Cuando los astros se apagan: las lesiones que están sacudiendo a las Grandes Ligas en 2025

Luis Arráez, Spencer Strider y Triston McKenzie son reflejo del drama que vive la MLB con las lesiones. ¿Es momento de repensar las cargas de trabajo y manejo médico en la liga?

La temporada 2025 de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) está lejos de ser un tranquilo paseo por el diamante. En apenas unas semanas, varios nombres clave en la liga han caído lesionados, alterando considerablemente tanto las aspiraciones de sus equipos como el equilibrio competitivo del circuito. El caso más reciente y alarmante es el del infielder venezolano Luis Arráez, quien sufrió una conmoción cerebral tras una aparatosa colisión en la primera base. A él se suman Spencer Strider, as de la rotación de los Braves, y Triston McKenzie, ex promesa de los Guardians de Cleveland. Este artículo hace un análisis profundo de lo que está ocurriendo y hacia dónde va la liga, en una funesta tendencia donde los cuerpos no están aguantando.

El caso Luis Arráez: una aparente jugada rutinaria con consecuencias alarmantes

El domingo 20 de abril de 2025 será una fecha difícil de olvidar para los fanáticos de los San Diego Padres. Luis Arráez, uno de los bateadores más constantes de las últimas temporadas y tres veces campeón de bateo, tuvo que ser colocado en una camilla y retirado del terreno en Houston luego de chocar violentamente contra el segunda base de los Astros, Mauricio Dubón.

"Fue muy impactante, todos nos quedamos en silencio. Verlo sin moverse y luego sacarlo en camilla fue aterrador", dijo el coach de primera base de San Diego, David Macías. Según el parte médico, Arráez sufrió una conmoción cerebral y fue ingresado brevemente en un hospital local. Aunque regresó al estadio más tarde esa misma noche, los Padres decidieron colocarlo en la lista de lesionados por siete días.

Arráez, que ostenta un promedio de bateo de .287, es una pieza clave del lineup de los Padres. En 2023 acumuló 203 hits entre los Marlins y Padres, y lideró la Nacional en hits por segundo año consecutivo. Su baja daña considerablemente la maquinaria ofensiva del equipo, y lanza una pregunta al aire: ¿Están correctamente protegidos los jugadores ante este tipo de impactos?

Spencer Strider: regreso fugaz y nueva pesadilla

Por su parte, los Atlanta Braves confiaban en la reincorporación de su as Spencer Strider luego de una cirugía en el codo. El derecho regresó y lanzó cinco entradas sólidas ante Toronto, permitiendo solo dos carreras. Sin embargo, apenas días después sufrió una distensión en el tendón de la corva derecha mientras hacía ejercicios ligeros.

Strider, cuarto en la votación del Cy Young de la Liga Nacional en 2023, fue inmediatamente enviado a la lista de lesionados por 15 días. Con solo dos aperturas en 2024 antes de otra operación (esta vez una rehabilitación interna del ligamento colateral cubital), su presente vuelve a teñirse de incertidumbre.

En 2023, Strider dominó con 281 ponches y 20 victorias, liderando la liga en ponches. ¿Es razonable forzar el regreso de un pitcher tras una cirugía tan invasiva como la del codo, tomando en cuenta los consecuentes riesgos físicos?

Atlanta también perdió recientemente a Reynaldo López—otro integrante de su rotación—quien fue operado del codo tras solo una aparición. El patrón comienza a ser preocupante.

Triston McKenzie: del futuro prometedor a quedar fuera del radar

El deterioro físico también ha tocado a Triston McKenzie, el largo y delgado diestro de los Cleveland Guardians. Con un brillante 2022 donde registró una efectividad de 2.96 y 190 ponches, McKenzie parecía un futuro as indiscutido. Dos años más tarde, su nombre fue designado para asignación, lo que indica que puede ser liberado del equipo o transferido vía waivers.

En 2023 sufrió una distensión en el hombro derecho, seguida de inflamación en su codo. En 2024, McKenzie abrió la temporada como relevista, pero permitió una alarmante efectividad de 11.12. El propio manager, Stephen Vogt, explicó: “Simplemente nos fue imposible encontrarle un rol efectivo.”

Este cambio de rumbo resalta cómo las lesiones no sólo afectan el momento, sino que rompen carreras. McKenzie parecía la joya de la rotación de Cleveland y ahora está, literalmente, sin equipo definido.

¿Una crisis estructural o simples eventos desafortunados?

¿Es esto una racha coyuntural o la señal de un problema sistémico en la MLB? Las lesiones han sido parte del deporte desde siempre, pero en los últimos años, los números parecen mostrar una frecuencia inusitada en lesiones mayores:

  • De 2010 a 2023, la duración promedio de las estadías en la lista de lesionados subió un 18%, pasando de 13 días a 15.4 días (fuente: Baseball Prospectus).
  • En 2023, más de 770 jugadores titulares o relevantes para plantillas activas estuvieron en la IL al menos una vez, un récord desde que se recopilan las estadísticas modernas.
  • Los lanzadores continúan cargando con la peor parte: cerca del 40% de todas las lesiones en la MLB afecta directamente brazos, hombros o codos de los pitchers.

Estos datos representan no sólo una cuestión deportiva, sino un problema económico. Los contratos millonarios y las expectativas de equipos y fanáticos colapsan junto con la salud de los deportistas.

El difícil arte de dosificar

Algunos especialistas proponen que el problema proviene de la demanda física a la que se somete a los atletas desde niveles formativos. “Tu ves a chicos de 14 años lanzando 90 millas por hora como si nada, y eso a nivel músculo-ligamentoso tiene consecuencias futuras”, comenta Paul Spina, fisioterapeuta deportivo con experiencia en ligas menores.

Además, la tendencia de usar a los lanzadores con apariciones más frecuentes pero de menor duración (por ejemplo, los 'openers') también ha generado estrés acumulado en zonas delicadas del cuerpo. ¿Qué tan sostenibles son estos modelos?

El caso Emmanuel Clase: ¿el próximo en la lista?

Si hay un nombre que despierta vigilias es el de Emmanuel Clase, el flamante cerrador dominicano de los Guardians y uno de los mejores en su posición. Pero su arranque en 2025 ha sido sumamente preocupante: nueve carreras permitidas y un promedio de efectividad de 7.84.

Clase, de 27 años, ganó el Mariano Rivera AL Reliever of the Year en 2022 y 2024, además de liderar la liga en salvamentos en tres campañas consecutivas. Su manager fue enfático al respaldarlo: “Clase seguirá recibiendo la bola en el noveno inning.” Sin embargo, las señales en el montículo hablan de descontrol, pérdida de comando y agotamiento físico. Otro caso a seguir muy de cerca.

¿Qué alternativas tiene la MLB?

Frente a este panorama, la MLB tiene margen para actuar. Entre las opciones más discutidas se encuentran:

  • Ampliar los cuerpos médicos y de prevención en roster
  • Disminuir la densidad del calendario: más descansos, menos doble carteleras
  • Limitar exigencias en ligas menores y torneos de desarrollo
  • Educación preventiva y biomecánica desde temprana edad

Lo cierto es que la salud de las estrellas es un activo valiosísimo, y cada lesión priva al deporte de sus historias, carreras, récords y momentos inolvidables.

¿Estamos viendo el nacimiento de una nueva era de fragilidad deportiva? O simplemente estamos atravesando una racha desafortunada. Lo que está claro es que nombres como Luis Arráez, Spencer Strider y Triston McKenzie no son anécdotas aisladas: son alertas rojas en un sistema que necesita ajustes si no quiere seguir apagando sus estrellas antes de tiempo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press