La fibrosis quística y la urgencia de terapias génicas para todos
Mientras los avances genéticos benefician a la mayoría, pacientes con mutaciones raras siguen esperando una cura
El peso de una enfermedad genética: la historia de Emily Kramer-Golinkoff
Emily Kramer-Golinkoff vive luchando por cada bocanada de aire. Su diagnóstico: fibrosis quística avanzada —la enfermedad genética mortal más común en Estados Unidos, afectando a alrededor de 40,000 personas, según la Cystic Fibrosis Foundation—. Sin embargo, su caso particular complica aún más la situación: su mutación genética es tan rara que los tratamientos existentes no le sirven.
"Sentimos una alegría pura por nuestros amigos que han salido de este barco que se hunde, pero estamos desesperados por unirnos a ellos", confiesa Kramer-Golinkoff, de 40 años. Detrás de esta emoción se encuentra un abismo: muchos pacientes como ella viven atrapados en una especie de "discriminación mutacional", donde las soluciones sólo existen para los casos típicos.
¿Qué es exactamente la fibrosis quística?
La fibrosis quística (FQ) ocurre debido a un defecto en el gen CFTR (Transmembrana reguladora de la conductancia de la fibrosis quística), lo que ocasiona un moco espeso en los órganos, especialmente en los pulmones, generando inflamación, infecciones y daño progresivo. Identificada por primera vez en 1938, la FQ era en esa época una sentencia de muerte en la infancia. Hoy, gracias a la medicina, la esperanza de vida se ha extendido sustancialmente, alcanzando en Estados Unidos casi los 44 años.
La revolución de los moduladores CFTR… pero no para todos
A finales de la década de 2010, los moduladores CFTR cambiaron radicalmente la vida de quienes tienen las mutaciones más comunes. Estos medicamentos, como Trikafta (aprobado por la FDA en 2019), mejoran el funcionamiento del canal CFTR, disminuyendo el daño pulmonar en hasta un 63%. No obstante, aproximadamente el 10% de los pacientes quedan excluidos debido a mutaciones raras o desconocidas (Fuente: CFTR Modulator Hub).
Pero ¿por qué sucede esta exclusión? La respuesta es clara: el mercado farmacéutico prioriza el desarrollo de tratamientos rentables. Como explica el Dr. Kiran Musunuru, experto en edición genética de la Universidad de Pensilvania: "Se necesita un número suficientemente grande de pacientes para que una empresa invierta en una terapia".
Un nuevo horizonte: terapias génicas agnósticas a la mutación
Frente a esta realidad, científicos y organizaciones como Emily's Entourage —fundada por la propia Kramer-Golinkoff— están impulsando el desarrollo de terapias génicas que no dependan del tipo de mutación.
- La idea: Insertar una copia funcional del gen CFTR en las células afectadas, restaurando su función independientemente de la mutación particular.
- Ejemplos: Spirovant Sciences está liderando ensayos con su terapia SPR-741, la cual cuenta con financiamiento de la Cystic Fibrosis Foundation.
- Progreso: El primer paciente recibió tratamiento en noviembre de 2024, dentro de un ensayo clínico de 53 semanas dirigido por la Universidad de Columbia.
Este enfoque plantea un cambio de paradigma. "Estamos increíblemente emocionados por la promesa de las terapias génicas. No pueden llegar lo suficientemente pronto", dice Kramer-Golinkoff.
La disparidad racial en el tratamiento de la fibrosis quística
Además de la diversidad genética, existe una grave inequidad en el acceso y la investigación. Datos de la Journal of Racial and Ethnic Health Disparities mostraron que pacientes afrodescendientes con FQ son más propensos a tener variantes para las cuales no existe tratamiento aprobado. La falta de datos genéticos sobre las poblaciones africanas perpetúa esta exclusión, tanto en países de África como entre las diásporas en Estados Unidos y Europa.
El enorme reto de las enfermedades huérfanas
No se trata sólo de fibrosis quística. Otras enfermedades genéticas, como la distrofia muscular de Duchenne, la atrofia muscular espinal o la anemia de Fanconi, enfrentan obstáculos similares. Las investigaciones iniciales son costosas y, sin un mercado amplio, muchas farmacéuticas las consideran financieramente inviables.
La Organización Mundial de la Salud estima que cerca del 5% de la población mundial padece alguna enfermedad rara, pero el 95% de ellas carece de tratamiento aprobado. Aquí es donde entran en juego las terapias génicas universales.
GeneDx y el impulso hacia una inclusión genética
Por fortuna, existen iniciativas que buscan democratizar el acceso genético. Empresas como GeneDx amplían los programas de cribado genético en poblaciones subrepresentadas. Su objetivo: construir bases de datos más inclusivas que permitan detectar nuevas mutaciones y desarrollar tratamientos más efectivos para todos.
"Para curar verdaderamente la fibrosis quística —y cualquier enfermedad basada en mutaciones— debemos mirar más allá de las mutaciones frecuentes y ver a todos los pacientes", subraya el Dr. Garry Cutting, del Johns Hopkins Cystic Fibrosis Center.
La fortaleza de una comunidad: cómo paciente y ciencia se unen
Kramer-Golinkoff ha transformado su lucha personal en una misión colectiva. Emily’s Entourage no solo financia investigaciones, sino que también conecta a científicos, médicos y pacientes para acelerar la innovación. Es un ejemplo del poder de la organización comunitaria para suplir los vacíos que deja el mercado.
Hoy, Emily vive con apenas un 30% de función pulmonar, problemas renales y diabetes relacionada con la FQ. A pesar de ello, sigue trabajando incansablemente por un futuro donde ningún paciente quede atrás porque su mutación es "muy rara".
"Cuando tienes grandes sueños y una vida por vivir, hacer elecciones conscientes sobre cómo usas tu limitada energía se vuelve increíblemente desafiante", reflexiona.
La esperanza de personas como Emily nos recuerda que la ciencia no solo debe avanzar, sino también avanzar para todos.