Puerto Rico en penumbras: el oscuro drama energético que no cesa

Otro apagón masivo sacude la isla, deja a millones sin servicios y expone el fracaso histórico e institucional de un sistema eléctrico colapsado

  •  EnPelotas.com
    EnPelotas.com   |  

El 16 de abril de 2025, Puerto Rico vivió otro capítulo en su prolongado y doloroso drama energético. Un apagón de escala nacional dejó a 1,4 millones de clientes sin electricidad y a más de 400.000 personas sin acceso a agua potable. En un archipiélago donde la electricidad es más sinónimo de incertidumbre que de servicio básico, el nuevo fallo masivo ha reavivado la furia colectiva y las exigencias por una solución sostenible y responsable.

Un colapso que paralizó a toda una isla

Todo ocurrió a las 12:38 p.m., cuando una misteriosa falla en una línea de transmisión provocó una reacción en cadena que desconectó las principales plantas generadoras. De golpe, las calles de San Juan quedaron sin semáforos, hospitales operaron con plantas eléctricas, y el aeropuerto principal pasó a depender de generadores. Cientos de negocios cerraron, incluido Plaza Las Américas, el centro comercial más grande del Caribe. Incluso el tren urbano suspendió operaciones, forzando a los pasajeros a caminar sobre el viaducto junto a los rieles.

Una indignación que traspasa redes sociales

La frustración no tardó en explotar en redes sociales. Bad Bunny, el ícono del reguetón puertorriqueño, tuiteó: “¿Cuándo vamos a hacer algo?”, reflejando el sentimiento de indignación común entre los boricuas.

En X (antes Twitter) y otras plataformas, circularon imágenes conmovedoras: una mujer con una afección pulmonar enchufando su equipo médico en una caja eléctrica pública de un supermercado. Un niño haciendo tareas bajo la tenue luz de un generador.

¿Por qué ocurrió el fallo?

Las autoridades aún no tienen una respuesta definitiva. Se sospecha que vegetación sobrecrecida pudo afectar una línea de transmisión, un área que supuestamente Luma Energy debía vigilar con patrullajes aéreos regulares. Sin embargo, durante una conferencia de prensa, un ingeniero de Luma, Pedro Meléndez, no pudo proporcionar una fecha específica del último patrullaje.

Más grave aún, Josué Colón, el ‘zar energético’ de Puerto Rico, señaló que la reacción de las plantas generadoras tras el fallo fue anómala. Solo una debía entrar en modo de protección, pero se apagaron todas.

“Esto no debió haber escalado a un apagón total”, sentenció Colón.

Un sistema eléctrico enfermo desde hace décadas

La historia del colapso eléctrico de Puerto Rico no es nueva. Durante décadas, la entonces conocida Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) descuidó el mantenimiento de la infraestructura, acumulando una deuda de más de 9.000 millones de dólares. El sistema ya era frágil cuando el 20 de septiembre de 2017 el huracán María, categoría 4, azotó la isla.

Las consecuencias fueron apocalípticas: torres derribadas, líneas tronchadas, postes partidos. Algunos sectores estuvieron hasta un año sin energía eléctrica. Los arreglos inmediatos fueron temporales y hasta años después comenzó la verdadera reconstrucción, una que aún hoy no termina.

¿Qué es Luma Energy y por qué está en la mira?

En junio de 2021, la administración contrató a Luma Energy como operador privado de la transmisión y distribución del sistema. La generación quedó en manos de Genera PR en enero de 2023. Pero lejos de mejorar la situación, lo que la gente ha presenciado es una mezcla entre caos y silencio institucional.

Luma llegó prometiendo eficiencia y una red moderna, pero ha sido blanco de múltiples críticas por su falta de transparencia, lentitud en respuesta y múltiples fallas desde que asumió operaciones. Sus defensores señalan que heredaron un sistema en ruinas; sus detractores consideran que han agravado el desastre.

Datos que estremecen

  • Puerto Rico ha sufrido más de 20 apagones masivos desde 2021.
  • El 40% de la población vive por debajo del umbral de pobreza, lo cual limita el acceso a alternativas como paneles solares o generadores.
  • Sólo el 7% de la energía proviene de renovables, a pesar de las metas estatales de alcanzar un 40% para 2025 (meta improbable).
  • El 62% de la generación actual proviene del petróleo, 24% del gas natural, 8% del carbón y 7% de fuentes renovables (EIA, 2023).

Los hospitales: epicentro de desesperación

Centros médicos como el Hospital Universitario en Río Piedras tuvieron que activar emergencias para mantener funcionando unidades de cuidados intensivos. Pero no todos los hospitales tienen plantas eléctricas robustas. Pacientes en hogares de cuidado a largo plazo y ancianos en urbanizaciones sin energía fueron los más vulnerables.

¿Reestructuración o maquillaje?

La gobernadora Jenniffer González ha prometido cancelar el contrato con Luma si no hay mejoras sustanciales. Aunque enfatizó que eso tomaría tiempo, fuentes alegan que el proceso de reemplazo de una compañía de este calibre puede tardar más de un año dada la complejidad de los contratos y licitaciones públicas.

El gobierno ya recibió 60 propuestas de empresas interesadas en generar 800 megavatios adicionales para enfrentar la demanda del verano. Pero muchos especialistas advierten que no es suficiente con «más energía» si no se atiende la distribución y transmisión.

Una población cansada pero resistente

Los puertorriqueños no se han rendido. Organizaciones comunitarias han impulsado proyectos solares en barrios olvidados por el Estado. Casa Pueblo en Adjuntas, por ejemplo, ha liderado un modelo energético alternativo basado en energía solar, que hoy sirve de refugio energético resiliente.

El futuro podría ser solar, pero aún es un privilegio. Con paneles solares que pueden costar entre $10,000 y $25,000, los sectores más vulnerables dependen del sistema público disfuncional, lo que crea una brecha energética entre ricos y pobres evidentemente injusta.

¿Y ahora qué?

El apagón del 16 de abril fue solo el más reciente. El verdadero peligro es la permanencia de un sistema inoperante que condena a tres millones de personas a vivir con miedo de que, en cualquier momento, todo deje de funcionar.

Hasta que no se invierta con visión estructural, se depure la corrupción institucional y se dé paso real a las energías renovables accesibles, Puerto Rico seguirá viviendo entre apagones, excusas y promesas vacías.

Como escribió un residente en redes sociales: “Sin energía no hay vida. Y aquí nos la quitan cada semana.”

Este artículo fue redactado con información de Associated Press