La marcha por la memoria: iglesias negras y su poderosa defensa de la historia afroamericana
El reverendo Robert Turner camina 69 kilómetros cada mes para exigir reparaciones y respaldar al Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana frente a las políticas represivas del gobierno de Trump
Un peregrinaje por justicia: la caminata mensual de Robert Turner
Desde hace más de dos años y medio, el reverendo Robert Turner realiza una caminata mensual de 43 millas (69 kilómetros) desde Baltimore hasta Washington D.C. Esta no es una hazaña física sin propósito: es una manifestación de fe, compromiso político e histórico. Con un cartel que reza “Reparaciones Ya”, su destino ha sido la Casa Blanca. Pero en su caminata del 16 de abril de 2025, añadió una parada simbólica y poderosa: el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana, donde se arrodilló y colocó una corona en su entrada.
Este acto no fue casual. Fue un gesto de apoyo y protesta ante una orden ejecutiva del expresidente Donald Trump que señalaba a los museos del Smithsonian —incluido este— de promover una “ideología centrada en la raza y divisiva”. Un intento de reinterpretar la historia de Estados Unidos que ha generado alarma entre académicos, activistas y comunidades negras.
El museo afroamericano como bastión de memoria
Inaugurado en 2016, el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana ha recibido más de 10 millones de visitantes hasta 2023. Más que mostrar el pasado doloroso de la esclavitud y las leyes de segregación Jim Crow, el museo celebra la resiliencia, contribuciones y triunfos del pueblo afroamericano. Su existencia se ha convertido en una herramienta educativa crucial para generaciones futuras.
Turner no está solo en su gesto: numerosas iglesias negras en Estados Unidos han decidido apoyar activamente al museo, adquiriendo membresías y animando a sus congregaciones a hacer lo mismo. Con un costo inicial de apenas $25 al año, esta membresía representa una declaración personal y política: preservar y fortalecer la historia afroamericana ante intentos de borrado institucionalizado.
Moss, Lewis y Clarke: un clero afroamericano despierto
La idea de Turner fue inspirada por el reverendo Otis Moss III, pastor de la Trinity United Church of Christ en Chicago, quien también lideró a su iglesia a respaldar al museo. En sus palabras: “Por solo $25 al año, puedes proteger la historia negra”.
La reverenda Jacqui J. Lewis de Middle Church en Nueva York, una congregación multirracial, no solo renovó su membresía, sino que realizó una donación especial de $1,000 como “ofrenda de amor pascual”, en clara oposición a las políticas excluyentes de la administración anterior.
El obispo Timothy Clarke, de la iglesia afroamericana First Church of God en Columbus, Ohio, anunció su intención de unirse también. Compartió una anécdota conmovedora: su nieto, de excursión en Washington D.C., señaló como lo mejor de su viaje la visita al museo.
Una amenaza silenciosa: la orden ejecutiva de Trump
Firmada el 27 de marzo de 2025, la orden ejecutiva de Trump no mencionaba directamente recortes presupuestarios, pero encargaba al vicepresidente J.D. Vance liderar un “proceso para eliminar ideologías inapropiadas” de las instituciones del Smithsonian. Vance es miembro de la junta directiva del Smithsonian por su cargo federal —posición que ha usado para impulsar una agenda que busca resaltar la “grandeza americana”, minimizando la verdad histórica sobre esclavitud y discriminación.
“Este intento flagrante de borrar la historia negra es inaceptable y debe ser detenido”, escribieron en una carta los congresistas Demócratas Joseph Morelle, Terri Sewell y Norma Torres.
Críticos de esta medida señalan que se trata de una reescritura distorsionada de la historia —un intento de blanquear el pasado para adecuarse a una visión uniforme, patriotera y excluyente.
El poder de la historia y la lucha por las reparaciones
Turner comenzó estas caminatas mucho antes de la orden ejecutiva. De hecho, durante su tiempo como pastor en Tulsa, Oklahoma, protagonizó manifestaciones por las reparaciones que la ciudad debe por la masacre racial de 1921, en la que cientos de personas negras fueron asesinadas y sus propiedades destruidas.
En una escena profundamente simbólica, un niño fuera de la Casa Blanca le preguntó a su madre al ver su cartel: “¿Qué son reparaciones?”, lo que evidencia para Turner la necesidad de seguir enseñando una historia verídica. “Ese momento demuestra por qué necesitamos más educación real sobre la historia estadounidense”, afirmó.
Trinity y la identidad de la iglesia negra
La iglesia Trinity, donde predica Otis Moss III, ha sido durante décadas un modelo de activismo social. En 2008, el entonces senador Barack Obama formaba parte de esta comunidad espiritual, aunque tuvo que renunciar por las declaraciones controversiales de su anterior pastor, Jeremiah Wright. Sin embargo, Obama siempre defendió el papel de la iglesia negra como conciencia moral de la nación.
La descripción de Moss de su iglesia como “abiertamente negra y cristiana sin disculpas” no es excluyente, sino una afirmación de orgullo cultural. En contextos donde la identidad negra ha sido reprimida o criminalizada, estos espacios reafirmativos se convierten en baluartes de resistencia.
Nuevos retos en el Smithsonian
La decisión de Trump no solo desencadenó respuestas en la comunidad religiosa. Internamente, el museo africano ha atravesado una transición de liderazgo. El director Kevin Young —eminente poeta y académico— dejó el cargo en abril tras una licencia, y la operativa Shanita Beckett ha asumido como directora interina.
Este momento delicado para el museo ha coincidido con un aluvión de críticas y muestras de solidaridad, especialmente de instituciones y personalidades afroamericanas que consideran vital preservar este espacio como archivo de la verdad histórica y orgullo cultural.
¿Qué significa “Reparaciones” y por qué es tan relevante hoy?
La demanda de reparaciones por parte de las comunidades negras en EE.UU. no es un concepto nuevo. Desde la Propuesta 40 Acres and a Mule tras la Guerra Civil, hasta las recientes discusiones en el Congreso —impulsadas por figuras como Ta-Nehisi Coates y la HR 40— el tema plantea interrogantes sobre responsabilidad histórica, justicia reparadora y equidad estructural.
El Dr. Sandy Darity, economista de Duke University, ha calculado que el costo de un programa nacional de reparaciones podría oscilar entre $10 y $12 billones, para cerrar la brecha de riqueza racial entre negros y blancos. Lejos de ser una “compensación monetaria sin sentido”, las reparaciones incluirían inversiones en educación, vivienda, acceso sanitario, y desarrollo económico comunitario.
Una nueva espiritualidad política
El activismo de líderes como Turner redefine el papel de la fe en el espacio público. No se trata solo de oraciones, sino de acciones concretas. La caminata cada mes, la membresía al museo, el respaldo a la historia negada: todo esto es teología en movimiento, una espiritualidad que abraza cuerpo, mente y calle.
Turner camina, ora, protesta, dona, educa y se entrega. Y con él, miles de miembros de iglesias negras en todo EE.UU. están reafirmando que la historia no solo es narrativa, sino poder para transformar el presente.
En palabras del mismo Turner:
“Mi fe no solo está en el cielo, sino en la promesa de justicia aquí en la Tierra. Caminar, para mí, es rezar con los pies”.