Vivir Quintana y los nuevos corridos: cuando la música se convierte en resistencia

La cantautora mexicana desafía el machismo de un género musical con un álbum que narra las historias de mujeres encarceladas por defenderse de sus agresores.

“Este disco no fue hecho para vender, fue hecho para cambiar mentes.” Así lo afirma Vivir Quintana, la reconocida cantautora mexicana que se ha convertido en una de las voces más poderosas contra la violencia de género en América Latina. Su más reciente trabajo musical, “Cosas que Sorprenden a la Audiencia”, es un álbum de corridos —sí, ese género asociado históricamente con el narco, el machismo y la violencia— pero con un giro inesperado y profundamente esperado: ahora las protagonistas son mujeres privadas de libertad por haberse defendido de sus agresores.

Los corridos de la resistencia: entre el dolor y la dignidad

En lugar de glorificar al crimen organizado, como lo hacen muchos narcocorridos, la obra de Vivir está compuesta por 10 canciones, cada una basada en la historia real de una mujer encarcelada tras matar a su agresor mientras trataba de sobrevivir. Quintana ha pasado los últimos diez años visitando cárceles de mujeres y escuchando de primera mano estos relatos que estremecen a cualquiera.

Ahora vivo encerrada en una prisión, y me siento más libre que en mi propia casa”, canta en una de las canciones con su característica voz potente, mientras acaricia su guitarra. La frase, más allá de la estética lírica, representa la contradicción brutal de tantas mujeres mexicanas: para ser libres, han debido ser criminalizadas.

Estadísticas de horror

Según datos de organizaciones de derechos humanos, en México son asesinadas en promedio 10 mujeres al día. Son cifras alarmantes en un país donde el femicidio va en aumento, pero también donde la justicia rara vez castiga al agresor. En cambio, se criminaliza a las víctimas que se defienden bajo la figura de “exceso de legítima defensa”.

Casos como los de Roxana Ruiz, acusada de homicidio tras matar a su violador en un intento de sobrevivir, o el de Yakiri Rubio, quien fue encarcelada por matar a su secuestrador y violador, son ejemplos paradigmáticos. Después de una gran presión social, sus casos fueron desestimados, pero miles de mujeres en situaciones similares permanecen encarceladas.

Corridos con corazón feminista

Quintana ha sabido dar la vuelta a uno de los géneros más controversiales y masculinizados de la música mexicana. Los corridos, especialmente en su variante moderna popularizada por artistas como Peso Pluma y Natanael Cano, han sido criticados por la apología del narcotráfico y el sexismo. Incluso en Estados Unidos se han revocado visas a músicos que glorificaban a capos del narco en sus conciertos.

En este contexto, la propuesta de Quintana representa una revolución cultural. No censura el género, lo resignifica. Tanto es así que la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, ha propuesto la promoción de nuevos estilos de corridos que eviten glorificar la violencia y la discriminación hacia las mujeres. “No estamos prohibiendo un género musical; lo que proponemos es que sus letras no glorifiquen ni las drogas, ni la violencia, ni la violencia contra las mujeres”, afirmó Sheinbaum recientemente.

Sus orígenes e influencias

Vivir Quintana nació en el norteño estado de Coahuila, y desde pequeña escuchaba los corridos típicos en casas, radios y fiestas. Uno que le marcó fue el de Rosita Alvírez, una canción sobre una joven asesinada por bailar. Más adelante, cuando tenía 15 años, su mejor amiga fue víctima de un femicidio. “Ahí comprendí realmente qué significaban esas letras que parecían tan normales”, recuerda.

Desde entonces, su carrera ha girado en torno a amplificar las voces de las mujeres. Su himno “Canción Sin Miedo” se convirtió en símbolo de la marcha del Día Internacional de la Mujer en México en 2020. En 2022, colaboró en la banda sonora de la secuela de Black Panther, y fue reconocida en los Latin Grammy como una de las Leading Ladies of Entertainment.

Un álbum con nombre y rostro

A diferencia de otros discos con canciones temáticas generales, “Cosas que Sorprenden a la Audiencia” le pone nombre y rostro a mujeres reales. Cada canción se construye tras una labor periodística de Quintana: entrevistas con las afectadas, investigación, visitas a cárceles, conversaciones con familiares y revisión de expedientes.

Una de las piezas más claves del álbum es “Era él o era yo”, la historia de Roxana Ruiz. En sus palabras tras el juicio: “Recuerden, yo fui la víctima, fui violada y decidí defenderme porque no quería morir a manos de ese hombre.” La Fiscalía mexicana terminó retirando los cargos tras la presión social.

Criminalizadas por sobrevivir

  • Una joven de 14 años en Tabasco: mató a su padre cuando éste golpeaba brutalmente a su madre.
  • Yakiri Rubio: secuestrada y violada por dos hombres, mató a uno y fue encarcelada por uso excesivo de la defensa.

Todos los casos invitan a reflexionar sobre los límites impuestos cultural y judicialmente al derecho de las mujeres a defenderse. Vivir afirma: “Es doloroso que el Estado te diga que si te defiendes, serás castigada”.

Una estética de la dignidad

En sus presentaciones, el arte de Vivir no solo está en las letras. Su estética, su presencia en escenarios, sus botas rojas y el cabello negro atravesado por una franja gris, conforman un mensaje visual coherente con el fondo de su música. Sus presentaciones en prisiones fortalecen la conexión emocional de su obra, mostrando una humanidad entrañable.

Belleza, arte y derecho a la alegría

Para la compositora, bailar sus canciones también es una forma de protesta. “Es importante bailar estas cosas, ¿no? Porque la gente tiene que entender que tiene derecho a la música, al arte y, sobre todo, al derecho a la belleza”, afirma.

En un país donde la impunidad y la cultura machista han perpetuado la violencia de género, Vivir Quintana ofrece una alternativa poética y transformadora. Su música no solo conmueve, sino que educa, denuncia y empodera. Nos recuerda que incluso los géneros musicales más estigmatizados pueden ser reapropiados con intención política y reparadora.

Como ella misma dice, “este álbum tiene otro corazón”. Y ese corazón palpita fuerte en cada verso, en cada historia, en cada mujer que alguna vez pensó que debía morir para poder ser libre.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press