John Korir conquista Boston y sueña con formar a la próxima generación de campeones

El campeón keniano del Maratón de Boston 2025 corre por la gloria, la familia y los futuros talentos del atletismo africano

John Korir no solo cruzó la meta del Maratón de Boston 2025 con un récord impresionante y una rodilla sangrante; también dejó claro que su victoria es solo el primer paso hacia un legado aún mayor: formar a la próxima generación de campeones del atletismo en Kenia.

La carrera de su vida (y de su familia)

El pasado lunes 21 de abril, John Korir escribió su nombre en la historia del atletismo mundial al ganar el Maratón de Boston 2025 con un tiempo de 2 horas, 4 minutos y 45 segundos, el segundo más rápido registrado en ese circuito icónico. Pero lo más relevante no fue solo su desempeño sobre el asfalto, sino lo que representa esta victoria para su apellido.

Korir se convirtió, junto con su hermano Wesley Korir, en el primer par de hermanos en ganar el Maratón de Boston. Wesley lo había hecho en el año 2012. Con esto, la familia Korir pasa a formar parte de una élite que no solo ha dominado el maratón más antiguo del mundo, sino que también ha transformado sus victorias en plataformas de ayuda social.

Una caída, una decisión, una victoria

El keniano no tuvo una carrera fácil. Apenas iniciado el recorrido, en la zona de Hopkinton, fue derribado accidentalmente en medio del frenesí inicial. El resultado fue un raspón en la rodilla, una mano herida y el deterioro de su dorsal oficial, que se despegó por tres de sus esquinas.

Lejos de perder la concentración, Korir tomó una decisión llena de temple: arrancó completamente el dorsal, lo dobló y lo metió dentro del pantalón mientras retomaba la marcha con los líderes. El chip de cronometraje, que se encuentra adherido al reverso del dorsal, milagrosamente continuó funcionando durante los 42.195 km.

"Fue increíble verlo cómo reaccionó tan rápido, con tanta presencia de ánimo, aún con toda la adrenalina de una caída", comentó Jack Fleming, presidente de la Asociación Atlética de Boston (BAA por sus siglas en inglés), mientras sostenía el dorsal arruinado durante la rueda de prensa posterior a la competencia.

Inspirado por la educación y el cambio

Más allá del oro y el récord, Korir reveló que donará todo su premio económico —aunque no se ha confirmado la cifra exacta, suele rondar los 150.000 dólares para el primer lugar— a una causa muy especial: la Transcend Talent Academy, un centro de formación para jóvenes corredores en Kenia.

Esta academia fue creada años atrás con el apoyo de su hermano Wesley, quien también usó parte de sus ganancias para construir un hospital en su comunidad natal. “Fue nuestro sueño llegar aquí, ganar juntos y hacer historia”, comentó John. “Ahora el siguiente sueño es formar a un niño de nuestra academia que algún día venga a Boston y gane”.

La Transcend Talent Academy se dedica a ofrecer educación y formación atlética a niños y jóvenes que vienen de comunidades rurales sin los recursos económicos para perseguir una carrera deportiva. Proporciona además alimentación, uniformes, fisioterapia y equipos de entrenamiento especializados.

Una generación dorada de corredores kenianos

Kenia no es ajena al dominio de los maratones. Desde Paul Tergat, Tegla Loroupe, Wilson Kipsang o Eliud Kipchoge, sus atletas han redefinido el estándar mundial. De hecho, en las últimas 20 ediciones del Maratón de Boston, 14 victorias masculinas y 12 femeninas han sido para atletas kenianos, según datos de la BAA.

Korir sabe que más allá de los récords y los trofeos, lo que de verdad cambia vidas es la oportunidad. “Correr nos sacó de la pobreza. Tenemos que devolver. Si ayudamos a un solo niño a llegar al podio, habremos hecho historia”, señaló durante una entrevista posterior con medios locales.

Un futuro campeón en camino

La historia de John Korir se entrelaza con la esperanza de cientos de jóvenes. Para muchos en Kenia, el atletismo no es solo un deporte, es una vía de escape del hambre, la inseguridad y la falta de oportunidades.

El gesto de Korir también pone en evidencia otro aspecto olvidado: el talento no basta sin estructura. Con acceso a nutrición apropiada, entrenadores cualificados y plataformas para competir internacionalmente, estos corredores pueden alcanzar su máximo potencial y representar a África con orgullo.

Es posible que, en la edición del Maratón de Boston 2035 o 2040, veamos a un joven con historia similar: criado en la sabana, formado por la Transcend Talent Academy, corriendo con determinación y llevando en la camiseta no solo su nombre, sino el legado de los hermanos Korir.

Las particularidades de una edición inolvidable

La edición 129 del Maratón de Boston fue especial por muchas razones. No solo John triunfó tras una caída, sino que su compatriota Sharon Lokedi también rompió récords en la categoría femenina, con un tiempo de 2 horas, 17 minutos, 22 segundos, superando en más de 2 minutos el mejor registro femenino previo en el circuito.

Ambos se beneficiaron de lo que se ha considerado como condiciones climáticas “casi perfectas” para maratón: fresco amanecer en Massachusetts, sin viento fuerte ni humedad excesiva, ideal para establecer marcas.

El bibgate y la paranoia post-Rosie Ruiz

La pérdida parcial del dorsal de Korir hizo recordar el infame incidente de 1980, cuando Rosie Ruiz fue inicialmente proclamada ganadora tras un espectacular tiempo de llegada... pero luego se descubrió que había abandonado el recorrido para incorporarse cerca del final.

Claro que pensamos al principio si había ocurrido algo similar”, confesó Fleming. “Pero luego vimos a John en cada punto intermedio. Las cámaras estaban sobre él todo el tiempo. No cabían dudas de que había corrido cada metro”.

Hoy, la tecnología impide trampas: chips, controles visuales, cámaras, sistemas GPS y escaneos biométricos están presentes en maratones del World Marathon Majors.

¿Cuál es el verdadero valor de una victoria?

Lo que diferencia a John Korir no es solo su preparación física o su capacidad mental. Es su propósito. En una época donde muchos atletas venden su imagen por contratos multimillonarios, Korir apuesta al cambio social sostenible a través del deporte. Y eso, en muchos sentidos, es más revolucionario que romper cualquier récord.

Korir concluyó su intervención en Boston afirmando: “Mi hermano Wesley me enseñó a correr con el corazón. Ahora yo debo enseñar a correr con propósito”.

Desde la humilde tierra roja del Valle del Rift, hasta la majestuosa bajada hacia Boylston Street, los pasos de un campeón suelen resonar por generaciones. El de John Korir, sin duda, marcará la senda para muchos otros.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press