Sede Vacante: ¿Quién será el próximo Papa tras la muerte de Francisco?

Un análisis de los principales 'papables' y lo que está en juego para el futuro de la Iglesia católica

La muerte del Papa Francisco a los 88 años marcó el fin de una era caracterizada por la cercanía a los pobres, el cuidado del medioambiente, el diálogo interreligioso y las reformas dentro del Vaticano. Ahora comienza la etapa conocida como "Sede Vacante", un período de luto institucional que culminará con la elección de un nuevo papa en un cónclave secreto, donde los cardenales menores de 80 años se reunirán para discernir quién será el próximo líder espiritual de más de mil millones de católicos en el mundo.

La elección papal, envuelta en siglos de tradiciones y simbolismo, no es una contienda política, pero tampoco está exenta de cálculos humanos. Las decisiones están influenciadas por corrientes teológicas, regionalismo, trayectorias previas e, inevitablemente, la necesidad de un equilibrio entre continuidad y renovación.

El legado de Francisco y la influencia en el próximo cónclave

Francisco, el primer papa latinoamericano, argentino de origen y jesuita de formación, fue un reformador tanto en estilo como en doctrina. Durante su pontificado de 12 años, designó a más del 70% de los cardenales con derecho a voto, moldeando el Colegio Cardenalicio con hombres que comparten en gran medida su visión pastoral, orientada a las periferias y a una Iglesia menos autoritaria y más dialogante.

Su fallecimiento pone sobre la mesa una gran pregunta: ¿Continuará el nuevo papa con la línea franciscana o representará un giro doctrinal?

¿Quiénes son los principales candidatos?

A continuación, hacemos un repaso de los llamados papables, los prelados que suenan con más fuerza para ocupar la silla de San Pedro.

Cardenal Pietro Parolin (Italia, 70 años)

Actual secretario de Estado del Vaticano, Parolin es un diplomático de carrera con amplio conocimiento de los entresijos curiales. Ha sido una figura clave en las decisiones políticas del Vaticano, incluyendo el controvertido acuerdo con China sobre el nombramiento de obispos. Sin embargo, su cercanía al escándalo financiero de la inversión en una propiedad londinense podría jugarle en contra.

Pros: experiencia administrativa, continuista, perfil moderado.
Contras: sin experiencia pastoral directa, implicación indirecta en un caso de corrupción millonaria.

Cardenal Peter Erdo (Hungría, 72 años)

Arzobispo de Budapest y dos veces presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa, Erdo es un teólogo sólido y respetado. Tiene buenos vínculos en África y ha participado en importantes sínodos sobre la familia durante el papado de Francisco.

Pros: sólido respaldo europeo, imagen limpia, teología equilibrada.
Contras: perfil menos conocido fuera de Europa.

Cardenal Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años)

Popular entre los fieles, cercano a Francisco y con experiencia misionera. Es prefecto del Dicasterio para la Evangelización, un rol centralizado y poderoso bajo la nueva constitución apostólica de la Curia Romana. Tagle representa una oportunidad histórica de tener el primer papa asiático.

Pros: ideal para el crecimiento de la Iglesia en Asia y África, gran carisma, experiencia pastoral y curial.
Contras: relativamente joven, lo que podría extender su pontificado por varias décadas, algo que algunos cardenales prefieren evitar.

Cardenal Matteo Zuppi (Italia, 69 años)

Arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana. Cercano a la Comunidad de Sant'Egidio, activa en iniciativas de paz, y elegido por Francisco como su emisario personal para tratar el conflicto en Ucrania. Se le considera la figura italiana en la línea más clara de continuidad con el difunto pontífice.

Pros: puente entre progresismo y tradición, habilidades diplomáticas, pastor de calle.
Contras: aún relativamente joven para los estándares papables.

