Texas quiere ser Hollywood: impulso histórico a la industria del cine con mirada de fe y valores

Con 500 millones de dólares asignados por bienio hasta 2035, Texas apuesta a atraer producciones cinematográficas y televisivas, mezclando promoción cultural, valores familiares y un enfoque económico ambicioso

Texas se ha lanzado a una cruzada cultural y económica con su nueva legislación SB 22, un ambicioso plan de incentivos que busca convertir al estado en un referente mundial del cine, con una fuerte inclinación por los valores familiares, la fe y el orgullo texano.

Una inversión sin precedentes para crear una "Hollywood tejana"

El Senado de Texas aprobó recientemente el proyecto de ley SB 22, presentado por la senadora republicana Joan Huffman, que asigna 500 millones de dólares cada dos años hasta 2035 al Texas Moving Image Industry Incentive Fund. Esta inyección de fondos representa la cifra más alta que el estado ha destinado a la industria audiovisual desde que en 2007 comenzó a ofrecer subvenciones para atraer producciones cinematográficas y televisivas.

Comparado con las cifras históricas anteriores —50 millones de dólares en una sesión legislativa, 45 en otra, y un máximo anterior de 200 millones—, el salto presupuestario es simplemente colosal. Así, los legisladores esperan convertir a Texas en el nuevo epicentro audiovisual del país, compitiendo directamente con estados como Georgia o Nuevo México, tradicionalmente más agresivos en su política de incentivos.

Estrellas texanas respaldan la iniciativa

Figuras como Matthew McConaughey y Woody Harrelson asistieron a audiencias en el Senado para apoyar la ley, destacando la posibilidad de contar historias tejanas en casa y evitar que producciones sobre íconos locales (como Selena) se filmen en otros estados. McConaughey fue enfático al señalar que este respaldo económico permitiría crear infraestructura permanente como estudios de postproducción, formación de técnicos y empleos especializados.

“Va a llegar un punto donde no necesitaremos más incentivos financieros porque tendremos todo el ecosistema creado aquí en Texas", dijo el actor.

¿Valores texanos o propaganda ideológica?

Uno de los aspectos más llamativos de la SB 22 es que otorgará un 2.5% de incentivo adicional a las producciones identificadas como "de fe" o que promuevan valores familiares y exalten la "Herencia Texana". Este guiño ideológico ha generado controversias dentro del Senado.

La senadora demócrata Sarah Eckhardt advirtió sobre los peligros de incluir términos subjetivos como "valores familiares" en una política pública que debería ser neutral: “¿De quién son esos valores?”, cuestionó. Su colega Nathan Johnson también criticó la vaguedad, temiendo una línea difusa entre ayuda económica legítima y favoritismo ideológico.

El teniente gobernador Dan Patrick, firme impulsor del proyecto, respondió con claridad: “Siempre es bueno vender nuestros valores texanos, nuestros valores de fe, y nuestros valores de familia al mundo”.

Incentivos graduales y enfoque en regiones desatendidas

La legislación también busca fomentar la descentralización geográfica del cine dentro del estado. Así, ofrece bonos adicionales del 2.5% a producciones filmadas en zonas económicamente deprimidas o subutilizadas.

Además, se otorgan pagos extra a aquellas producciones que empleen veteranos como al menos el 5% de su personal remunerado, promoviendo no solo el desarrollo económico sino también la inclusión social.

Ejemplos como “The Chosen” impulsan la narrativa

"The Chosen", una popular serie sobre la vida de Jesucristo grabada principalmente en Midlothian (a 40 km de Dallas), ha sido destacada como modelo exitoso. Su productor, Chad Gundersen, explicó que inicialmente no era elegible para incentivos por ser una producción pequeña, pero su crecimiento ha generado más de 75 millones de dólares en inversión local.

“Estoy entusiasmado con que ahora se bajen algunas barreras de elegibilidad”, dijo Gundersen. “Muchos proyectos familiares o basados en la fe pertenecen a esa franja media de presupuesto”.

¿Y qué pasa con los "contenidos no familiares"?

Uno de los puntos más debatidos fue si debería permitirse que producciones con lenguaje soez o temáticas polémicas reciban fondos del contribuyente. El senador Paul Bettencourt criticó fuertemente la serie "Landman", protagonizada por Billy Bob Thornton, por usar “demasiados f-bombs” y, según él, retratar de manera inexacta la figura del “landman” texano.

La directora de la Texas Film Commission, Stephanie Whallon, respondió que ya existen criterios de exclusión, y que producciones con material pornográfico, servicios religiosos grabados o eventos locales no son elegibles. La inclusión o no de malas palabras, sin embargo, quedó en manos de la oficina del gobernador.

Un nuevo mapa de elegibilidad y porcentajes de ayuda

Bajo la actual normativa, las películas o series que gasten entre 1 y 3.5 millones de dólares pueden recibir el 10% de retorno, mientras que aquellas que superen los 3.5 millones obtienen hasta el 20%.

SB 22 propone mejorar este esquema, ofreciendo una ayuda del 25% a proyectos que superen 1.5 millones de dólares. Este cambio busca alentar producciones medianas, muchas de ellas en el nicho familiar o de fe, que hasta ahora quedaban fuera.

¿Auge económico o lujo innecesario?

Según la Texas Film Commission, el programa de incentivos ha generado un retorno del 469% sobre la inversión, respaldando lugares de trabajo, consumo local y turismo cinematográfico. No obstante, algunos economistas e incluso legisladores han puesto en duda la veracidad de esta cifra.

Detractores coinciden en que una industria verdaderamente sólida no debería depender de apoyos gubernamentales prolongados. Sin embargo, los defensores del programa, como Harrelson y McConaughey, aseguran que se trata de una fase de consolidación que allanará el camino para un futuro autosuficiente.

Más allá del cine: una lucha cultural

La aprobación del proyecto de ley no solo es una declaración económica, sino un manifiesto político y social. Se quiere posicionar a Texas como un lugar donde se pueden filmar narrativas locales alineadas con ciertos valores. Como dijo el teniente gobernador Patrick, el objetivo es que Texas se convierta en un referente global del cine familiar y de fe.

Lo que queda por verse es si esa apuesta ampliará realmente el espectro cultural audiovisual o si terminará creando un sesgo ideológico que limite la diversidad de historias que se cuentan en suelo tejano.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press