Cavaliers y Nuggets en los playoffs: dominio, dudas y decisiones que marcarán el camino hacia el título

Mientras Cleveland arrasa en la primera ronda ante Miami, Denver lucha por mantener la compostura tras errores pasados. Dos historias cruzadas en la lucha por la gloria.

Cleveland Cavaliers: una paliza histórica y un pie afuera del problema

La NBA es un terreno fértil para las emociones extremas. En un mismo día, se puede palpar tanto la gloria casi asegurada de unos como la inquietud persistente de otros. Eso es exactamente lo que se vivió el lunes 28 de abril de 2025, cuando los Cleveland Cavaliers lograron una de las victorias más aplastantes en la historia de los playoffs y los Denver Nuggets sufrieron, a pesar de ganar, las secuelas de un partido que casi dejan escapar.

El Game 4 entre Cavaliers y Heat fue una lección de dominio total. Cleveland se fue al descanso con una ventaja de 39 puntos, la tercera más abultada al medio tiempo en toda la historia de los playoffs de la NBA. El marcador en el entretiempo era de 72-33, una diferencia que refleja no solo la superioridad táctica y física de los Cavs, sino también el colapso absoluto de un Miami Heat irreconocible.

Récords y comparaciones: los libros de historia se abren

Para poner esto en perspectiva, la mayor diferencia registrada en un entretiempo de playoffs fue también protagonizada por Cleveland, cuando aventajaron por 41 puntos a Boston el 19 de mayo de 2017 (72-31). El segundo lugar lo tenía Detroit con una ventaja de 40 puntos sobre Washington en 1987. Ahora, ese podio lo completan nuevamente los Cavaliers, reafirmando su capacidad de aplastar cuando están inspirados.

En ese primer tiempo, De’Andre Hunter lideró la ofensiva con 18 puntos, y el equipo se despachó con 33 puntos provenientes solo de triples. Una comparación brutal si tomamos en cuenta que todo Miami logró 33 puntos en total durante esos dos primeros cuartos.

“Fue uno de esos partidos donde todo encajó. La defensa, el ritmo, los tiros exteriores... fue una demostración completa de lo que este equipo puede hacer cuando está conectado”, comentaba después del juego Kenny Atkinson, entrenador de los Cavaliers.

La baja de Garland: precaución con vistas largas

Lo más impresionante del rendimiento de Cleveland es que se produjo sin su estrella Darius Garland, quien fue descartado por una lesión en el dedo gordo del pie izquierdo. Garland venía promediando 24 puntos y 7 asistencias por juego en los dos primeros partidos, y su ausencia no se sintió en el marcador. “No es algo que te deje fuera ocho semanas, pero es un tema de dolor. Y el dedo gordo es complicado: lo usas en cada movimiento”, explicó Atkinson.

Con la serie ya 3-0 antes del juego y con el pase prácticamente asegurado, el cuerpo técnico optó por no arriesgar al base, dándole unos días más para recuperarse. De lograr la barrida, Cleveland descansará hasta enfrentar al ganador entre Indiana y Milwaukee, lo cual podría significar casi una semana de preparación.

Denver Nuggets: entre el heroísmo y el desgaste

Mientras Cleveland vive su mejor momento, del otro lado del espectro emocional están los Denver Nuggets. Si bien lograron igualar su serie 2-2 frente a los Los Angeles Clippers con un agónico mate en el último segundo de Aaron Gordon, los fantasmas del pasado volvieron a merodear.

Ese sábado, los Nuggets desperdiciaron una ventaja de 22 puntos en el último cuarto. El parcial fue de 34-16 en contra, recordando dolorosamente lo que ocurrió un año atrás ante Minnesota cuando, también agotados, dejaron escapar 20 puntos de ventaja en el 7.º juego.

“Yo creo que ellos tienen el momentum. Jugaron muy bien ese cuarto período. Nosotros tenemos que ser los agresores ahora”, comentó Christian Braun.

Minutos, bancas cortas y estallidos en la NBA moderna

Una de las críticas más contundentes tras el juego fue la escasa rotación empleada por Denver. Todos los titulares jugaron más de 42 minutos, con Michael Porter Jr. y Gordon cerca de completar el periodo final sin descanso. Incluso, en comparación, los Lakers no hicieron substituciones en toda la segunda mitad en su juego ante Minnesota, algo prácticamente inexistente en el básquet moderno.

Ante esta situación, el entrenador David Adelman defendió su estrategia: “A veces tienes que ir con tu instinto. Vi lo que hicieron los Lakers y cómo se pusieron arriba por 12 o 14 puntos sin hacer cambios. No puedes siempre preocuparte por las críticas posteriores”.

Sin embargo, Adelman también reconoció retrospectivamente que tal vez debió descansar a otro titular además de Jamal Murray: “Creo que un par de piernas frescas nos habrían dado otro aire mental en esos minutos clave”.

La importancia del fondo de armario

En pleno fragor de los playoffs, se vuelve evidente una gran diferencia entre los equipos de élite: la profundidad de sus banquillos. Mientras Cleveland aplasta sin una de sus figuras, Denver sufre para cerrar partidos por depender de sus cinco iniciales. Adelman fue claro: “Sí, ellos han utilizado más jugadores; pero esto es lo que somos. Nuestros titulares han jugado mucho durante el año y confío en que encontrarán esa ‘cuarta marcha’ para cerrar bien esta serie”.

Incidentes y tensiones: la pelea que no fue

En medio de la presión competitiva, la tensión se manifiesta de diferentes formas. Justo antes del descanso del último partido, sucedió una escaramuza entre Christian Braun y James Harden que terminó con seis faltas técnicas. Aunque no hubo expulsiones, ese tipo de altercados pueden tener consecuencias reglamentarias serias.

Uno de los puntos en discusión fue la reacción de Porter Jr., quien salió de la banca al ver la confrontación. Según las reglas de la liga, esto podría sancionarse, pero Adelman insistió en que no fue algo violento: “Antes las peleas eran verdaderas. Ahora solo son desacuerdos entre tipos que seguro jugarán juntos en verano en Los Ángeles” bromeó.

El camino hacia el anillo: ¿quién está mejor posicionado?

Los playoffs son, como se dice, una guerra de desgaste. Y si bien Cleveland parece haber encontrado la armonía justa entre intensidad, frescura física y profundidad de plantilla, Denver camina una cuerda floja entre su talento y el agotamiento acumulado.

Para los Nuggets, Game 5 será clave no solo por lo que se juega en el marcador, sino por lo que se dirime en lo anímico. ¿Puede un equipo que apenas sobrevive en sus victorias aspirar al título cuando enfrente a gigantes como Dallas o Boston?

Por ahora, Cleveland parece el contendiente más sólido del Este. Y si recuperan a Garland en plenitud para las semifinales, podrían convertirse en el caballo negro que nadie vio venir. Para Denver, en cambio, cada minuto mal gestionado podría convertirse en un naufragio anunciado.

Como reza aquel viejo dicho en el deporte: los campeonatos no se ganan solo con talento, sino con piernas frescas, cabeza fría y decisiones acertadas.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press