Francisco, un Papa de fronteras abiertas: legado, tensiones y esperanza desde Tierra Santa hasta el corazón de África
El Papa argentino deja una huella inolvidable en un mundo dividido, con llamados a la paz, justicia y humildad que cruzaron religiones, ideologías y fronteras geopolíticas
Un adiós con ecos en todo el mundo
La muerte del Papa Francisco ha dejado un silencio conmovedor en todos los rincones del planeta. Desde el Mausoleo John Garang en Juba hasta la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén, miles de fieles han rendido homenaje al pontífice argentino, cuyo legado va mucho más allá del Vaticano. Su vida marcó un antes y un después en la relación de la Iglesia con la justicia social, los conflictos bélicos y los desafíos del mundo moderno.
Este artículo analiza su huella bajo una mirada analítica y global, centrada en sus relaciones más tensas y significativas: la diplomacia con Israel, su influencia en África y su papel como puente entre fe y política internacional.
Una relación conflictiva con Israel
Durante gran parte del papado de Francisco, las relaciones entre Israel y el Vaticano fueron cordiales. Su visita a Tierra Santa en 2014 fue un momento clave, reuniéndose con líderes judíos, cristianos y musulmanes e impulsando gestos simbólicos de paz.
Sin embargo, la guerra entre Israel y Hamás en Gaza desató serias tensiones. Aunque Francisco condenó el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, fue también crítico con la respuesta israelí, describiéndola como inmoral y desproporcionada. Incluso pidió una investigación para determinar si los ataques constituyen actos de genocidio.
“El Papa Francisco fue como un amigo que te dice la verdad, aunque no siempre sea cómoda”, dijo Wadie Abunassar, coordinador del Foro de Cristianos de Tierra Santa.
La tensión fue evidente tras la muerte del pontífice, cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel eliminó sin explicación un mensaje en su cuenta oficial de X que decía: “Descansa en paz, Papa Francisco. Que su memoria sea una bendición”.
Ausencia diplomática en su funeral
Mientras varios líderes globales como Donald Trump y Emmanuel Macron confirmaron su asistencia al funeral en Roma, el Estado israelí solo estuvo representado por su embajador ante la Santa Sede. El Gobierno alegó conflictos de agenda y el respeto por el Sabbat judío, pero muchos lo interpretaron como un gesto de desaprobación.
Un legado de reconciliación en África
Si en Oriente Medio el Papa fue figura de controversia, en el continente africano fue un símbolo de esperanza y reconciliación. Su visita de 2015 a la República Centroafricana, devastada por la guerra entre cristianos y musulmanes, fue particularmente reveladora.
“Los cristianos y musulmanes que se miraban con odio fueron reconciliados gracias a su visita”, relató Ella Carine Kossingou, residente de Bangui.
Durante esa visita, el pontífice entró descalzo a una mezquita en un barrio musulmán fuertemente militarizado y pidió decir “no al odio, la venganza y la violencia”. La imagen de Francisco en el papamóvil, flanqueado por un imam, recorriendo calles donde nadie antes osaba entrar, marcó un momento de cambio espiritual y político.
El Papa de los márgenes: 10 países africanos visitados
Durante sus 12 años de pontificado, el Papa Francisco visitó 10 países africanos —más que su predecesor—, incluyendo Kenia, Sudán del Sur, Mozambique, Marruecos y República Democrática del Congo. Durante estas visitas llamó a combatir la explotación extranjera y promovió un mensaje de justicia económica y respeto por la dignidad humana.
“Fue el primer papa postcolonial —afirmó un sacerdote camerunés—. Hablaba con conocimiento de causa sobre la pobreza, el racismo y la necesidad de solidaridad global”.
Una Iglesia en auge africano
Cuando Francisco fue elegido en 2013, África contaba con 185 millones de católicos. Hoy, esa cifra supera los 281 millones, según datos del Vaticano. El crecimiento de la fe en el continente va acompañado por un aumento en el número de sacerdotes africanos enviados a Europa y América para atender parroquias ante la escasez local de clero.
“En tan solo dos generaciones, pasamos de una Iglesia europea que enviaba misioneros a África a una en la que los africanos están revitalizando parroquias en Europa”, explicó Elizabeth Foster, historiadora de Tufts University.
Francisco y los temas polémicos
Aunque gran parte de África católica es conservadora, Francisco logró encontrar puentes. Su decisión de permitir a los sacerdotes bendecir parejas del mismo sexo, aunque sin reconocer el matrimonio igualitario, generó tensiones con episcopados africanos.
“Él se mantuvo firme en su creencia, pero también escuchó nuestras posiciones”, dijo el padre Tryvis Moyo desde Zimbabue.
Cardenales como Fridolin Ambongo Besungu, arzobispo de Kinshasa, pidieron que las voces africanas fueran más tenidas en cuenta en el Vaticano. Aun así, la mayoría recordó a Francisco con respeto:
“Fue un hombre fiel al Evangelio, consciente de que la fe debía estar al servicio de los más pobres”, indicó Moyo.
Francisco, el servidor humilde
Más allá de sus posturas ideológicas, la humildad marcó su papado. En 2019, besó los pies de líderes sursudaneses enfrentados para rogar por la paz. El gesto caló profundamente en una nación rota por la guerra.
“Nos enseñó qué significa ser un líder sirviente”, comentó el padre James Rombe desde Yuba.
Su carisma y valentía también quedaron grabados en sus homilías en barrios marginales de Nairobi o durante su visita a Mozambique tras desastres naturales.
Un símbolo para otras religiones
En un contexto global de conflictividad religiosa, Francisco tendió puentes con otras confesiones. Su histórico encuentro con el Patriarca Bartolomé I en 2014 acabó con siglos de tensión entre católicos y ortodoxos.
Incluso fue recordado por musulmanes y fieles judíos, pese a los desencuentros políticos. Su capacidad para hablar desde la fe, pero siempre en diálogo con el otro, le convirtió en una figura espiritual respetada más allá del cristianismo.
Últimos gestos de misericordia
Hasta su última etapa, Francisco mantuvo su mensaje de esperanza y paz. En abril de 2023, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, líder de los católicos en Tierra Santa, denunció cómo el gobierno de Netanyahu empeoró la vida cristiana en el territorio. No es casual que el líder católico más querido entre los palestinos fuera el párroco de Gaza, también argentino.
En Sudáfrica, el padre Hugh Patrick O’Connor, del Consejo de Iglesias, resumió bien su misterio:
“No quiso ser liberal ni conservador. Fue un pastor que puso el sufrimiento humano en el centro del Evangelio”.
Un legado a seguir
Con el funeral celebrado en Roma, los fieles del mundo recuerdan a Francisco como el papa de la justicia social, la solidaridad multirreligiosa y la humildad revolucionaria.
“Él era real —dijo Lee-Anne Bertrand en Johannesburgo—. Era como Jesús, que vino a nuestro nivel. Nos entendía.”
Francisco supo caminar entre los extremos y dejar huella en tierras fracturadas. Su pontificado no solo transformó la Iglesia, resignificó el rol mismo de lo que significa ser líder espiritual en tiempos de polarización global.