La encrucijada política de Atlanta: ¿logrará Andre Dickens consolidar su proyecto de ciudad?
Con la Copa Mundial 2026 a la vuelta de la esquina, la ciudad de Atlanta enfrenta desafíos clave en vivienda, seguridad y gobernabilidad mientras el alcalde Andre Dickens busca la reelección
Por qué Atlanta mira al 2026 con tanto interés
La ciudad de Atlanta se posiciona como un epicentro emergente de transformaciones urbanas, sociales y políticas en Estados Unidos. Bajo el liderazgo del alcalde Andre Dickens, la ciudad ha transitado una etapa crucial después de la pandemia del COVID-19, enfrentando un aumento inicial de la criminalidad, el dilema persistente de la falta de vivienda asequible y el escrutinio por proyectos polémicos como el centro de entrenamiento policial conocido como “Cop City”.
Ahora, con la Copa Mundial 2026 en el horizonte —evento que significará la mayor exposición internacional de Atlanta desde los Juegos Olímpicos de 1996—, Dickens busca la reelección con una campaña que se presenta tanto como una validación de su gestión como una promesa de que el trabajo “aún continúa”.
Un alcalde inesperado que sorprendió en 2021
Andre Dickens, un entonces concejal relativamente poco conocido, ganó sorpresivamente la alcaldía en 2021 superando a candidatos de mayor perfil. Hoy, en 2024, se presenta a la reelección con más de $1.4 millones en fondos y sin oponentes relevantes hasta el momento, lo que podría garantizarle una carrera electoral sin sobresaltos si nadie destacado se presenta antes de agosto.
Cuenta con el respaldo de figuras influyentes como Andrew Young, exalcalde y legendario activista de derechos civiles, y Jason Carter, nieto del expresidente Jimmy Carter.
Atlanta y la oportunidad de liderar en la Copa Mundial 2026
Ser una de las 16 ciudades anfitrionas del Mundial representa una oportunidad monumental para el posicionamiento global de Atlanta. Dickens ha enmarcado su reelección como parte de una etapa que transformará la ciudad en un destino turístico e inversionista de primer nivel.
“Quiero que quienes nos visiten para el Mundial experimenten nuestra cultura, apoyen nuestros pequeños negocios, y decidan volver, ya sea de vacaciones o con un nuevo proyecto empresarial”, afirmó Dickens recientemente.
La ciudad será también sede de seis partidos en la FIFA Club World Cup durante el verano, un preludio del torneo más esperado.
Crimen a la baja, pero un debate sin resolver
Uno de los logros que más destaca Dickens en su mandato es la reducción de la criminalidad. De acuerdo con datos recientes, el crimen violento cayó un 46% en 2023, y el crimen juvenil un 23%. Estas cifras, confirmadas en conferencia de prensa junto al jefe de policía Darin Schierbaum, se atribuyen a estrategias combinadas como:
- Incremento en el salario de los oficiales.
- Permiso para que los policías lleven sus patrullas a casa, lo que mejoró la presencia disuasiva.
- Reducción de los tiempos de respuesta al 911.
- Programas deportivos y laborales para jóvenes.
Sin embargo, su mayor desafío viene del proyecto del Centro de Entrenamiento Policial, conocido popularmente como “Cop City”. Sus defensores, incluido Dickens, argumentan que es necesario para modernizar el entrenamiento policial. Pero activistas progresistas se oponen ferozmente, denunciando que:
- Incrementa la militarización policial.
- Pone en peligro zonas ambientales claves.
- Se construye cerca de vecindarios históricamente afroamericanos.
Las tensiones alcanzaron su clímax con la muerte de un manifestante durante una protesta, lo que generó una atmósfera de profunda desconfianza con grupos progresistas que alguna vez respaldaron a Dickens.
Una promesa ambiciosa: 20,000 unidades de vivienda asequible
Otra promesa clave de su gestión es la creación o preservación de 20,000 viviendas asequibles durante sus dos mandatos. Según su equipo, ya se ha avanzado con más de la mitad. Sin embargo, en una ciudad con un ingreso medio por hogar de $85,880 (según el Censo 2023), el auge inmobiliario tiene un doble filo: nuevas construcciones, pero también desplazamiento masivo de residentes de menores ingresos.
La presión sobre comunidades vulnerables persiste, alimentada por la gentrificación acelerada que comenzó tras los Juegos Olímpicos de 1996. A pesar de inversiones millonarias para erradicar la indigencia y crear soluciones habitacionales, un trágico incidente marcó la discusión pública: en enero, un hombre sin hogar murió aplastado por un bulldozer mientras se limpiaban campamentos previo al Día de Martin Luther King Jr.
El caso generó una oleada de críticas hacia la administración de Dickens, que respondió anunciando una revalorización de cómo se manejan estos desalojos.
Un enfoque "holístico" o una lucha fragmentada
El estilo de liderazgo de Dickens podría describirse como tecnocrático y moderado, con fuertes lazos con el sector privado y la clase política tradicional. De hecho, ha sido elogiado por evitar que los sectores más ricos (como Buckhead) intentaran separarse de la ciudad.
Fred Smith Jr., profesor de Derecho en Emory, considera que Dickens ha sido “una fuerza energizante”, aunque reconoce que muchos ciudadanos implicados en planificación urbana o transporte sienten que sus voces no han sido escuchadas. Dickens, por ejemplo, canceló la tan anhelada línea de tranvía en el Eastside Beltline, lo cual decepcionó a quienes apostaban por un sistema de transporte público más moderno.
Problemas de infraestructura: agua, cloacas y transparencia
En mayo pasado, una tubería rota dejó sin agua a gran parte de Atlanta por varios días, y Dickens fue severamente criticado por su lenta comunicación. Desde entonces, ha prometido robustecer el sistema hídrico y de alcantarillado de la ciudad, que tiene décadas de antigüedad.
Otro conflicto ocurrió dentro del mismo aparato de gobierno: la jefa de la Oficina de Inspección General renunció tras un largo desencuentro con Dickens, acusándolo de obstruir investigaciones en el Ayuntamiento. Él, en cambio, aseguró que ella violó procedimientos legales.
¿Unificará o polarizará aún más su segundo mandato?
“El unificador que hay en mí va a usar el poder del segundo mandato para traer a todos al proyecto común”, prometió Dickens.
Esta frase sintetiza la intención del alcalde: convertir una ciudad dividida en una plataforma conjunta hacia la modernidad. Aunque para ello deberá resolver los múltiples frentes abiertos que van desde la desconfianza de colectivos progresistas hasta la furia de los habitantes afectados por la expansión inmobiliaria y el deterioro de los servicios públicos.
Con el reloj marcando la cuenta regresiva hacia 2026, el segundo mandato de Andre Dickens —si llega— será más que uno de continuidad: será una prueba de fuego sobre qué tipo de ciudad quiere ser Atlanta ante los ojos del mundo.