Ronald Acuña Jr. vs. los Braves: ¿Se trata igual a todos en Atlanta?

Una opinión candente sobre el conflicto entre Acuña Jr. y el manager Brian Snitker tras la polémica jugada de Jarred Kelenic

La jugada que destapó la olla

El sábado por la noche, en la victoria de los Atlanta Braves por 4-3 ante los Minnesota Twins, el jardinero Jarred Kelenic fue sorprendido en segunda base tras no entregar el 100% desde el comienzo de la jugada. Su batazo parecía claramente un doble, pero al salir lento de la caja de bateo, terminó siendo retirado por Trevor Larnach, quien ejecutó un certero disparo desde el jardín derecho.

La reacción de Ronald Acuña Jr.

Lo que parecía una jugada rutinaria, cobró proporciones mediáticas cuando Ronald Acuña Jr., actualmente lesionado y en proceso de rehabilitación tras una lesión del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, decidió opinar en redes sociales.

En respuesta a una publicación del periodista Mark Bowman de MLB.com, quien reportaba que el manager Brian Snitker no había reprendido públicamente a Kelenic —más bien lo protegió con un escueto “¿Se suponía que debía hacerlo?”—, Acuña comentó:

“Si hubiera sido yo, me habrían sacado del juego.”

El mensaje fue borrado aproximadamente una hora después, pero la llama ya estaba encendida. Esta respuesta, aunque fugaz, no pasó desapercibida. La crítica implícita era evidente: ¿existe un doble estándar en los Braves a la hora de aplicar la disciplina?

Un recuerdo incómodo: 2019 y la lección de Snitker

Para entender mejor el contexto del mensaje de Acuña, debemos remontarnos al 19 de agosto de 2019. En ese entonces, Acuña —apenas con 21 años pero ya All-Star— fue removido por Snitker durante un juego ante los Los Angeles Dodgers tras no correr con intensidad en una jugada muy similar a la de Kelenic.

Snitker fue claro con los medios:

“No corrió. Tienes que correr. No será aceptado aquí. Como compañero de equipo, eres responsable por otros 24 muchachos. El nombre al frente del jersey importa más que el de la espalda.”

Un mensaje fuerte, directo y cargado de moral de equipo. Muchos lo consideraron un acto de liderazgo necesario. Pero ahora, a Acuña le parece que no todos reciben el mismo trato.

¿Existe favoritismo en Atlanta?

Jarred Kelenic, quien está bateando apenas para .170 esta temporada, parece contar con cierta inmunidad que Acuña no experimentó. Snitker no solo no lo sacó del partido, sino que incluso ante la prensa, evitó una declaración contundente sobre el incidente. La pregunta ahora es inevitable: ¿hay jugadores que gozan de trato especial dependiendo de su lugar en el vestuario?

Muchos fanáticos y analistas han comenzado a debatir este posible doble estándar, tomando en cuenta que Kelenic está en riesgo de perder su puesto como titular cuando Acuña regrese. ¿Está Snitker evitando dañar la confianza de un jugador que está al borde del abismo?

El valor de la equidad en el deporte

La disciplina es uno de los pilares fundamentales en cualquier equipo profesional. Pero lo que sostiene dicha disciplina no es solo su existencia, sino su aplicación equitativa. Esto lo sabía Acuña en 2019 cuando asumió su castigo sin protestas abiertas. Que hoy, cinco años después, decida manifestarse, habla más de una acumulación de percepciones que de un simple comentario al vuelo.

En el ámbito deportivo, la percepción de justicia interna puede ser más valiosa que cualquier estrategia en el campo. Si un jugador estrella siente que está siendo tratado con un nivel de exigencia superior al resto, este resentimiento, si no se maneja, puede convertirse en un problema en el vestuario.

La influencia del liderazgo silencioso

Brian Snitker es un manager experimentado, campeó con los Braves en 2021 y ha ganado el respeto de sus jugadores por su genuina pasión por el béisbol. Pero también ha sido criticado por su estilo algo anticuado en el manejo del grupo, en especial cuando se trata de jóvenes latinoamericanos talentosos como Acuña.

La gestión emocional en equipos multiculturales es uno de los grandes retos del deporte moderno. Frases como “El nombre del frente importa más que el de la espalda” pueden resonar distinto en culturas donde se celebra y recompensa la expresión individual. Acuña es carismático, eléctrico, y juega con pasión. ¿Se le penaliza por mostrar más emociones que otros?

La presión del regreso

Ronald Acuña Jr. está cerca de volver. Su rodilla le ha dado problemas significativos, y tras solo 49 partidos en 2024, su rendimiento estaba lejos del nivel de MVP de 2023 (donde bateó .337, con 41 HR y 73 robos). Su regreso no solo representa una esperanza para Braves sino un dilema para el cuerpo técnico: ¿cómo reintegrarlo a un equipo donde claramente se siente observado con lupa?

El puesto como jardinero izquierdo podría estar en transición. Alex Verdugo ha comenzado con buen ritmo, y si Kelenic no mejora, será el movimiento natural. Pero la integración de Acuña debe hacerse de forma que refuerce la unidad del conjunto —no lo contrario.

La pregunta final: ¿Héroe incomprendido o indisciplinado persistente?

Es innegable que Acuña ha tenido momentos en los que su disciplina ha sido cuestionada. Pero también es cierto que su pasión por el juego y sus contribuciones estadísticas lo convierten en una pieza vital en la alineación. El problema no es que Acuña piense diferente: el problema es que su percepción sobre cómo se aplica la justicia dentro del equipo lo llevó a romper el silencio públicamente.

Cuando un jugador de su calibre y experiencia —recién MVP de la Liga Nacional— decide lanzar una crítica tan directa, aunque la borre luego, hay que prestar atención. Atlanta deberá evaluar —al interno— si sus códigos disciplinarios están alineados y son coherentes con todos.

No basta con decir que todos se tratan por igual. Hay que demostrarlo.

Un vestuario en tensión: ¿Qué sigue?

Lo inmediato será observar cómo maneja estos días Brian Snitker. Lo ideal sería una conversación franca con Acuña, Kelenic y todo el equipo. Atlanta es una franquicia con aspiraciones claras, y las novelas internas pueden hacer mucho daño si no se cortan de raíz.

Los Braves han comenzado a encontrar ritmo con dos victorias seguidas —algo que no habían logrado hasta ahora esta temporada. Lo peor que podría pasar sería intoxicar ese impulso con fricciones internas. Pero también sería irresponsable ignorar que, claramente, algo no está cerrado entre Acuña Jr. y la manera en la que se ejecutan las reglas en Atlanta.

Seguramente no será la última vez que este tema salga a la luz.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press