempleo joven o el acceso universal a la salud y la vivienda, el 1 de mayo nos recuerda que los derechos sociales no se conceden; se conquistan. Como dijo alguna vez el activista César Chávez: “La historia nos muestra que cada avance ha sido producto de la lucha”.
Y esa lucha sigue vigente cada Primero de Mayo.