La batalla por Kursk: ¿Punto de quiebre en la guerra entre Rusia y Ucrania?

Un análisis de cómo la incursión ucraniana en la región fronteriza de Kursk redefinió el equilibrio militar y político en 2024

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El impacto estratégico de la ofensiva ucraniana en Kursk

El 6 de agosto de 2024, fuerzas ucranianas lanzaron una sorpresiva incursión en la región rusa de Kursk, un evento que no solo rompió con décadas de inviolabilidad territorial rusa desde la Segunda Guerra Mundial, sino que también agitó el tablero diplomático global en torno al conflicto. Esta ofensiva demostró la capacidad de Ucrania para ejecutar operaciones de gran escala en el propio territorio ruso, alterando momentáneamente la dinámica de poder en una guerra que ya supera los tres años.

Una victoria inicial para Ucrania

La operación, planeada con un nivel de secreto extremo —los soldados conocieron su misión apenas un día antes del ataque—, permitió a Kyiv capturar cerca de 1.300 kilómetros cuadrados y alrededor de 100 asentamientos en una región estratégica de casi 30.000 kilómetros cuadrados. De acuerdo con el comandante en jefe ucraniano, General Oleksandr Syrskyi, se trató de "un avance destinado a desgastar a las fuerzas rusas en el Donbás".

Además del impacto en el frente militar, la incursión fue una inyección de moral para Ucrania tras meses de retrocesos en el Donetsk. Sin embargo, algunos analistas advirtieron sobre el riesgo de dispersar recursos estratégicos en múltiples frentes.

La lenta reacción rusa y el involucramiento norcoreano

Rusia, inicialmente incapaz de responder con fuerza terrestre significativa, recurrió a ataques aéreos para frenar el avance ucraniano. Posteriormente, reforzó la región con tropas menos experimentadas, ralentizando el contraataque.

En un giro inesperado, surgieron reportes de que Corea del Norte envió entre 10.000 y 12.000 soldados a apoyar a Rusia. Aunque inicialmente Moscú y Pyongyang evadieron confirmar esta participación, el jefe del Estado Mayor ruso, Valery Gerasimov, terminó reconociendo que "los soldados norcoreanos combatieron hombro a hombro con las tropas rusas".

Pese a su disciplina y entrenamiento, los soldados norcoreanos sufrieron graves bajas. Informes surcoreanos estiman 300 muertos y 2.700 heridos, mientras que cifras ucranianas y estadounidenses varían entre 1.200 y 4.000 bajas totales.

La contraofensiva rusa en Kursk

Para el otoño de 2024, Moscú intensificó sus esfuerzos en Kursk, logrando recuperar cerca de dos tercios del territorio perdido hacia febrero de 2025. La presión aumentó sobre Ucrania cuando las tropas rusas cortaron el corredor logístico entre Sudzha y la región ucraniana de Sumy, utilizando drones y artillería para paralizar los movimientos adversarios.

El reconocido analista Michael Kofman destacó que "el bolsillo de Kursk se volvió insostenible para las fuerzas ucranianas a medida que el cerco se cerraba".

Un giro audaz: el asalto del gasoducto

En una jugada osada de principios de marzo, 600 soldados rusos avanzaron más de 15 kilómetros a través de un gasoducto, emergiendo cerca de Sudzha para atacar a las fuerzas ucranianas desde la retaguardia. Este ataque coincidió con el congelamiento temporal de la ayuda militar y de inteligencia de Estados Unidos a Ucrania, tras una tensa reunión entre Volodymyr Zelenskyy y Donald Trump.

La posterior reanudación de la ayuda estadounidense, tras un acuerdo preliminar de cese al fuego, no logró revertir el deterioro de la posición ucraniana en Kursk.

Consecuencias políticas y militares

El control ruso casi total de Kursk debilita significativamente la posición de Ucrania en eventuales negociaciones de paz. Según el Ministerio de Defensa de Ucrania, aún se disputaban algunas zonas de la región, pero Moscú afirmó haber retomado el pleno control.

En el marco de su visita a la región, el presidente ruso Vladimir Putin ordenó la creación de una "zona de seguridad" en la frontera, anticipando futuros movimientos hacia la región de Sumy. Actualmente, los militares rusos controlan más de 90 kilómetros cuadrados en Sumy, según el General Gerasimov.

Este avance resucita el espectro de una expansión rusa más allá del Donbás y amenaza con abrir un nuevo frente complejo para Kyiv.

Curiosidades y datos históricos relevantes

  • La región de Kursk ya había sido escenario de una de las batallas más grandes de la Segunda Guerra Mundial: la Batalla de Kursk en 1943, donde los soviéticos repelieron la ofensiva alemana en la mayor batalla de tanques de la historia.
  • La incursión ucraniana en 2024 marca la primera ocupación extranjera de territorio ruso en más de 80 años.
  • Corea del Norte y Rusia reforzaron su cooperación militar desde 2023, con intercambios de armas y tropas pese a las sanciones internacionales.

Reflexión final

La operación en Kursk representa tanto un acto audaz como un riesgo mayúsculo para Ucrania. Mientras que la ofensiva mostró la resiliencia y creatividad estratégica de Kyiv, su posterior derrota expone las dificultades de sostener posiciones avanzadas sin robustos suministros logísticos y apoyo constante.

Lo que está claro es que, tras Kursk, las dinámicas de la guerra y de las posibles negociaciones de paz han cambiado drásticamente, con Rusia fortaleciéndose militarmente y buscando afianzar su control en nuevas áreas fronterizas.

Fuentes: Centro Carnegie para la Paz Internacional, Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur, informes militares oficiales de Ucrania y Rusia.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press