La justicia cuestionada: Francia bajo la lupa del TEDH ante casos de violación infantil

El fallo histórico pone en evidencia las lagunas judiciales francesas en la protección de menores y reaviva el debate sobre el consentimiento sexual

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En un fallo que remueve las bases del sistema judicial francés, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) condenó a Francia por no proteger debidamente a tres mujeres que denunciaron haber sido violadas cuando eran menores de edad. Más allá del fallo individual, el caso expone lagunas legislativas, demoras judiciales alarmantes y una ausencia crucial: la inclusión clara del consentimiento en la definición jurídica de violación.

¿Qué falló Francia según el TEDH?

El fallo del TEDH, emitido desde Estrasburgo, abordó tres casos distintos, aunque bajo un mismo patrón: niñas vulnerables, de 13, 14 y 16 años, que aseguran haber sido violadas, y una respuesta institucional fallida. El tribunal concluyó que se violaron el artículo 3 (prohibición de tratos inhumanos y degradantes) y el artículo 8 (respeto a la vida privada) del Convenio Europeo de Derechos Humanos.

La corte condenó la “falta de rapidez y de diligencia” en dos de los tres casos e hizo hincapié en que los jueces franceses no evaluaron adecuadamente la etapa de desarrollo cognitivo y emocional de las víctimas al momento de los hechos. Uno de los jueces declaró:

“Los tribunales nacionales no tomaron en cuenta suficientemente la edad ni la situación de vulnerabilidad de las jóvenes en la valoración de su capacidad para consentir”

Los casos que conmocionaron a Europa

El más impactante es el de una joven de 13 años que relató haber sido víctima de abuso reiterado en 2009 por parte de dos bomberos de 21 años cerca de su hogar. La menor, anteriormente hospitalizada en diversas ocasiones por problemas psiquiátricos, señaló que sus datos de contacto se distribuyeron entre otros bomberos, quienes continuaron contactándola posteriormente.

Otra denunciante refirió haber sido violada a los 14 años por dos hombres de 21 y 29 años respectivamente. La tercera relató una violación por parte de un joven de 18 años después de una fiesta, cuando tenía solo 16 años.

En uno de los informes, el TEDH denunció expresamente que el tribunal nacional utilizó declaraciones moralizantes con estereotipos de género, disminuyendo así el valor de la prueba y generando inseguridad en la víctima sobre la imparcialidad de la justicia.

El limbo legal del consentimiento en Francia

Hasta 2021, Francia no establecía una edad mínima explícita para la presunción de no consentimiento. Fue recién ese año que se estableció legalmente que ningún menor de 15 años puede consentir una relación sexual con un adulto. Sin embargo, la ley francesa aún sigue sin integrar la noción de consentimiento como eje central en la definición de violación.

Según el código penal francés actual, una violación se tipifica solo si hay “penetración agravada por violencia, coerción, amenaza o sorpresa”. Esto ha dejado múltiples casos en donde la ausencia de un «no» explícito o resistencia activa por parte de la víctima lleva a la absolución del acusado.

En contraste, otros países europeos han modernizado rápidamente su legislación. Suecia fue pionera al introducir en 2018 una ley basada en el consentimiento explícito, seguida por Alemania, Bélgica, Dinamarca, y en parte por España con su reciente “Ley del Sí es Sí”.

El juicio de 2023 que encendió la mecha

El debate volvió al primer plano en Francia en 2023, cuando un caso de droga y violación reavivó la conversación nacional. Un hombre había sido absuelto pese a pruebas forenses claras de agresión, al determinarse que no utilizó “fuerza” activa. El escándalo llevó a múltiples manifestaciones, principalmente feministas, que acusaron al sistema judicial francés de “proteger al agresor ante la duda”.

La presión pública fue tal que el Ministerio de Justicia propuso revisar las definiciones jurídicas, pero los cambios aún no han sido aprobados de forma definitiva.

¿Qué dicen las estadísticas?

  • Cada año se registran más de 93.000 violaciones o intentos de violación en Francia según cifras del Ministerio del Interior (2022).
  • El 70% de las víctimas son menores de edad.
  • Solo el 12% de las denuncias por violación llegan efectivamente a juicio.
  • En sentencias condenatorias, menos del 50% incluyen cargos por violación; muchos casos se recategorizaron como abuso sexual o corrupción de menores.

Organizaciones como Osez le féminisme o Nous Toutes han reiterado que la cifra negra de violaciones (casos no denunciados) en Francia puede superar los 200.000 anuales.

Consentimiento: una cuestión de derechos humanos

El TEDH señaló en su fallo que la violación no es solo un crimen sexual, sino una forma de tortura y trato degradante, especialmente si el Estado no garantiza la protección de los más vulnerables. En palabras de la Corte:

“Una sociedad democrática debe garantizar a los menores una protección efectiva frente a los abusos, sin perpetuar estigmas ni utilizar lenguajes moralizantes que culpabilicen a la víctima.”

¿Está obsoleta la justicia francesa?

Francia, cuyo sistema legal a menudo es considerado referencia en Europa, enfrenta ahora una seria crisis de confianza. El derecho penal galo está anclado en estructuras patriarcales que priorizan la prueba de violencia física sobre la evaluación de la voluntad o el consentimiento mutuo. Esto ha provocado fallos judiciales en los que se absuelve a violadores al no poder demostrarse una “amenaza explícita”.

Juristas y activistas sostienen que es hora de actualizar las leyes considerando la revolución cultural y jurídica impulsada por el movimiento #MeToo. Según Caroline De Haas, feminista francesa y fundadora de Nous Toutes:

“Negarse a definir la violación por la ausencia de consentimiento es permanecer cómplice de la cultura de la violación.”

Presión internacional y cambios venideros

El fallo del TEDH tiene efectos jurídicamente vinculantes para Francia, que ahora debe revisar su legislación, reabrir eventualmente los casos fallados bajo esas deficiencias judiciales, y sobre todo, reformar su sistema penal para integrar el consentimiento como núcleo legal.

El Parlamento ha comenzado a debatir un proyecto de ley que incluiría una definición afirmativa del consentimiento, es decir, que toda relación sexual sin consentimiento explícito se considerará violación, incluso sin violencia física. Por el momento, no hay mayoría parlamentaria clara que asegure su aprobación.

Un sistema puesto a prueba

Más allá de la letra fría de la ley, está la vida de tres mujeres que pasaron más de una década esperando que se hiciera justicia. Ellas no solo fueron víctimas de abusos sexuales, sino también de un sistema que no supo ni quiso protegerlas en su momento más vulnerable. Hoy, con el respaldo del TEDH, su lucha sienta un precedente que puede modificar profundamente cómo Europa –y particularmente Francia– protege a sus menores y entiende el consentimiento.

Queda en manos de legisladores y jueces decidir si el país quiere seguir siendo la patria de los derechos humanos o si permanece atrapado en definiciones legales del siglo pasado.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press