Ryan Howard y el legado inmortal de las Ligas Negras: un bateador por la historia

El extoletero de los Phillies se une a la misión de expandir el Museo de Ligas Negras y perpetuar el impacto del béisbol afroamericano en Estados Unidos

Ryan Howard, quien alguna vez fue apodado el "monstruo de los jonrones" por su potencia al bate con los Philadelphia Phillies, no solo dejó huella en el diamante como MVP de la Liga Nacional y campeón de la Serie Mundial de 2008. Hoy, más allá del montículo, Howard enfrenta un nuevo desafío: honrar, rescatar y promover la historia del béisbol afroamericano a través del impulso al Museo de las Ligas Negras en Kansas City.

Un legado forjado en lucha y pasión

Las Ligas Negras surgieron en respuesta a la segregación racial que imperó en Estados Unidos durante varias décadas del siglo XX. Cuando los jugadores afroamericanos no eran aceptados en las Grandes Ligas, este circuito se convirtió en su plataforma de resistencia, talento y dignidad. Figuras como Satchel Paige, Cool Papa Bell, y Josh Gibson —conocido como "el Babe Ruth negro"— protagonizaron hazañas épicas que aún resuenan en la memoria colectiva.

El impacto social de estas ligas fue profundo. No solo democratizaron el béisbol, sino que también sembraron semillas de cambio que alimentaron el Movimiento por los Derechos Civiles. Y una figura que encarnó esta misión fue Buck O'Neil, antiguo jugador y eterno embajador del béisbol negro, quien falleció en 2006 pero dejó una herencia invaluable.

El encuentro de dos generaciones

En sus años como novato, Howard conoció a O'Neil, un momento que lo marcó para siempre. Al ver su capacidad para conectar cuadrangulares, O'Neil lo comparó con Josh Gibson. "¿Tienes ese poder?", preguntó O'Neil, a lo que Howard respondió tímidamente: "Sí señor, lo tengo". Con afecto, el veterano le dijo: "No te avergüences de eso. Déjalo salir".

Ese consejo se convirtió en una brújula que guió la carrera de Howard, quien finalizó su trayectoria en MLB con 382 jonrones, cuatro temporadas con mínimo 45 bambinazos y un respeto profundo por quienes lo precedieron.

Un museo que pide crecer

Hoy, más de tres décadas después de su fundación en una oficina de una sola habitación en 1990, el Museo de las Ligas Negras da un paso hacia el futuro con un ambicioso proyecto de expansión. Con el apoyo de Howard y del mánager de los Padres, Mike Shildt, el museo encabeza la iniciativa "Pitch for the Future", que busca recaudar 30 millones de dólares para construir una nueva sede de 2,800 metros cuadrados (30,000 pies cuadrados).

El presidente del museo, Bob Kendrick, lo resume así: "Este es un subproducto del crecimiento. Lo que comenzó como un esfuerzo modesto, ahora requiere de mayor infraestructura por el creciente interés del público y la relevancia histórica que representa".

¿Por qué ahora?

El proyecto llega en un momento clave. MLB incorporó las estadísticas de más de 2,300 jugadores de las Ligas Negras como parte oficial de su historia, un paso largamente esperado. Además, videojuegos como MLB The Show han presentado modos narrativos que destacan sus historias, acercando a nuevas audiencias a este capítulo crucial del béisbol.

El museo atrae hoy a cerca de 70,000 visitantes anuales, incluyendo jugadores de MLB en giras. Pero su espacio limitado en la intersección de la calle 18 y Vine ya no da abasto.

Mirando hacia 2026 (¿y 2027?)

Con Kansas City como ciudad sede para el Mundial de Fútbol de 2026, Kendrick sueña con abrir las puertas del nuevo museo durante el año siguiente. Aunque ambicioso, considera que es totalmente viable si se reúnen los recursos a tiempo.

Howard recuerda su primera visita mucho antes de alcanzar la fama: "Era mi forma de rendir homenaje a quienes no pudieron jugar en las Grandes Ligas, pero abrieron el camino para nosotros". Una experiencia que lo marcó fue pasearse por el "Campo de Leyendas", donde se alzan 13 estatuas de tamaño real de los primeros jugadores negros en ingresar al Salón de la Fama.

Un vacío que persiste

A pesar de los avances, la representación afroamericana en las Grandes Ligas ha declinado. En el Día Inaugural de 2023, solo el 6.2% de los jugadores eran afroamericanos, una caída respecto al 7.2% de 2022, según el Institute for Diversity and Ethics in Sport de la Universidad de Florida Central.

En la Serie Mundial de 2022, ninguna de las dos plantillas —Houston Astros ni Philadelphia Phillies— contaba con jugadores afroamericanos nacidos en EE. UU., algo que no ocurría desde 1950.

“Tienes que poder encender la televisión y ver a alguien que se parezca a ti”, dice Howard. “Eso fue lo que me inspiró, ver a Willie McGee, Vince Coleman y Terry Pendleton cuando yo era niño en Missouri.”

El rol de la educación y el arraigo cultural

Uno de los principales retos es reconectar al béisbol con las comunidades afroamericanas urbanas, donde el acceso a instalaciones y recursos ha disminuido. El exjardinero y figura de los Mets, Darryl Strawberry, ha abogado por más programas de desarrollo en ciudades como Filadelfia, Chicago y Detroit.

El nuevo museo podría ser una pieza clave en esa estrategia. No será solo un lugar de exhibición, sino un centro de aprendizaje, reflexión e inspiración para futuras generaciones.

Más que estadísticas: el poder del relato

Shildt lo resume perfectamente: “Hay una historia más grande que contar. Lo que han logrado hasta ahora ha sido con puro esfuerzo de base, sin los recursos para contar todo el panorama. Eso está por cambiar”.

La historia del béisbol no está completa sin las Ligas Negras. Por eso, figuras como Howard están decididas no solo a preservar ese legado, sino a amplificarlo con orgullo. Porque como enseñó Buck O’Neil, el poder también está en contar lo que otros intentaron olvidar.

Más información: Puedes contribuir a la campaña "Pitch for the Future" o visitar el sitio del museo en https://nlbm.com

Este artículo fue redactado con información de Associated Press