De la élite a la adversidad: El caso de Devin Williams y el desafío de ser cerrador de los Yankees

Un recorrido por el difícil inicio de Williams en Nueva York, su impacto anímico, histórico y las expectativas hacia su recuperación

Un inicio titubeante en el Bronx

Cuando los Yankees de Nueva York adquirieron al dos veces All-Star Devin Williams en diciembre de 2024, las expectativas no podían ser más altas. Proveniente de Milwaukee, Williams arrastraba números increíbles: una efectividad de 1.83 desde 2019, 68 salvamentos en 78 oportunidades y un temido cambio apodado el “Airbender”. Era, en teoría, la pieza ideal para cerrar partidos en el legendario Yankee Stadium.

Sin embargo, en un giro inesperado, Williams ha vivido un verdadero calvario en su arranque: en apenas 10 partidos, presenta un récord de 0-2, una astronómica efectividad de 11.25 y una pérdida de confianza evidente tanto en su cambio como en su recta. De hecho, los bateadores le batean para .343 en general, un desplome alarmante si comparamos con el .156 de su tiempo en Milwaukee.

Boone opta por un cambio estratégico

El mánager de los Yankees, Aaron Boone, anunció antes de la doble cartelera del domingo contra Toronto que Williams dejará su rol de cerrador. "Creo que es mejor para todos sacarlo de ese papel y simplemente tratar de construir un buen ritmo, confianza y momentum", afirmó Boone. El encargado de asumir el puesto será Luke Weaver, recordado por su sólido cierre en septiembre pasado tras un declive similar de Clay Holmes.

Boone agregó con sabiduría: "Los jugadores enfrentan momentos de adversidad a lo largo de sus carreras. Lo importante es cómo respondes".

El verdugo: presión y adaptación

La presión de Nueva York, famosa por ser inmisericorde con sus deportistas, ha lanzado su peso sobre Williams. Fue abucheado en su debut, apenas 18 lanzamientos después de ingresar por primera vez en el montículo como yankee. Curiosamente, Boone recordó: "Cuando llegué aquí en 2003, vi a Mariano Rivera ser abucheado en agosto. ¡No podía creerlo!".

Dicha comparación —con el mejor cerrador de todos los tiempos— subraya cómo incluso los grandes deben soportar adversidades en la “Gran Manzana”.

¿Qué está fallando en el "Airbender"?

  • El cambio — Los bateadores solo le promediaban .097 en 2023 contra este lanzamiento mágico. Este año, ese número ha subido a .273.
  • La recta — Su recta, que anteriormente limitaba a los bats rivales a un promedio de .111, ahora es golpeada a un .462.
  • El control — Las bases por bolas y la falta de comandos finos también parecen haber mermado su efectividad.

Devin no ha perdido su talento. Su problema parece más mental que físico, una batalla interna en el contexto de un entorno altamente demandante.

Otros casos de estrellas en crisis

Williams no es el primer, ni será el último cerrador estelar en convertirse temporalmente en "víctima del Bronx". Recordemos:

  • Aroldis Chapman (2021): Atravesó baches espantosos tras lesiones y pérdida de velocidad.
  • Rafael Soriano (2011): Firmó un gran contrato y tuvo problemas inmediatos como preparador, antes de redimirse.

La lección es clara: no es raro que relevistas, incluso de calibre All-Star, luchen en Nueva York. Lo inusual sería no tropezar.

Un vistazo rápido: la mística de los cerradores

Ser cerrador en MLB no es simplemente lanzar la novena entrada. Se trata de tolerar la tremenda presión psicológica de tener el destino de un partido (¡o de una serie entera!) en tus manos.

Mariano Rivera, Trevor Hoffman, Dennis Eckersley: todos ellos son recordados no solo por sus habilidades excepcionales sino por su temple inexpugnable bajo presión.

Perspectivas: ¿Puede Devin resurgir?

La historia demuestra que sí. Muchos relevistas han superado baches similares y regresado más fuertes:

  • Craig Kimbrel — Tras varias temporadas inestables, en 2021 resurgió con una sólida campaña con los Cubs.
  • Edwin Díaz — Luego de sufrir con los Mets en 2019, tuvo un resurgimiento épico en 2022, culminando con una efectividad de 1.31.

Para Williams, el camino de la recuperación podría pasar por ajustar su mecánica, recuperar su confianza en el cambio de velocidad y aceptar, mentalmente, que el Yankee Stadium demanda una resiliencia especial.

Incluso Boone aseguró: "A su núcleo, Devin sabe que va a salir adelante". El primer paso ya se ha dado: alejarlo de la presión del noveno inning para que reconstruya sus cimientos psíquicos y físicos.

¿Y qué pasa con los Yankees en este escenario?

La rotación de cerradores puede afectar la moral y los resultados. Sin embargo, Nueva York cuenta con opciones viables: Luke Weaver, Jonathan Loáisiga (quien inició ya su proceso de rehabilitación tras cirugía), y potencialmente, el regreso de Luis Gil en verano para reforzar el bullpen.

Además, el sistema de granjas siempre tiene joyas ocultas: basta recordar que Raimon Gomez, un prospecto Clase A de los Mets, lanzó recientemente una recta de 104.5 mph, más rápida que cualquier pitch en MLB en 2025 hasta el momento.

El contexto histórico detrás del rol del cerrador

En el pasado, los relevistas eran vistos como "lanzadores de descarte". No fue hasta la era moderna —con figuras como Rollie Fingers y Bruce Sutter— que el rol de cerrador adquirió glamour. Rivera lo elevó al Olimpo del béisbol.

Hoy, la figura de un cerrador efectivo puede significar la diferencia entre disputar octubre o ver los playoffs por televisión. Por eso mismo el drama alrededor de Williams tiene tanto peso mediático.

En resumen: un capítulo, no el libro completo

Devin Williams probablemente esté escribiendo una página difícil en su carrera, pero ni de cerca está terminando su historia como pitcher de élite. Los Yankees y sus fanáticos, exigentes pero apasionados, saben que la grandeza también se forja en la adversidad.

Por ahora, Devin tendrá que dominar su "Airbender" en entornos de menor presión. Pero si logra recobrar su compostura y mecánica, pocos dudan de que volverá a cerrar partidos importantes con la ferocidad que lo catapultó al estrellato.

Y Nueva York, eterna devoradora de mitos y forjadora de leyendas, podría ser el escenario perfecto para su redención.
“Héroes y villanos son a menudo el mismo hombre, sólo vistos en distintos capítulos de su historia”, reza un adagio. Y Devin Williams aún tiene muchas páginas por escribir.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press