Crónica de un declive: El colapso de los gigantes del fútbol europeo
Barcelona femenino brilla en Champions mientras Manchester United e Inter de Milán tropiezan en sus ligas
Barcelona femenino: una máquina casi perfecta
Una tarde soleada en el estadio Johan Cruyff fue testigo del dominio aplastante del FC Barcelona Femenino, que venció con autoridad a Chelsea 4-1 en la ida de las semifinales de la UEFA Women’s Champions League. El equipo blaugrana demostró por qué es el vigente campeón de Europa, incluso a pesar de un fallido temprano: un penalti fallado por la estrella Alexia Putellas.
Lejos de venirse abajo, las catalanas se alzaron como titanes, lideradas por una energética Claudia Pina, quien anotó dos veces saliendo desde el banquillo. Ewa Pajor e Irene Paredes completaron la goleada. Este resultado no solo coloca al Barça con pie y medio en la final, sino que representa su octava victoria consecutiva en la competición.
Con dos anteriores eliminaciones sobre Chelsea en su haber, las culés buscan sellar una final en busca del que sería su tercer título europeo, consolidándose como el equipo más dominante del fútbol femenino continental en la actualidad.
Inter de Milán sufre ante su 'bestia negra': Bologna
Mientras las mujeres del Barça celebraban, al norte de Italia el Inter de Milán caía una vez más en el siempre complicado estadio Renato Dall’Ara ante Bologna. En esta ocasión, el verdugo fue Riccardo Orsolini, que firmó una chilena en el último suspiro del partido (90+2), dándole al Inter la misma dosis amarga que ya sufrió en temporadas pasadas.
La historia se repite: hace tres años, un error del portero Ionut Radu permitió que el Bologna se impusiera en un partido clave que acabó costándole el título al Inter. Esta vez, el efecto dominó podría ser el mismo. Aunque están igualados en puntos con el Napoli en la cima de la Serie A, el equipo de Antonio Conte no tiene otras competiciones, a diferencia del Inter que persigue un complicado triplete.
Con desafíos en la Coppa Italia y la Champions League a la vista, el desgaste físico podría convertirse en un decisivo factor en la recta final de la temporada.
Manchester United: del imperio glorioso al caos absoluto
Y si el Inter se tambalea, lo de Manchester United ya roza el desastre. La derrota 1-0 ante Wolverhampton marcó la 15ª pérdida en liga en la temporada, una cifra históricamente negativa en la era Premier League para los “Red Devils”. La temporada 1989-90 fue la última vez que el club sufrió tantas derrotas en liga, pero aquellas estaban contextualizadas en una época pre-Ferguson. Hoy, nadie entiende bien el rumbo del gigante dormido.
Incluso si ganara sus cinco partidos restantes, el United no alcanzaría los 58 puntos del 2021-22, su récord negativo. Actualmente ocupa el puesto 14º en la clasificación, 11 unidades detrás del octavo lugar. Un dato que pone en jaque no solo al técnico Ruben Amorim, sino a todo el proyecto institucional.
"Tenemos que pelear, marcar y mejorar", repite Amorim semana a semana. Poco consuelo para una afición acostumbrada a títulos. El único halo de esperanza es la Europa League, donde lograron remontar un 5-4 contra el Olympique de Lyon para meterse en semifinales ante el Athletic Club. Ganar este título sería un respiro: además de sumar una copa, clasificarían a la próxima Champions.
Un contraste futbolístico preocupante
Los contrastes entre las realidades de estos tres clubes no pueden ser más marcados:
- Barcelona Femenino: cohesión, identidad y cultura de excelencia.
- Inter de Milán: talento, pero fragilidad en momentos clave e historial psicológico adverso contra rivales específicos.
- Manchester United: desorden institucional, fichajes erráticos y ausencia de identidad futbolística moderna.
Mientras un equipo parece avanzar con paso firme hacia la historia, otros dos luchan por no perderla completamente. En este momento, tanto Inter como Manchester United necesitan urgentemente una revisión de sus estructuras, sus filosofías deportivas y sus liderazgos técnicos.
En contraste, el modelo del FC Barcelona femenino refleja una planificación deportiva seria, sostenida desde la cantera —La Masía— hasta la élite europea. El fichaje de Ewa Pajor, uno de los movimientos más impactantes del último mercado, destaca cómo han fortalecido su plantilla sin alterar la armonía interna.
¿Qué nos dice esto sobre el presente del fútbol europeo?
Durante décadas, equipos como Inter y Manchester United dominaron Europa, acumulando títulos nacionales e internacionales, marcando estilos e influyendo en generaciones de aficionados. Pero en el fútbol moderno, el pasado pesa menos si no sabes adaptarte al presente.
La inversión no garantiza éxito: Manchester United ha gastado más de €1.000 millones en fichajes en la última década, según Transfermarkt, sin resultados coherentes con esa inversión. El Inter, por otro lado, ha encontrado cierta cohesión con Simone Inzaghi, pero los números por sí solos no le permitirán alcanzar el triplete con rivales como el Barcelona en el horizonte.
Por su parte, el fútbol femenino de clubes vive su época dorada y el Barça es su estandarte. Con un estilo de juego reconocible, identidad sólida y una afición que ha respondido con pasión (el club ha vendido múltiples veces el Camp Nou para sus partidos de Champions), el fútbol femenino europeo ha alcanzado niveles de visibilidad y competitividad impensados hace solo 10 años.
Claves de cada caso, según los datos
- Barcelona Femenino: 28 goles en 8 partidos en Champions esta temporada (3.5 por juego). Solo ha perdido 1 de sus últimos 40 partidos oficiales.
- Inter de Milán: 4 derrotas en sus últimas 6 visitas a Bologna. Finalista de Champions en 2023, pero con dudas en el cierre de temporada.
- Manchester United: 15 derrotas en Premier League, 38 puntos en 33 partidos y una diferencia de gol negativa (-10). Camino a su peor temporada desde los años 80.
Analizar estos equipos en paralelo refleja no solo momentos futbolísticos divergentes, sino también las consecuencias de una buena o mala gestión deportiva. A veces, los goles no solo se marcan en la cancha, sino en las oficinas, los despachos y la pizarra táctica de quienes piensan el juego más allá del balón.
Mientras el fútbol masculino tradicional parece tambalearse bajo el peso de expectativas históricas, el femenino comienza a definir nuevos estándares de grandeza. Y en esa evolución, el FC Barcelona mira el futuro con convicción —y trofeos posibles—, mientras otros gigantes se atormentan por los fantasmas del pasado.