Max Fried domina, Javier Sanoja brilla y Milwaukee vuela sobre las bases: un domingo inolvidable en las Grandes Ligas

Desde un casi no-hitter hasta una explosión de robos de base, revisamos lo más destacado del domingo en la MLB

Max Fried y su no-hitter interrumpido: controversia y dominio ante Tampa Bay

Max Fried, el sólido abridor zurdo de los New York Yankees, estuvo a punto de conseguir una hazaña el domingo: lanzar un juego sin hits. Pero una decisión del anotador oficial en el comienzo del octavo inning cambió el curso de la historia. El partido, disputado en el improvisado hogar de los Tampa Bay Rays —el Steinbrenner Field, debido a daños por huracán en el Tropicana Field— terminó con un triunfo 4-0 a favor de los Yankees, pero la atención terminó centrada en la polémica.

Fried mantenía el juego sin hits hasta el sexto inning, cuando el novato Chandler Simpson conectó un roletazo entre primera y segunda base. El primera base Paul Goldschmidt no logró controlar la bola, y en primera instancia se otorgó como error. Sin embargo, antes del inicio del octavo episodio, el anotador Bill Mathews cambió la jugada a un imparable tras revisar los videos, alegando que Simpson habría llegado a salvo incluso con un buen tiro.

Pese a perder el no-hitter, Fried dominó de principio a fin. Finalizó su labor con 7 2/3 innings, permitiendo solo 2 hits y ponchando a 6 bateadores. Acumuló así su cuarta victoria de la temporada (4-0) y mantuvo su invicto en aperturas con los Yankees. El cerrador Fernando Cruz completó el juego con 1 1/3 entradas sin permitir imparables para su segundo rescate.

Además, la ofensiva neoyorquina respondió con poder: Grisham, Cody Bellinger y Austin Wells pegaron sendos jonrones solitarios. Aaron Judge casi se une a la fiesta, pero su batazo potente en el octavo inning fue dictaminado foul tras revisión de video.

¿Una unidad de anotadores en la mira?

La decisión del anotador reaviva el debate acerca de la subjetividad en las decisiones oficiales que pueden cambiar legados en el béisbol. Anécdotas como esta abundan, pero pocas cosas duelen más que perder un no-hitter por criterios arbitrales.

Javier Sanoja y su tarde de ensueño: primer jonrón y cinco carreras impulsadas

Mientras Fried acaparaba titulares en la Liga Americana, en la Liga Nacional un joven debutante vivía su propio cuento de hadas. Javier Sanoja, jardinero de los Miami Marlins, conectó su primer cuadrangular en Grandes Ligas y remolcó cinco carreras en la remontada de su equipo sobre los Phillies de Filadelfia por 7-5 en diez innings.

Sanoja, quien reemplazó al lesionado Griffin Conine, conectó un jonrón de tres carreras en el octavo inning que puso en ventaja a los Marlins. Antes, había contribuido con un elevado de sacrificio y anotado una carrera por error. En la décima entrada, añadió un sencillo productor para sellar su actuación estelar con **tres imparables**.

“Fue como un sueño para mí”, dijo Sanoja tras el partido. “Salí a disfrutar y a dar lo mejor de mí. Estoy emocionado”.

Los Phillies habían tomado una ventaja de 3-0 en el primer inning, pero no pudieron contener el empuje de Miami. Pese a la ofensiva de Bryce Harper (2 impulsadas con un doble) y Nick Castellanos, el bullpen no pudo cerrar el juego. Jesús Tinoco se llevó el salvamento para Miami, mientras Calvin Faucher logró su primera victoria del año.

Un dato curioso:

Los Phillies lideran la MLB en carreras anotadas en la primera entrada con 20 en la temporada. Pero ¿de qué sirve eso si no puedes mantener la ventaja después?

Milwaukee y la revolución del robo de bases: nueve estafas y una paliza histórica

En Milwaukee, los Brewers protagonizaron un espectáculo completamente distinto al triturar 14-1 a los Oakland Athletics. Pero más allá de los jonrones y batazos —que también los hubo— lo que dejó boquiabiertos a los aficionados fue la explosión de bases robadas.

¡Nueve robos en un solo juego! Se dice fácil, pero los Brewers rompieron su propio récord de 33 años y emularon una hazaña poco frecuente: robar seis bases en un solo inning, algo que no ocurría desde al menos 1961, según Elias Sports Bureau. Todo eso sin olvidar que cuatro de esos robos ocurrieron en el primer capítulo.

La primera entrada fue una lección táctica: dos dobles robos, errores defensivos de los catchers rivales y descontrol total. Brice Turang robó tres bases, mientras el ganador del partido y recién debutante en MLB, Logan Henderson, ponchó a nueve en seis entradas permitiendo apenas una carrera.

Rhys Hoskins también brilló con un jonrón y cuatro carreras empujadas, mientras que Sal Frelick contribuyó con tres hits y dos robos.

El renacer del juego agresivo

Con la implementación de reglas que limitan los intentos de pickoff y aumentan el tamaño de las bases, muchos equipos han empezado a redescubrir la ‘vieja escuela’ del béisbol: la presión en las almohadillas y la agresividad en las bases. Los Brewers parecen haberlo perfeccionado.

El año pasado, Boston y Cincinnati también alcanzaron nueve robos en un partido, pero Milwaukee lo hizo en apenas cuatro innings, lo que realza aún más la gesta.

Un domingo que lo tuvo todo: dominio en la lomita, magia de novatos y béisbol del siglo XX

Lo que hace que el béisbol sea único es precisamente este tipo de jornadas: la posibilidad de ver casi un no-hitter, el surgimiento de una nueva estrella y un regreso táctico a las bases robadas como arma principal. Tres partidos en tres ciudades diferentes reunieron lo mejor del deporte: estrategia, emoción y momentos inolvidables.

Mientras Max Fried continúa consolidándose como el as de los Yankees, Javier Sanoja se postula como una futura figura de los Marlins. Y en Milwaukee, los Brewers demostraron que la velocidad también puede ser tan letal como el poder.

El béisbol está más vivo que nunca. Y estos tres juegos lo confirmaron con contundencia.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press