Derek Carr y los fantasmas de su lesión: ¿El inicio del fin para el mariscal de los Saints?
Entre rumores, una revelación tardía y un nuevo quarterback en Nueva Orleans, el futuro de Derek Carr parece cada vez más incierto
Una confesión necesaria pero tardía
Durante una intervención inesperada en un púlpito de iglesia en Las Vegas, el quarterback de los New Orleans Saints, Derek Carr, admitió por primera vez que arrastra una lesión en el hombro. "Sí, tengo una lesión en el hombro. Tengo un informe de resonancia magnética que lo prueba", afirmó Carr, en declaraciones que sorprendieron tanto a los fieles presentes como a la comunidad de la NFL en general.
Este reconocimiento llega semanas después de rumores persistentes y reportes anónimos que sugerían que podría estar enfrentando una cirugía que pondría en duda su participación en la próxima temporada. Y aunque Carr trató de restarle gravedad a la situación durante su discurso, las implicaciones son profundas para una franquicia que camina sobre una cuerda floja.
Una lesión que se suma a un historial creciente
Desde su llegada a los Saints en 2022, Carr ha sido una figura polarizante. Aunque mostró momentos de brillantez —incluyendo pases de más de 50 yardas—, su tiempo en Nueva Orleans ha estado plagado de inconsistencias y lesiones. El año pasado sufrió una distensión en la articulación acromioclavicular (AC) del hombro, aunque nunca fue listado oficialmente en los reportes de lesión de los Saints.
En 2024, Carr se perdió siete partidos debido a lesiones en el oblicuo y la mano. Su durabilidad está siendo cada vez más cuestionada, especialmente ahora que se suma una lesión en el hombro, y más aún cuando ocurre en un contexto de mudanza de personal técnico y dudas contractuales.
El silencio de la franquicia llama la atención
Mientras los rumores se acumulaban, la directiva de los Saints optó inicialmente por el silencio. Ni Coach Dennis Allen (ya destituido), ni Mickey Loomis, el gerente general, ofrecieron declaraciones claras. Fue apenas después del draft de la NFL, en el que eligieron al QB Tyler Shough con la 40ª selección general, que Loomis admitió públicamente que "hay un problema con el hombro" de Carr, y que estaban buscando "más claridad".
¿Por qué la demora en confirmar lo que ya circulaba entre los medios y dentro de la liga? Esta falta de transparencia ha sembrado desconfianza y alimentado las especulaciones sobre la salud y el futuro de Carr como titular en el equipo.
Presión desde el banquillo: Tyler Shough entra al juego
El draft siempre es una oportunidad para reforzar el equipo, pero también es una señal simbólica. La elección de Tyler Shough, ex mariscal de campo de la Universidad de Louisville, no parece ser solo por profundidad en la plantilla, sino una jugada estratégica ante las dudas sobre Carr.
Shough llega con credenciales prometedoras y el apoyo del nuevo entrenador en jefe, Kellen Moore, ex coordinador ofensivo de los Eagles. La llegada de Moore también supone un cambio de filosofía ofensiva, lo que podría afectar aún más la estabilidad de Carr si no se ajusta rápidamente.
El factor emocional: Carr en el púlpito
Más allá de lo físico y lo contractual, hay un claro desgaste emocional. Las declaraciones de Carr en la iglesia tuvieron un tono de súplica y frustración. "He estado lidiando con personas que mienten sobre mí... Y me pregunto, ‘Señor, ¿por qué tengo que lidiar con estas tonterías?’", dijo, entre otras reflexiones personales cargadas de coraje e incomodidad.
Este Derek Carr es muy distinto al jugador sereno y metódico que llegó con múltiples Pro Bowls desde Las Vegas. Se trata de un hombre con cicatrices internas, luchando por mantener la confianza sobre el terreno y fuera de él.
Afición dividida y paciencia agotada
Muchos fans de los Saints han expresado su descontento con el rendimiento de Carr. En redes sociales, los comentarios se han polarizado: algunos critican su estilo conservador y propenso a errores en momentos clave, mientras que otros defienden su integridad y la falta de una línea ofensiva sólida que lo respalde.
Sin embargo, los números son fríos: en dos temporadas bajo su mando, los Saints tienen un récord mediocre de 14-13. Para una franquicia que busca volver a los días gloriosos de Drew Brees, eso simplemente no es suficiente.
El contrato y la sombra de un adiós anticipado
Carr firmó en 2022 un contrato por cuatro años y $150 millones, con una cláusula de rescisión después de la temporada 2025. Si los Saints decidieran cortarlo tras este año, el costo sería alto, pero no imposible de manejar bajo el tope salarial con una buena reestructuración.
Este tipo de evaluaciones se dan todos los días en la NFL, y la contratación de Shough podría significar que el reloj para Carr empezó a correr mucho antes de lo que él o sus seguidores imaginaban.
La gran pregunta: ¿Carr a su última oportunidad en Nueva Orleans?
Con un nuevo cuerpo técnico, un joven talento empujando desde abajo y una afición que quiere resultados ahora, el año 2025 será posiblemente el más importante en la carrera de Carr. Ya no es la cara nueva del equipo, sino el veterano que debe demostrar si todavía queda magia en su brazo de lanzar.
Todo esto, claro, dependerá de su recuperación física. Las lesiones en el hombro para los quarterbacks suelen ser engañosas: algunos regresan mejor que nunca (como Drew Brees tras una grave lesión en 2005), otros simplemente nunca vuelven a ser los mismos.
¿Redención o retiro?
En una liga cada vez más rápida, analítica y agresiva, Carr enfrenta una encrucijada. Si logra volver sano y adaptarse al sistema de Moore, podría revivir su carrera y devolver a los Saints a los playoffs. Pero si continúa entre lesiones y rendimiento irregular, probablemente termine su paso por Nueva Orleans antes de lo previsto.
Desde lo más alto del púlpito hasta lo más profundo del vestuario, Carr representa hoy en día al clásico mariscal en transición: querido por algunos, criticado por otros y constantemente acechado por la sombra de su propio pasado.