Humillados en Miami: La barrida histórica de Cleveland expone el colapso del Heat

Los Cavaliers aniquilan al Heat por 55 puntos en el Juego 4, completando la barrida más desigual en la historia de los Playoffs de la NBA

Una pesadilla en South Beach

El Miami Heat vivió en carne propia uno de los episodios más humillantes en toda su historia franquicia. La derrota por 138-83 frente a los Cleveland Cavaliers no solo significó la eliminación en la primera ronda de los playoffs del Este, sino que además fue su peor derrota en postemporada. Y por si fuera poco, la barrida completada por los Cavs representó la serie más desigual jamás disputada en la historia de la NBA, con un margen acumulado de 122 puntos.

El desastre que nadie vio venir

Aunque Miami entró a la serie como el sembrado número 10 y tuvo que pasar por dos partidos del play-in, lo cierto es que el momentum y la historia reciente parecían jugar a su favor. Erik Spoelstra y su elenco habían demostrado capacidad de reinventarse en situaciones adversas. Nada más lejos de la realidad esta vez. En el Juego 3 ya habían tocado fondo con una derrota por 121-84, pero lo que ocurrió en el Juego 4 fue directamente catastrófico. Cleveland dominó de principio a fin, con parciales que rápidamente reflejaron una masacre en potencia: 15-3, luego 28-8, más tarde 43-14. El abismo era cada vez más profundo.

Una barrida que marca historia

El margen final de 55 puntos en el Juego 4 quedó como la cuarta mayor victoria en la historia de los playoffs de la NBA. Solo tres resultados han sido más abultados:
  • 58 pts: Minneapolis Lakers vs. St. Louis Hawks (1956)
  • 58 pts: Denver Nuggets vs. New Orleans (2009)
  • 56 pts: Lakers vs. Warriors (1973)
Pero si tomamos en cuenta el margen combinado de los cuatro juegos, 122 puntos de diferencia, se convierte en la paliza más grande en una serie al mejor de siete, rompiendo el récord de los Denver Nuggets sobre los Hornets en 2009 (121 puntos).

Los protagonistas de la masacre

Donovan Mitchell lideró la ofensiva de Cleveland con 22 puntos, seguido por De’Andre Hunter con 19, Ty Jerome con 18 y Evan Mobley con 17. Jarrett Allen también cumplió un rol dominante, con 14 puntos, 12 rebotes y 6 robos. El colectivo de los Cavaliers fue demoledor. “Salimos con un propósito bien claro”, aseguró Mitchell tras el encuentro. Y ese propósito fue ejecutado con precisión quirúrgica.

La otra cara de la moneda

En el Heat, Nikola Jovic fue el único que mostró signos de vida ofensiva, anotando 24 puntos. Bam Adebayo sumó 13 y nombres como Pelle Larsson y Andrew Wiggins contribuyeron con apenas 12 cada uno. Insuficiente. Miserable. Desmoralizador. Tyler Herro fue contundente: “No hay excusas, es una vergüenza. Un baño de humildad”.

Una temporada llena de turbulencias

El curso 2024-25 para Miami fue de montaña rusa. Desde la suspensión de Jimmy Butler que derivó eventualmente en su traspaso a los Warriors, a una racha de 10 derrotas consecutivas, lesiones clave y subrendimiento generalizado. Aun así, lograron llegar a los playoffs, pero ese logro terminó pareciendo una burla cruel. Erik Spoelstra, uno de los entrenadores más respetados de la liga, trató de ver el vaso medio lleno: “Estos últimos dos juegos no nos representan. Fue un grupo resiliente. Luchamos hasta el final de la temporada donde jugamos nuestro mejor baloncesto.

El veredicto: El Heat, un gigante que se desmorona

Esta es la tercera vez que el Heat es barrido en una serie al mejor de siete. Las otras dos veces también ocurrieron en primera ronda y en casa: ante Chicago en 2007 y ante Milwaukee en 2021. Esta derrota, no obstante, es diferente. Más dura. Más evidente. Porque terminó de desnudar las limitaciones del actual ciclo. Bam Adebayo, capitán, fue claro: “Van a haber muchos cambios este verano. El de cabello plateado (Pat Riley) seguro ya tiene un plan”. Con una nómina que –salvo excepciones– ha envejecido mal, contrataciones que no han rendido y una ausencia ofensiva palpable tras la salida de Butler, el equipo necesita reconstrucción.

Cleveland sonríe, Miami planea

Mientras tanto, el éxito de los Cavaliers no puede minimizarse. Tras un año estable –y a poco de haber liderado la Conferencia Este casi de punta a punta–, este equipo luce maduro. No solo ganan, sino que lo hacen con disciplina defensiva y versatilidad en el ataque. El entrenador Kenny Atkinson los ha guiado con mano firme: “No parece que tengamos altibajos. Eso es raro, y muy importante”. Ahora esperan por Indiana o Milwaukee, con descanso extra que podría ser clave en una serie reñida.

¿Reinvención o reconstrucción?

El Heat está en una encrucijada. Tiene piezas atractivas, como Adebayo, Herro y Jovic, pero necesita urgentemente añadir calidad. Pat Riley deberá tomar decisiones difíciles: fichajes, traspasos, renovación del cuerpo técnico. Todo debe estar sobre la mesa. Miami no puede permitirse seguir siendo anecdótico en postemporada. La franquicia tiene una tradición ganadora, con títulos y cultura de esfuerzo. Pero esa misma exigencia es la que hoy hace ver esta eliminación como algo imperdonable. Si no se logran cambios significativos, la agonía solo continuará.

Una lección amarga, pero necesaria

Al final, las palabras de Spoelstra resuenan: “Es una pena que se nos recuerde solo por estos dos partidos en casa”. Y sí, lo es. Pero también es un llamado de atención, un espejo que refleja lo lejos que están de ser contendientes otra vez. Cleveland celebró, Miami lamentó. Pero en la NBA, como en la vida, lo importante es lo que haces después de la caída. Porque de la humillación, sólo se puede volver con gloria… o con otro colapso más.
Este artículo fue redactado con información de Associated Press