El nuevo cónclave: entre la incertidumbre y la herencia de Francisco

Con cardenales de todos los rincones del mundo, el cónclave para elegir al sucesor de Francisco promete ser uno de los más impredecibles en la historia moderna de la Iglesia Católica

Por siglos, el cónclave ha sido uno de los eventos más enigmáticos y ritualizados de la Iglesia Católica. Pero en esta ocasión, tras el funeral de Francisco, la elección de su sucesor se presenta más incierta que nunca. La heterogeneidad de los cardenales, el legado reformista de Francisco y el choque de visiones entre progresistas y conservadores anticipan una de las elecciones más complejas en siglos.

La revolución en el colegio cardenalicio

Durante su pontificado de 12 años, el Papa Francisco creó 108 cardenales electores, muchos provenientes de partes del mundo que tradicionalmente estaban subrepresentadas en Roma. África, Asia, Oceanía y América Latina vieron por primera vez a "príncipes de la Iglesia" levantar su birrete cardenalicio. "Francisco internacionalizó el colegio cardenalicio como nunca antes", afirma el historiador de la Iglesia Alberto Melloni.

Esta estrategia de diversificación, además de reflejar el creciente peso del catolicismo fuera de Europa, también tiene una consecuencia directa: muchos de los cardenales apenas se conocen entre sí, dificultando la formación de bloques de voto sólidos, lo que complica las predicciones y asegura una elección reñida.

¿Continuar o corregir el legado de Francisco?

Francisco basó su papado en una visión inclusiva y menos rígida de la Iglesia, enfocándose en los marginados, migrantes y pobres, en línea con el mandato evangélico. Sin embargo, para los sectores conservadores, sus reformas fueron vistas como una peligrosa laxitud doctrinal, especialmente respecto a temas como el matrimonio, la homosexualidad y el papel de la mujer.

Los cardenales tienen ahora dos caminos: elegir un pontífice que continúe la obra de Francisco, enfocando la Iglesia hacia las periferias, o alguien que busque la restauración doctrinal, como representaban Juan Pablo II y Benedicto XVI.

¿Quiénes son los posibles papables?

  • Cardenal Pietro Parolin: Italiano y ex Secretario de Estado, Parolin es uno de los mejor posicionados gracias a su profundo conocimiento de la Curia Romana.
  • Cardenal Luis Tagle: Filipino y actual prefecto de Evangelización, su elección marcaría la primera vez que Asia proporciona un papa a la Iglesia.
  • Cardenal Péter Erdő: Arzobispo de Budapest, representa a los sectores más conservadores y tiene una sólida formación teológica.

No obstante, como advierte Marco Politi, veterano observador vaticano, "para ser verdaderamente papable se necesita ya tener un 'paquete de votos' asegurados", algo que hoy parece inexistente dada la fragmentación del colegio de cardenales.

Los "hacedores de reyes"

En un escenario sin favoritos claros, figuras influyentes como el cardenal Timothy Dolan (Nueva York), el cardenal Reinhard Marx (Alemania) y el cardenal Fridolin Ambongo Besungu (Congo) tendrán un papel de "hacedores de reyes", negociando, alineando votos y orientando el rumbo de la elección.

La importancia de estos "kingmakers" es tal que se anticipa que el cónclave necesite varias rondas de votaciones, ya que se requiere una mayoría de dos tercios para elegir al nuevo papa, y los grandes consensos parecen difíciles en este momento.

Elementos prácticos y desafíos logísticos

Superando el límite tradicional de 120 electores, hoy son 135 los cardenales menores de ochenta años con derecho a voto. Esto presenta desafíos logísticos, por ejemplo en la Domus Santa Marta —el hotel del Vaticano construido para albergar a los cardenales durante el cónclave—, donde algunos tendrán que compartir habitación.

Room No. 201, donde se alojó el propio Francisco tras ser elegido en 2013, permanece cerrado, respetando la tradición de no habitar las estancias del papa anterior hasta que se elija uno nuevo.

Asuntos pendientes y dudas jurídicas

Un interrogante jurídico gira en torno al cardenal Angelo Becciu. Destituido por Francisco tras escándalos financieros y condenado por delitos económicos, técnicamente sigue siendo cardenal elector dada su edad (76 años), aunque estadísticamente figura como "no elector". Este detalle podría ser fuente de disputa en el proceso.

¿Qué quiere la Iglesia?

Más allá de las estrategias y tensiones internas, una pregunta resuena: ¿qué anhela el pueblo de Dios? Según el cardenal Reinhard Marx, el clamor popular por un papa que transcienda polarizaciones nacionales y políticas es claro: "La gente anhela una voz que mire más allá de la división y la confrontación".

El peso de la incertidumbre

Como expresa Melloni, "es mejor permitir que el cónclave se prolongue lo necesario que apresurarse a dar una falsa apariencia de unidad". El humo negro —señal de que no se ha alcanzado un acuerdo— puede ser la norma en los primeros días.

Este cónclave podría tardar más de lo esperado, pero el objetivo será encontrar un líder capaz de sanar las laceraciones internas y guiar a los 1.4 mil millones de católicos en un mundo cada vez más complejo.

Un drama digno de Hollywood

La reciente película nominada al Oscar, "Conclave", captura precisamente la tensión, secretismo y drama de una elección papal. Ahora, el mundo observa cómo la vida real supera a la ficción cuando, de nuevo, el destino de la Iglesia se decide tras los muros de la Capilla Sixtina.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press