Lee Jae-myung se consolida como favorito: ¿un nuevo rumbo político para Corea del Sur?

El ascenso meteórico de Lee en medio de la crisis política tras la destitución de Yoon Suk Yeol podría redefinir el futuro de la península coreana

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Una nueva esperanza para Corea del Sur

Con casi el 90% de los votos en las primarias de su partido, Lee Jae-myung ha sido designado como el candidato presidencial del Partido Democrático de Corea del Sur. No es sólo un triunfo político, sino también un cambio de rumbo en una nación sumida en una profunda crisis institucional tras la destitución del expresidente Yoon Suk Yeol.

¿Quién es Lee Jae-myung?

Lee, de 60 años, es un político de larga trayectoria que anteriormente sirvió como gobernador de Gyeonggi, la provincia más poblada de Corea del Sur, y como alcalde de Seongnam. Con una imagen de luchador contra la corrupción y la desigualdad, ha construido una sólida base de apoyo popular, aunque también enfrenta duras críticas, especialmente por sus tácticas consideradas populistas.

"Ahora, el pueblo y nuestros colegas de partido me han dado la oportunidad de recuperar la presidencia y construir una nueva República de Corea. ¡Gracias! Aceptaré esa orden ardiente y seria con humildad", dijo Lee en su discurso de victoria, mientras sus seguidores coreaban su nombre.

Una tercera apuesta presidencial

Esta será la tercera vez que Lee Jae-myung se postule para la presidencia. En 2017 quedó en tercer lugar en las primarias de su partido, y en 2022 perdió ante Yoon Suk Yeol por el margen más estrecho en la historia electoral surcoreana. Ahora, con los conservadores divididos tras la caída de Yoon, Lee se perfila como el favorito para la elección del 3 de junio.

Según una encuesta de Gallup Korea, publicada el viernes, el 38% de los encuestados apoyaría a Lee, mientras que sus rivales conservadores apenas suman un 23% en total.

Conservadores en crisis

La destitución de Yoon Suk Yeol por su impositivo decreto de ley marcial, que fue anulado apenas seis horas después, ha golpeado duramente al Partido del Poder Popular (PPP). La falta de una disculpa formal y la evidente desunión interna complican aún más su campaña.

"Esta elección es una oportunidad para que la gente dicte su veredicto sobre la imposición de la ley marcial de Yoon" — Choi Jin, Director del Instituto de Liderazgo Presidencial de Seúl.

Un enfoque económico y diplomático moderado

Lejos de posturas radicales, Lee ha moderado su discurso en esta campaña centrándose en pilares como el crecimiento económico sostenible, el apoyo a pequeñas empresas y la reducción de la brecha de riqueza.

"Nos hemos vuelto más ricos, pero la razón por la que la gente siente escasez es la concentración (de riqueza). La polarización y la desigualdad se han ampliado demasiado", afirmó en un reciente video de campaña.

En cuanto a la política exterior, Lee aboga por mejorar las relaciones con Corea del Norte, apostando por la diplomacia como vía para la estabilidad.

"Para nosotros, la paz no es una opción; es una cuestión de existencia y prosperidad", manifestó Lee la semana pasada.

Los escándalos que rondan su figura

No todo es positivo en la trayectoria de Lee. Actualmente enfrenta cinco procesos judiciales por cargos de corrupción y otras imputaciones criminales. De llegar a la presidencia, gozaría de inmunidad, deteniendo temporalmente los procedimientos.

Sus detractores lo acusan de ser un populista que exacerba las divisiones. Sin embargo, sus bases apoyan su compromiso de erradicar la corrupción sistémica, visión que ha sido la columna vertebral de su carrera política desde sus días como abogado laboralista.

Contexto histórico: de la destitución de Yoon a una nueva era

El 9 de diciembre de 2024, el entonces presidente conservador Yoon Suk Yeol decretó la ley marcial en respuesta a disturbios políticos. Esta medida, vista como un retroceso autoritario, fue anulada en tiempo récord y desencadenó su destitución formal por el Tribunal Constitucional en abril de 2025.

En una maniobra simbólica y desafiante, Lee Jae-myung transmitió en vivo cómo escalaba las paredes de la Asamblea Nacional para liderar la votación contra la ley marcial, solidificando su imagen como defensor de la democracia en tiempos de crisis.

¿Qué significa todo esto para Corea del Sur y Asia?

Un eventual triunfo de Lee podría implicar un giro importante en varios frentes:

  • Relaciones intercoreanas: Un enfoque más dialogante y estratégico con Corea del Norte, en contraste con la línea dura de Yoon.
  • Relaciones con EE.UU., China y Japón: Una diplomacia matizada buscando equilibrio regional, especialmente en el contexto de la rivalidad estratégica entre Washington y Pekín.
  • Política interna: Reformas profundas para reducir la desigualdad, bajo un estilo combativo que podría aumentar la polarización.
  • Estado de derecho: La preocupación de que su inmunidad como presidente paralice procesos judiciales críticos ya genera controversias.

Los desafíos para Lee Jae-myung

A pesar de su ventaja en las encuestas, Lee enfrenta serios desafíos:

  • Restaurar la confianza institucional: Tras meses de turbulencia política, la ciudadanía demanda estabilidad y transparencia.
  • Gestionar expectativas económicas: Promesas de desarrollo más equitativo deberán materializarse en crecimiento real.
  • Superar la división social: Una Corea del Sur altamente polarizada supondrá un terreno difícil para ejecutar reformas.

Una tercera oportunidad que podría cambiar Corea del Sur

Para Lee, esta campaña representa su último gran intento de alcanzar la presidencia. Su capacidad de equilibrar las ansias de cambio con la necesidad de reconciliación decidirá no sólo su destino, sino también el de todo un país en un momento de encrucijada histórica.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press