China acelera su carrera espacial con el lanzamiento de la misión tripulada Shenzhou 20
Entre posibles misiones a Marte y una futura llegada a la Luna, el país asiático consolida su lugar como potencia espacial con su estación orbital Tiangong
En medio de tensiones geopolíticas y rivalidades tecnológicas, China continúa expandiendo su presencia en el espacio con el lanzamiento exitoso de la misión tripulada Shenzhou 20. Esta misión marca un nuevo hito en su ambicioso programa espacial, que tiene como objetivo colocar astronautas en la Luna antes de 2030 y explorar Marte con mayor profundidad.
La misión Shenzhou 20: una nueva tripulación hacia Tiangong
El lanzamiento de la nave Shenzhou 20 se realizó desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, ubicado en el borde del desierto de Gobi, en el noroeste de China, el jueves 24 de abril de 2025 a las 17:17 hora local (0917 GMT). Esta nave transporta a tres astronautas: Chen Dong, un veterano que realiza su tercer vuelo, y los debutantes Chen Zhongrui, un piloto de combate, y Wang Jie, un ingeniero espacial.
Su destino es la estación espacial china Tiangong ("Palacio Celestial"), completamente ensamblada en octubre de 2022. La estación puede albergar hasta seis personas durante períodos de relevo de tripulaciones y representa un símbolo de independencia tecnológica ante la exclusión de China del proyecto de la Estación Espacial Internacional, debido a sospechas y restricciones de seguridad por parte de Estados Unidos.
Una estación para consolidar la independencia espacial
El programa espacial chino está bajo el mando del Ejército Popular de Liberación, lo cual ha generado inquietudes internacionales sobre sus posibles aplicaciones militares. Además, la incorporación de brazos robóticos en los módulos de Tiangong ha suscitado especulaciones sobre su uso para intervenir o desactivar satélites en eventuales conflictos. No obstante, el gobierno chino insiste en los fines científicos, colaborativos y pacíficos de su iniciativa.
Los ocupantes actuales de Tiangong, quienes llegaron en octubre de 2024 y han permanecido en órbita por más de 175 días, serán relevados por la nueva tripulación el 29 de abril. Durante la estancia prevista de seis meses, los astronautas conducirán experimentos en medicina espacial y tecnología, efectuarán caminatas espaciales para mantenimiento e instalarán nuevos equipos científicos.
¿Qué es la nave Shenzhou?
El nombre Shenzhou significa "Vaso Celestial", un término poético y simbólico con raíces culturales chinas. Este programa llegó a su primera cúspide en 2003, cuando China se convirtió en el tercer país en el mundo —después de Rusia y Estados Unidos— en poner humanos en el espacio, con el cosmonauta Yang Liwei. Desde entonces, ha mantenido un ritmo constante de evolución y consolidación tecnológica.
Logros clave hasta hoy
- 2003: Primer astronauta chino en órbita (Yang Liwei con Shenzhou 5)
- 2011: Lanzamiento del primer módulo experimental Tiangong-1
- 2019: Primer aterrizaje exitoso en la cara oculta de la Luna con la misión Chang’e 4
- 2020: Misión Chang’e 5 logró traer muestras lunares a la Tierra
- 2021: Rover Zhurong aterriza en Marte, convirtiendo a China en el segundo país en operar un vehículo en el planeta rojo
- 2022: Estación Tiangong completamente ensamblada en órbita
Con estos avances, el programa espacial chino ha demostrado no solo capacidad tecnológica, sino también consistencia y planificación estratégica a largo plazo.
La sombra de la competencia con Estados Unidos
Desde que la legislación estadounidense Wolf Amendment prohibiera a NASA cooperar con agencias espaciales chinas por razones de seguridad, China se ha enfocado en desarrollar recursos propios. Esta situación también ha extendido sus lazos con naciones como Rusia, Irán y algunos países africanos interesados en programas espaciales emergentes.
Por supuesto, este progreso no ocurre en un vacío diplomático. Voces dentro de agencias occidentales —y especialmente dentro del Pentágono— han expresado preocupación por la posible militarización del espacio. La Defense Intelligence Agency (DIA) ha advertido en múltiples ocasiones que el desarrollo chino en tecnologías satelitales y sistemas antisatélites plantea un nuevo panorama estratégico en los conflictos del siglo XXI.
La promesa lunar para 2030
China ha declarado de manera oficial su intención de enviar astronautas a la superficie lunar antes del 2030. Este esfuerzo será clave en el programa Chang'e, que prevé no solo misiones tripuladas, sino también la instalación de infraestructura permanente para estudios geológicos y tecnológicos.
La Administración Espacial Nacional de China (CNSA) planea construir una base en el polo sur de la Luna, una región de especial interés por su posible reserva de hielo, elemento vital para soportar presencia humana prolongada y para la producción de oxígeno e hidrógeno como combustible.
La exploración marciana: una apuesta a futuro
La misión Tianwen-1, con el rover Zhurong, fue un éxito rotundo en la historia de la exploración interplanetaria china. Logró orbitar, aterrizar y desplegar un vehículo funcional en Marte en su primer intento, algo que ni NASA ni Roscosmos lograron en sus fases iniciales.
Según Xinhua, el siguiente paso será una misión de retorno de muestras marcianas para 2030, en paralelo a los planes de la NASA y la Agencia Espacial Europea. A largo plazo, se contempla una posible misión tripulada, aunque los desafíos técnicos, fisiológicos y logísticos aún son enormes.
Tiangong vs. ISS: ¿nueva hegemonía en el espacio?
Con la Estación Espacial Internacional (EEI) acercándose al final de su vida útil —su operación se extendería al menos hasta 2030 si no se extiende todavía más—, muchos desarrollos futuros dependerán de centros operativos como Tiangong, y del futuro Gateway lunar liderado por la NASA junto con la Agencia Espacial Europea, Japón y Canadá.
No obstante, Tiangong ofrece una alternativa soberana para experimentos científicos y colaboraciones internacionales. Ya ha recibido propuestas de países como Pakistán, Argentina y hasta parte del bloque africano para colaborar en experimentos y enviar astronautas en futuras misiones.
¿Qué sigue para China en el espacio?
La agenda espacial de China para la próxima década incluye:
- Construcción de una estación lunar robótica hacia 2027
- Primer aterrizaje lunar tripulado para 2030
- Traer muestras de Marte a la Tierra antes de 2030 (misión Tianwen-3)
- Desarrollo de nuevos cohetes reutilizables como el Long March 9
- Comercialización de lanzamientos y desarrollo de su espacioporto flotante en el Mar del Sur de China
China ve su programa espacial no solo como una vía para el desarrollo científico, sino también como instrumento de poder blando y legitimidad internacional. La carrera espacial del siglo XXI ya no es de dos, sino de múltiples protagonistas, y el gigante asiático no es un espectador, sino protagonista central.
“Si el siglo XX fue definido por la Guerra Fría y la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética, el XXI será recordado por la multipolaridad espacial con China como competidor directo”, afirma Joan Johnson-Freese, experta en políticas espaciales de la U.S. Naval War College.
Así, con el lanzamiento del Shenzhou 20, China no solo renueva a una tripulación, sino que renueva también sus aspiraciones como una civilización que pretende saltar de la Tierra hacia el cosmos.