Cardenal Robert Sarah (Guinea, 79 años)

Figura de peso entre los conservadores. Su postura en favor del celibato sacerdotal y su crítica velada a ciertas políticas de Francisco lo convierten en el candidato favorito del ala tradicionalista. Cabe señalar que coescribió, junto a Benedicto XVI, un libro defendiendo el celibato cuando Francisco estudiaba flexibilizar esta norma para la Amazonía.

Pros: firmeza doctrinal, respaldo entre sectores ultraconservadores.
Contras: tensiones con Francisco, edad cercana al límite, pasado polémico.

Cardenal Marc Ouellet (Canadá, 80 años)

Aunque recientemente llegó a la edad límite para votar en cónclave, Ouellet ha sido mencionado por su experiencia y por haber dirigido durante más de una década el Dicasterio para los Obispos. Conservador moderado que no se desmarcó frontalmente de las reformas de Francisco, representa un balance interesante.

Pros: Experiencia, perfil de consenso.
Contras: Edad (ya no es elector), transición difícil en tiempos de cambio.

Cardenal Robert Prevost (EE. UU., 69 años)

Nacido en Chicago pero formado pastoralmente en Latinoamérica, donde fue obispo en Perú por casi una década. Desde 2023 dirige el Dicasterio de los Obispos y la Pontificia Comisión para América Latina, lo que lo coloca en una posición determinante para modelar el liderazgo eclesial global.

Pros: experiencia binacional, respaldo de Francisco, conocimiento profundo de América Latina.
Contras: Origen estadounidense, lo que históricamente ha sido una barrera por el peso geopolítico de EE.UU.

Cardenal Christoph Schönborn (Austria, 80 años)

Teólogo cercano a Benedicto XVI y editor principal del Catecismo de la Iglesia, ha mostrado posturas progresistas en cuestiones complejas como los divorciados vueltos a casar y el rol de las mujeres en la Iglesia. Sobrepasó la edad para votar pero aún es considerado una voz influyente.

Pros: formación académica, empático con realidades familiares.
Contras: fuera del cónclave, perfil menos mediático.

¿Qué buscan los cardenales?

Según las reglas establecidas en la constitución apostólica Universi Dominici Gregis del Papa Juan Pablo II, el próximo pontífice debe ser elegido por una mayoría de dos tercios entre los cardenales menores de 80 años. Aunque cualquier varón bautizado puede ser elegido, todos los papas desde 1378 han sido cardenales.

Los criterios principales suelen ser:

  • Pastoralidad: cercanía con los fieles, tolerancia, comprensión de realidades sociales.
  • Aptitudes administrativas: manejo de la Curia, reformas estructurales.
  • Representatividad geográfica: África y Asia ganan protagonismo.
  • Capacidad de diálogo: tanto interreligioso como ecuménico y social.

¿Qué esperar del próximo papado?

La Iglesia católica afronta desafíos monumentales: pérdida de fieles especialmente en Europa, escándalos de abusos, tensiones internas entre progresistas y conservadores, secularización cultural acelerada, y dilemas bioéticos de frontera, como la IA o la eutanasia.

El sucesor de Francisco tendrá que decidir entre continuar las reformas iniciadas, profundizarlas o retractarse. Este será un equilibrio delicado entre tradición doctrinal y sensibilidad contemporánea.

Como dijo el historiador eclesiástico John L. Allen Jr., "la elección de un papa no es el final de una historia, sino el principio de muchas".

Una Iglesia global en transformación

África es el continente donde el catolicismo crece con mayor rapidez. Asia, donde es minoritario, presenta un enorme potencial. América Latina, aunque sigue siendo el bastión mundial en número de fieles católicos, enfrenta el avance de iglesias pentecostales y evangélicas.

Nombrar a un latinoamericano ya fue una revolución en 2013. ¿Será ahora el momento para un africano o asiático? ¿Veremos a un papa de EE. UU. por primera vez? ¿Se volverá al europeo tradicional?

El mundo observa con interés. Porque aunque la decisión sea guiada por el Espíritu Santo, los cardenales también miran estadísticas, equilibrios y símbolos. Y la Iglesia, aunque milenaria, nunca deja de transformarse.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press