Tensión en el Pacífico: EE.UU. despliega misiles en Filipinas en un movimiento que inquieta a China

El despliegue del sistema NMESIS en la isla de Batán marca una nueva etapa en la estrategia estadounidense para controlar rutas clave cerca de Taiwán

  •  EnPelotas.com
    EnPelotas.com   |  

Una maniobra estratégica en un punto crítico

En un movimiento destinado a fortalecer su posición militar en el Indo-Pacífico, Estados Unidos ha desplegado por primera vez un sistema lanzamisiles anti-buque —el Marine Expeditionary Ship Interdiction System (NMESIS)— en la isla de Batán, Filipinas. Este archipiélago se encuentra estratégicamente ubicado, cerca del canal de Bashi, una vía marítima fundamental que conecta el Mar de China Meridional con el Pacífico Occidental, y que es de enorme interés tanto para China como para EE.UU.

Ejercicios Balikatan: más que maniobras militares

El despliegue se enmarca en los ejercicios anuales "Balikatan" entre EE.UU. y Filipinas, que en su edición de 2024 han escalado en magnitud e intensidad. Aproximadamente 9,000 militares estadounidenses y 5,000 filipinos participaron en simulaciones de defensa y ataque, junto a 260 tropas australianas y observadores de Japón y otros países. El objetivo declarado es reforzar la defensa de Filipinas ante potenciales amenazas, sin mencionar explícitamente a China.

El teniente general de los Marines estadounidenses, Michael Cederholm, explicó a los periodistas: "No estamos aquí practicando un plan de guerra, estamos practicando para la defensa de Filipinas". Sin embargo, expertos coinciden en que, dadas las tensiones crecientes en la región, el mensaje implícito es evidente.

¿Qué es el NMESIS y por qué su despliegue es significativo?

El NMESIS está diseñado para controlar y negar el acceso a mares y rutas estratégicas. Equipado con misiles de precisión, puede atacar barcos de guerra enemigos desde posiciones costeras sin ser detectado fácilmente. Su despliegue en Batán permitirá a EE.UU. cerrar o monitorear el canal de Bashi en caso de un conflicto entre China y Taiwán.

Este sistema refleja la nueva doctrina militar estadounidense conocida como "Force Design 2030", que prioriza unidades móviles, ágiles y adaptadas para conflictos de alta intensidad en el Pacífico, frente al modelo tradicional de grandes bases militares permanentes.

La reacción de China: "provocativo e irresponsable"

China no tardó en calificar las maniobras como "provocativas". La presencia militar estadounidense cerca de Taiwán —una isla que China considera parte de su territorio— incrementa la posibilidad de enfrentamientos accidentales o crisis diplomáticas.

Unos días antes del despliegue, un grupo de portaaviones chinos navegó cerca de Batanes, en lo que se interpretó como una demostración de fuerza. Además, China ha advertido que considerará cualquier infraestructura militar extranjera en sus zonas de interés como una amenaza directa a su soberanía.

¿Qué implicaciones tiene para Filipinas?

Filipinas se encuentra en una posición delicada. Aunque es uno de los aliados más antiguos de Estados Unidos, también mantiene relaciones económicas cruciales con China, su principal socio comercial.

El jefe militar filipino, Brig. Gen. Michael Logico, afirmó que la cooperación militar busca garantizar un "equilibrio de poder" en la región: "Una región pacífica solo puede mantenerse mediante un equilibrio adecuado de fuerzas hasta que las partes en conflicto decidan que no vale la pena luchar por el área".

El Sur del Mar de China: epicentro de tensiones globales

El Mar de China Meridional es uno de los puntos geopolíticos más disputados del mundo. Aproximadamente un tercio del comercio marítimo mundial transita por sus aguas, y se estima que el subsuelo alberga enormes reservas de petróleo y gas.

China ha construído islas artificiales militarizadas y ha reclamado casi la totalidad del mar bajo su estrategia de "línea de nueve puntos", lo que ha generado fricciones con varios países del sudeste asiático, incluyendo Filipinas, Vietnam y Malasia.

En respuesta al aumento de estas fricciones, EE.UU. ha redoblado su presencia militar en la región bajo el lema de "libertad de navegación".

Un pasado histórico de cooperación militar

Filipinas y EE.UU. tienen una larga historia de colaboración militar. Desde 1898 hasta 1946, Filipinas fue un territorio estadounidense, y albergó posteriormente dos de las mayores bases militares estadounidenses fuera del país: Subic Bay y Clark Air Base.

Estas bases fueron cerradas en los años 90 tras la negativa del Senado filipino a renovar los tratados de uso, impulsada por sentimientos nacionalistas. Sin embargo, la cooperación se reactivó en 1999 mediante el Acuerdo de Fuerzas Visitantes y se ha intensificado en años recientes ante la presión china.

¿Permanecerá el NMESIS en Filipinas?

Cuestionado sobre si el sistema NMESIS se retiraría tras los ejercicios, Cederholm fue ambiguo: "No anunciamos cuándo llegamos, cuándo nos vamos y cuánto tiempo nos quedaremos. Todo lo que diré es que estamos aquí a invitación del gobierno filipino".

Esto sugiere que la presencia militar estadounidense podría volverse semi-permanente, particularmente en un contexto en el que preservar el control de rutas como el canal de Bashi resulta crucial para la seguridad regional.

¿Qué viene ahora?

El escenario se mantiene tenso. Durante las próximas semanas, EE.UU., Filipinas y sus aliados continuarán realizando ejercicios en áreas sensibles como Palawan, en el oeste, y Cagayán, al norte. Mientras tanto, China podría intensificar su actividad militar en la región.

Según analistas internacionales como Andrew Scobell del Marine Corps University, la región va camino a un equilibrio de poder similar al de la Guerra Fría, donde "la disuasión mutua, más que la amistad, preservará la paz" (Fuente).

En definitiva, el despliegue del NMESIS en Batán no solo es un movimiento táctico, sino un claro mensaje estratégico en el tablero geopolítico del Indo-Pacífico, en un momento donde las tensiones no muestran signos de disminuir.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press