Mississippi toma medidas firmes contra el atraso de pruebas forenses en casos de agresión sexual
Una nueva ley agiliza el envío y seguimiento de los kits de violación, pero quedan desafíos pendientes en el sistema de justicia
La batalla por la justicia en casos de agresión sexual en Mississippi ha tomado una nueva dirección con la implementación de cambios legislativos destinados a reducir el número de kits de violación sin procesar. En 2024, el estado registró un aumento del 27% en el número de kits enviados al laboratorio criminal estatal respecto al año anterior, lo que refleja el impacto inicial de una ley aprobada en 2023. Sin embargo, la falta de un inventario estatal impide conocer la verdadera dimensión de la acumulación y los cuellos de botella en este proceso crítico.
¿Qué es un kit de violación y por qué es tan importante?
Un kit de violación es un conjunto de instrumentos y pruebas médicas recolectadas después de una agresión sexual. Estas evidencias pueden contener ADN del agresor y son fundamentales para identificar y procesar legalmente a los culpables. Sin embargo, durante décadas, miles de estos kits han permanecido sin analizarse en todo Estados Unidos, lo que ha frustrado los esfuerzos de justicia para las víctimas.
Una ley que hace la diferencia
La legislación que impulsó este avance es la House Bill 485, aprobada en 2023. Esta ley, promovida de forma bipartidista por la representante independiente Angela Cockerham y coescrita por legisladores demócratas y republicanos, obliga a las fuerzas del orden a recoger los kits de violación en hospitales dentro de un plazo de 24 horas y entregarlos al laboratorio forense en un máximo de siete días. Este ajuste aparentemente simple ha demostrado tener un efecto tangible.
Además, la ley creó un grupo de trabajo sobre agresiones sexuales que diseñó un sistema de seguimiento en línea. Desde septiembre de 2024, las víctimas pueden rastrear el estado de su kit de violación utilizando un número de serie único, brindando un nivel de transparencia nunca antes visto.
Un problema viejo con raíces profundas
El estancamiento y subutilización de los kits de violación no es una novedad. En 1999, se descubrió que la ciudad de Nueva York almacenaba más de 17.000 kits sin procesar, lo cual provocó una protesta pública generalizada. Ilse Knecht, directora de políticas en la organización End the Backlog, explica que a menudo los kits no se analizan no por falta de recursos, sino por un escepticismo institucional hacia las víctimas.
“Si no eres la víctima perfecta, tu caso se cierra incluso antes de ser abierto”, dijo Knecht.
Transparencia y garantía para las víctimas
Una de las críticas más fuertes al sistema anterior era la total desconexión entre la víctima y el proceso judicial. Como lo expresó Knecht:
“¿Te imaginas hacerte una prueba de cáncer y que nadie te llame nunca con los resultados? Eso pasa con los kits de violación. Las víctimas esperan durante meses, años o incluso para siempre.”
Gracias al nuevo sistema de rastreo, ahora las personas que sufrieron una agresión sexual pueden seguir el movimiento de su kit entre el hospital, la policía y el laboratorio, empoderándolas dentro de un sistema que, históricamente, las dejó al margen.
Los seis pilares de la reforma, y lo que Mississippi aún no adopta
La organización End the Backlog propone seis pilares para una reforma integral del manejo de kits de violación. Mississippi, con su reciente legislación, ha implementado tres de ellos:
- Pruebas obligatorias y rápidas de nuevos kits.
- Mecanismos accesibles para que las víctimas averigüen el estado de sus kits.
- Un sistema de seguimiento de kits.
No obstante, aún faltan tres pilares cruciales:
- Un inventario estatal anual de kits.
- Pruebas obligatorias de todos los kits estancados previamente.
- Asignación de fondos específicos para análisis y seguimiento.
La representante Dana McLean, quien también apoyó la legislación, ha enfocado su atención en otro gran obstáculo: las víctimas que ni siquiera logran acceder a un kit de violación, ya que los hospitales no siempre los tienen disponibles. En la última sesión legislativa, logró que se aprobara una ley que exige a los hospitales tener kits de violación y realizarlos cuando se solicite.
¿Por qué aún no sabemos cuántos kits están atascados?
A pesar del progreso, Mississippi aún no ha establecido un inventario obligatorio de kits. Esto significa que nadie sabe con certeza cuántos kits están en espera, dónde se encuentran o qué tan grande es el retraso. Esta falta de información es una barrera crítica que impide tomar decisiones informadas sobre recursos y estrategias.
Knecht insiste en que una parte esencial del proceso es demostrarle a las víctimas que su decisión de denunciar y someterse a un kit no fue en vano:
“Estas pruebas representan personas peligrosas en la calle. Cuando no se analizan, tenemos decenas de páginas con crímenes que podrían haberse evitado.”
¿Está funcionando?
El Departamento de Seguridad Pública de Mississippi señala que el aumento del 27% en la entrega de kits al laboratorio en 2024 representa una señal clara de que la legislación está teniendo impacto. Sin embargo, el comisionado Sean Tindell admite que el efecto en la acumulación previa aún no puede medirse sin un inventario.
El director ejecutivo de la Asociación de Jefes de Policía de Mississippi, Ken Winter, comentó que aplicar la ley no ha requerido más personal ni recursos adicionales:
“Lo único que se necesita es que alguien preste atención al proceso y asegure que la evidencia se maneje en el tiempo adecuado. Eso deberían hacerlo de todas formas.”
Lo que falta, y lo que podría venir
El siguiente paso lógico es obligar la creación de un inventario estatal anual. McLean ha declarado que quiere enfocarse en esta medida en la próxima sesión legislativa. El objetivo es claro: conocer la magnitud total del problema para poder asignar recursos, planificar acciones judiciales y, finalmente, hacer justicia.
Hasta entonces, organizaciones como End the Backlog y legisladores comprometidos seguirán trabajando para cerrar la brecha entre lo que prometemos como sociedad a las víctimas de agresión sexual y lo que actualmente ofrecemos en la práctica.
Mississippi está empezando a ponerse al día con un problema nacional de décadas. Pero aún queda mucho por hacer.