Will Campbell y Abdul Carter: Las piezas clave del nuevo estilo agresivo en Patriots y Giants
Entre músculo, talento y confianza desbordante, los Patriotas de Nueva Inglaterra y los Gigantes de Nueva York apuestan por la dureza para cambiar su destino en la NFL
El Draft 2025 de la NFL: mucho más que elegir talento
El Draft de la NFL 2025 fue testigo de decisiones estratégicas que podrían redefinir el futuro inmediato de dos franquicias históricas: los New England Patriots y los New York Giants. Ambas organizaciones seleccionaron jugadores con perfiles físicos y mentales ideales para impulsar un cambio cultural dentro de sus vestuarios. Will Campbell, el titánico tackle ofensivo de LSU, y Abdul Carter, el explosivo ala defensivo de Penn State, no solo fueron elecciones top-5, sino apuestas agresivas a la identidad que ambas franquicias quieren establecer.
Will Campbell: La muralla que protegerá a Drake Maye
Con la cuarta selección global, los Patriots eligieron a Will Campbell, un tackle izquierdo de 2.01 metros (6’6”) y 145 kilos (320 libras), que fue uno de los pilares de la línea ofensiva de LSU durante tres años. Su currículum es impresionante: Primer equipo All-American en 2024, tres veces All-SEC, y con apenas dos capturas permitidas en sus últimas dos temporadas universitarias.
Campbell acumuló 2,451 snaps en su carrera colegial, jugando 37 de 38 partidos como tackle izquierdo. Su consistencia y fiabilidad lo convierten en una pieza clave en la transición de los Patriots hacia una identidad ofensiva más física y dominante. Sumado a Mike Onwenu (1.91 metros y 159 kilos), formarían una de las dobles torres más imponentes en el frente ofensivo de la liga.
New England: reconstrucción bajo la sombra de Mike Vrabel
La llegada de Mike Vrabel como nuevo entrenador en jefe representa un cambio significativo. Con un estilo agresivo, físico y basado en dominar las trincheras, Vrabel encontró en Campbell el perfil ideal para blindar el lado ciego del joven mariscal de campo Drake Maye.
En 2024, los Patriots terminaron con récord de 4-13, se perdieron los playoffs por tercer año consecutivo y su línea ofensiva fue desastrosa: ocuparon el puesto 32 en bloqueo terrestre (run block win rate del 67%) y el penúltimo lugar en protección de pase (51%). Campbell llega a revertir esa tendencia y aportar un tono físico renovador.
La química antes del Draft
Campbell admitió que tuvo múltiples reuniones con los Patriots antes del draft y que generó química inmediata con el cuerpo técnico. Este tipo de entendimiento entre jugador y entrenador puede ser el diferencial en una liga tan táctica y exigente como la NFL.
Abdul Carter: La bestia que reforzará la presión en Nueva York
Por su parte, con la tercera selección global, los Giants apostaron por Abdul Carter, el Jugador Defensivo del Año en la Big Ten. Con 1.91 metros (6’3”) y 113 kilos (250 libras), Carter registró 23,5 tacleadas para pérdida de yardaje —la mejor marca del país— y 12 capturas en 2024.
Su paso de linebacker a ala defensivo en su tercer año en Penn State fue todo un acierto. Su capacidad de explotar con el primer paso, su lectura de jugadas y su presencia física lo convirtieron en un prospecto temido y, para muchos analistas, el mejor defensivo de la generación. Tanto así que fue comparado con su predecesor en Happy Valley, Micah Parsons, estrella de los Dallas Cowboys.
Una defensa que promete intimidar
Carter se une a un front seven temible en los Giants, acompañando a Kayvon Thibodeaux y Brian Burns en los extremos, así como a Dexter Lawrence en el interior. La visión del gerente general Joe Schoen y el entrenador Brian Daboll parece clara: establecer un equipo que gane desde la defensa, como lo hicieron los Giants en sus viejas glorias.
A pesar de las lesiones —una de hombro sufrida en el Fiesta Bowl ante Boise State y una reacción de estrés en el pie derecho detectada durante el combine de la NFL—, los Giants confiaron en su recuperación plena. La compensación física y mental de Carter pesó más que el riesgo momentáneo.
Una confianza que impresiona
Durante su participación en el combine, Carter dejó clara su mentalidad ganadora: “Siento que soy el mejor jugador del país y el mejor jugador debería ser seleccionado primero”, declaró. Entrenado desde pequeño por su padre, y con un compromiso de trabajo evidente, su autoconfianza sostiene su estilo de juego: dominante, explosivo e implacable.
Días antes del draft, Carter incluso publicó una imagen de Lawrence Taylor —la mayor leyenda defensiva de los Giants—, como presagio de lo que apuntaba a ser su futuro. Ahora, el joven de Filadelfia buscará construir su propio legado en la Gran Manzana.
Los nuevos pilares de dos franquicias con urgencias
Ni Patriots ni Giants están para procesos largos. Ambos vienen de temporadas decepcionantes y movimientos drásticos. En Nueva York, las contrataciones de Russell Wilson y Jameis Winston como mariscales de respaldo evidencian que no se estaba buscando un quarterback en este draft, sino reforzar de inmediato las áreas críticas, como la defensa.
Mientras que en New England, el cambio de entrenador y la baja producción ofensiva implicaban blindar la línea y darle a Maye un entorno seguro para desarrollarse.
Perspectivas inmediatas
Ambos jugadores tendrán impacto inmediato. Campbell será titular desde la Semana 1, probablemente enfrentando a los mejores cazamariscales de la liga, mientras que Carter alternará con un cuerpo de alas defensivas experimentado, pero con espacio para brillar. Su versatilidad permitirá paquetes de rotación donde incluso puede desempeñarse temporalmente como linebacker.
La cultura de la dureza regresa
Estos nombres no solo potencian sus respectivas unidades, sino que representan un símbolo: el regreso a la identidad dominante de ambas franquicias. Los Giants con defensas legendarias como en las eras de Lawrence Taylor, Michael Strahan y Justin Tuck; los Patriots, con líneas ofensivas que protegieron a Tom Brady en sus múltiples Super Bowls.
La apuesta en el draft no fue glamorosa —no hubo receptores estrafalarios ni mariscales de campo mediáticos—, pero fue efectiva, física y culturalmente impactante. Un mensaje a la liga: Patriots y Giants están listos para plantar cara.
¿Será suficiente para volver al protagonismo?
El futuro cercano lo dirá. Pero si hay algo claro es que Will Campbell y Abdul Carter no son proyectos, son statement picks. Jugadores que quieren dejar huella desde el primer snap. Y en una liga tan competitiva, eso puede marcar toda la diferencia.