Entre leyendas y batazos: una semana emocional para los Minnesota Twins
Del heroísmo en el diamante al coraje fuera de él: el equipo de Minnesota brilla mientras sus íconos luchan por la salud
Por estos días, los fanáticos de los Minnesota Twins han experimentado una montaña rusa de emociones. Mientras el equipo mostró garra en el campo con victorias decisivas ante los Chicago White Sox, fuera del diamante, dos figuras históricas del club viven sus propias batallas. Tony Oliva y Kent Hrbek, dos íconos del béisbol en las Ciudades Gemelas, se recuperan de problemas de salud que han reavivado el afecto de la afición por estos héroes que marcaron época.
Dos leyendas, dos luchas vigorosas
El miércoles se confirmó que Tony Oliva y Kent Hrbek, símbolos eternos de la franquicia, han sufrido accidentes cerebrovasculares con solo días de diferencia.
Oliva, de 86 años, experimentó lo que los médicos consideraron “una serie de mini strokes” durante el último mes. Afortunadamente, se espera que tenga una recuperación completa. El cubano fue un ícono del béisbol estadounidense, y su lealtad a los Twins lo convirtió en una figura extremadamente querida. Ganó el premio al Novato del Año de la Liga Americana en 1964, lideró la liga en bateo en tres ocasiones y fue oficialmente ingresado al Salón de la Fama del Béisbol en 2022 por el Comité de la Era de los Días Dorados.
Por su parte, Hrbek, de 64 años, sufrió un pequeño derrame cerebral tras una cirugía de rodilla a principios de abril. Oriundo de Bloomington, Minnesota, Hrbek vivió su infancia muy cerca del estadio y luego jugó toda su carrera con su equipo del alma. Fue una pieza clave en los títulos de Serie Mundial de 1987 y 1991.
Ambos jugadores han sido pilares de la franquicia dentro y fuera del campo. Sus camisetas —el número 6 de Oliva y el 14 de Hrbek— han sido retiradas por los Twins, y tienen estatuas en bronce en las inmediaciones de Target Field, hogar del equipo desde 2010.
Vibrante presente en el terreno de juego
El compromiso emocional con sus leyendas tuvo un reflejo en el terreno con un equipo decidido a seguir adelante. El miércoles por la noche, los Minnesota Twins vencieron a los Chicago White Sox 6-3 en el segundo juego de la serie, en un partido cargado de simbolismo y rendimiento.
La figura inesperada fue Byron Buxton, quien venía de un desempeño pobre con tres ponches, pero respondió con un jonrón de dos carreras en la séptima entrada para sellar la victoria. Su batazo recorrió 414 pies hasta el jardín izquierdo-central, provocando un rugido de aprobación en el Target Field.
Antes de eso, Trevor Larnach había hecho lo propio en la sexta entrada con un cuadrangular solitario, su segundo en dos juegos, que puso a los Twins adelante 4-3. También fue notable el rendimiento del joven Brooks Lee, quien empató el marcador con un sencillo potente en la quinta entrada.
En cuanto al pitcheo, Justin Topa (1-1) fue el lanzador ganador al encargarse del sexto inning, mientras que Danny Coulombe consiguió su primer salvamento de la temporada al cerrar el encuentro.
La defensa no estuvo exenta de errores: Luke Keaschall cometió uno costoso y se lanzó un wild pitch que permitió una carrera de los White Sox. Sin embargo, Keaschall también logró hacerse notar positivamente al robarse dos bases en el partido, sumando cinco robos en sus primeros cinco juegos como profesional, igualando un récord de las Grandes Ligas.
Una serie para olvidar para los White Sox
Los Chicago White Sox, en el último puesto de la división, siguen sin encontrar rumbo. En esta serie ante los Twins, acumulan dos derrotas consecutivas y su rotación no termina de asentarse. Bryse Wilson, en su primera apertura del año tras nueve apariciones como relevista, solo lanzó 2 2/3 entradas con 55 lanzamientos, concedió una carrera y cinco hits antes de ser sustituido.
Jordan Leasure (0-1) cargó con la derrota al permitir el cuadrangular de Larnach, lo cual rompe una racha en la que venía mostrando consistencia en el bullpen. Los White Sox intentarán evitar la barrida en el tercer juego de la serie con Shane Smith (0-1, ERA 2.82) en la lomita, enfrentando al veterano Chris Paddack (0-2, ERA 7.27), quien viene de dar su mejor actuación del año.
El honor de estar siempre presentes
Más allá del resultado deportivo, esta semana ha confirmado la duradera huella que Tony Oliva y Kent Hrbek dejaron en Minnesota. No solo son figuras de museo o estatuas para retratarse: siguen siendo parte activa del alma del club. Han estado presentes en eventos del equipo, en encuentros con fanáticos y son habituales en el estadio.
Sin duda, su recuperación mantendrá atentos a miles de fanáticos que los vieron en sus mejores días, y a jugadores actuales que entienden el peso de los números que cuelgan de lo más alto del estadio. En un deporte donde las estadísticas y las métricas mandan, pocos datos son tan reveladores como los siguientes:
- Tony Oliva: promedio de bateo de por vida: .304; 1,917 hits; 220 HR; 947 carreras impulsadas.
- Kent Hrbek: promedio de bateo: .282; 293 HR; 1,086 carreras impulsadas; 2 títulos mundiales.
Ambos representan lo que significa permanecer fiel a una franquicia, a una comunidad y a un sueño. En pleno 2025, aún son rostros familiares en el Target Field. Como dijo Hrbek una vez a MLB Network: “Jugar toda mi vida aquí fue como vivir un cuento de hadas con cada batazo con el sonido de casa”.
Ese ruido sigue resonando. Desde los cuadrangulares de Buxton hasta las ovaciones para las leyendas que pelean sus propias batallas, la familia Twins está viva, vibrante y llena de esperanza.